El de Teodora de Grecia y otros prometidos que salieron rana: las bodas reales canceladas

Teodora de Grecia está en boca de todos. La sobrina de la reina Sofía, y prima hermana de Felipe VI, es noticia por su boda, y no precisamente porque ya tenga fecha para celebrarla. A pesar de que fue en 2018 cuando la Casa Real griega anunció el enlace matrimonial de la princesa con el abogado californiano de ascendencia india Matthew Kumar, cinco años después siguen sin pasar por el altar. Primero pospusieron las nupcias por la pandemia; después, en 2023, por la muerte del rey Constantino, y ahora se desconoce si los planes de casamiento siguen adelante tras los problemas judiciales del novio.

El 29 de junio de 2023, Matthew Kumar, quien desde 2013 es propietario del bufete especializado en cobro de deudas FarMar Law Group, fue suspendido como abogado por la Corte Suprema de California durante un año entero, y se estipuló que debía estar esos doce meses en libertad condicional. Por lo que, a día de hoy, y hasta dentro de cuatro meses, Matthew no podrá retomar su labor en la abogacía.

Según el citado medio, Matthew fue declarado culpable "de múltiples violaciones relacionadas con su manejo de los fondos de la cuenta del fideicomiso del cliente (CTA)". Él "supuestamente mezcló fondos personales y legales", utilizando los fondos "para pagar gastos personales". Asimismo, se negó a responder a las preguntas al ser consultado por el Colegio de Abogados del Estado cuando iniciaron esta investigación disciplinaria.

No se sabe si, tras este peliagudo asunto, siguen juntos y con intenciones de casarse, ya que desde la Casa Real griega no se proporciona ningún tipo de información.

Magdalena y el príncipe que le salió rana

De cancelar su boda, Teodora no sería la única royal que tomaría una decisión como esta cuando su compromiso ya está anunciado. El caso más famoso es el de la princesa Magdalena de Suecia. En 2010, y después de comunicarse el enlace de su hermana, Victoria, con Daniel Westling, la benjamina de los reyes suecos hacía lo propio y anunciaba boda con Jonas Bergström, con quien llevaba saliendo ya tres años. Los jardines de Solliden fueron testigos del compromiso, donde una feliz Magdalena mostró su anillo y presumió de prometido.

Todo parecía perfecto, pero unos meses después la Casa Real sueca enviaba por sorpresa un escueto comunicado en el que anunciaba la ruptura del compromiso. ¿El motivo? Magdalena descubrió que su prometido le era infiel y quiso poner fin a sus planes de matrimonio.

Tras esto, la princesa se cambió el color de pelo -pasando de rubia a morena- y se trasladó a vivir a Nueva York, donde un año más tarde conoció al empresario Chris O'Neill, con el que en 2013 logró cumplir su sueño y protagonizar una boda real de cuento. Su segunda historia sí tuvo un final feliz y prueba de ello son los tres hijos que tiene la pareja, Leonore, Nicolas y Adrienne.

Ruptura por el acuerdo prematrimonial

En la Casa Real danesa también vivieron algo parecido en 2001. El príncipe Gustav Sayn-Wittgenstein-Berleburg, hijo de Benedicta de Dinamarca, y por lo tanto primo carnal del rey Federico, también canceló su boda cuando ya la había anunciado. Fue en agosto de 2000 cuando Gustav, por aquel entonces heredero de la casa de Sayn-Wittgenstein-Berleburg, anunció su compromiso oficial con la aristócrata francesa Elvire Pasté Rochefort. La boda se planeó para el 12 de mayo de 2001 e iba a celebrarse en París. Sin embargo, según se acercaba la fecha, se anunció que iba a posponerse por "problemas de seguridad".

El motivo real es que los novios estaban viviendo una auténtica crisis, ya que Elvire no estaba dispuesta a firmar un acuerdo prematrimonial que consideraba abusivo y pidió una serie de exigencias económicas para hacerlo que los Wittgenstein no quisieron concederle. En el mes de julio, un comunicado de prensa del bufete de abogados londinense Osborne Clark anunciaba la ruptura. Tras este fracaso amoroso, Gustav empezó una relación con Carina Axelsson, con la que pudo casarse en 2022 tras muchos años de relación.

El abuelo paterno del príncipe, Gustavo Alberto, era un alto general del ejército alemán y mantenía una estrecha relación con el nazismo. Tanto es así que, antes de morir, dejó estipulado en su testamento que ninguno de sus herederos podría casarse con una mujer que no fuera noble y de raza aria so pena de perder su título y la jefatura de la casa de Sayn-Wittgenstein-Berleburg. El primogénito de Gustavo Alberto, Ricardo, quien falleció en 2017, cumplió a rajatabla con estas normas al contraer matrimonio con una de las princesas más cotizadas de Europa: Benedicta de Dinamarca. Sin embargo, su nieto Gustav se enamoró de Carina, una mujer que no se ajusta a estas características, que curiosamente sí cumplía su primera prometida, Elvire Pasté Rochefort.

A pesar de ello, y tras un largo proceso judicial, Gustav consiguió que le dieran la razón en la Corte Suprema alemana, por lo que en 2022 se casó con Carina y el año pasado dieron la bienvenida a su primer hijo por gestación subrogada.