Los planes en solitario de Felipe VI sin la reina Letizia: cenas con amigos y esquí en Baqueira

No cabe duda de que, tras más de dos décadas juntos, el rey Felipe y la reina Letizia forman un dúo muy bien engrasado. No hace mucho, sacaban a relucir su lado más romántico, al recrear el saludo que escondía su amor hace 20 años. También les hemos visto recientemente compartir una cita de cine, como una pareja más, ante la sorpresa de empleados y asistentes, o celebrar San Valentín al pie del cañón durante una visita a Barcelona entre el clamor popular.

Pero ambos también saben que una de las claves para que una relación funcione, sobre todo después de tanto tiempo, es dar cierto espacio a tu pareja. Quizá por eso, más allá de la intensa agenda que maneja cada uno, estos últimos meses hemos podido ver al monarca realizar un buen número de apariciones en solitario. Tanto de carácter oficial como por mero ocio junto a sus amigos.

Almuerzos, cenas, escapadas a la nieve... Un buen número de actividades realizadas con total transparencia, ya que a menudo han sido inmortalizadas para la posteridad con fotos en restaurantes, donde un siempre sonriente Felipe VI no ha tenido problema en posar junto a sus fans.

El último de estos planes tenía lugar este mismo fin de semana, cuando el Rey se desplazaba a la estación de esquí de Baqueira con un grupo de amigos para disfrutar de unos días en los que ha habido mucho deporte, pero también tiempo para un plan nocturno con misterio incluido. La comitiva real cenó en El Fogón del Valle, situado en Vielha.

La responsable del mismo, Tatiana Wandurraga, explicaba en el diario ilerdense 'Segre' que desconocía que la reserva que se había hecho era para el monarca, una práctica habitual en este tipo de salidas más privadas: "No supimos que era el Rey hasta que entró por la puerta", explicó, además de dar testimonio gráfico de la visita en sus redes sociales.

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Álvaro Rey

Sin necesidad de deslizarse por las laderas nevadas, el hijo de los Reyes eméritos ha recorrido gran parte de la geografía española últimamente, de restaurante en restaurante, mostrando su cara más amable y desenfadada. Por ejemplo, cuando a principios de este mes visitaba por sorpresa Medinaceli, un pueblo soriano a mitad de camino entre Madrid y Zaragoza, donde la princesa Leonor está realizando su formación militar.

Felipe VI, que almorzó en un restaurante local, realizó esta visita acompañado de un grupo de amigos y, según señaló el alcalde Gregorio Miguel, se mostró “muy agradable” con todos.

Del buen yantar va la cosa, porque el Rey también disfrutó de una opípara comida, esta vez al estilo asturiano, en su visita en solitario al principado en enero. Las fabas con almejas y el pastel de cabracho formaron parte del menú del monarca y sus acompañantes en Casa Lin, una tradicional sidrería de Avilés.

Cuando su agenda se lo ha permitido, también ha disfrutado de la compañía de sus amigos sin salir de la capital. Por ejemplo, le vimos acudir al restaurante italiano Più di Prima, en pleno centro de Madrid. El equipo del restaurante no dudó en compartir en sus redes sociales una imagen junto al distinguido comensal, al que alabaron diciendo: "Es la persona más amable que ha pasado por aquí".

Poco antes, y también junto a sus amistades, se acercaba a probar las bondades culinarias de otro local de moda en Madrid, La Castela, ubicado junto al parque del Retiro. Allí, el grupo degustó los platos que ofrece este conocido restaurante con más de treinta años de experiencia y comensales tan reconocidos como Michelle Obama o Harrison Ford, entre muchos otros.

En aquella ocasión trascendió a los medios que el marido de doña Letizia no pagó nada y fue convidado por sus amigos, que dejaron una propina de 50 euros.

Cerramos los homenajes gastronómicos de Felipe VI sin Letizia recordando su paso por Valencia, donde, obviamente, degustó una paella tradicional. En aquel caso hizo parada en el municipio de Puçol para sentarse a la mesa de El Molí, conocido por sus paellas a leña. La presencia del monarca en las calles del pueblo causó un gran revuelo entre los vecinos.