Meghan Markle y su abrigo de 6.000 euros para comer con la diseñadora de su vestido de novia

Pese a las altas temperaturas que se viven estos días en la soleada Los Ángeles, una Meghan Markle recién llegada de pasar unos días junto al príncipe Harry en Canadá no dudó en lucir un abrigazo de alta gama para acudir a un almuerzo con una de sus grandes amigas: la diseñadora británica Clare Waight Keller, antigua directora artística de Givenchy y responsable del vestido de novia de la duquesa de Sussex.

El lugar elegido para la reunión fue el restaurante Cipriani, uno de los lugares más de moda en Beverly Hills y punto de encuentro habitual de los famosos. Después de realizar una aparición virtual sorpresa para una organización benéfica londinense, estas imágenes han supuesto la reaparición de la exactriz, que no dudó en sonreír a los paparazzi a la salida del local especializado en alta comida italiana.

Cipriani Beverly Hills, que forma parte de la histórica marca de restaurantes italianos de cuarta generación, abrió sus puertas en enero de este año, tras la apertura de otros restaurantes en Venecia, Milán, Nueva York y Las Vegas. No había en esta ocasión ni rastro del príncipe Harry, aunque los medios británicos coinciden en que la pareja quiere aumentar su presencia pública conjunta.

En esta ocasión, Meghan apostó por un abrigo de cachemira de Max Mara que tiene un precio de 5.800 euros, luciendo un bolso a juego en ante de edición limitada y firmado por Cesta Collective, que cuesta 385 euros. También llevaba un jersey negro de cuello alto de Bleusalt, pantalones de Ulla Johnson, zapatos de Aquazzura y gafas de sol de Givenchy.

En 2018, el vestido de novia de Meghan Markle se ganó el favor de los expertos rápidamente y fue muy aplaudido por el público en general. Un modelo sencillo, pero sofisticado, elaborado en cadi de seda blanco (que aporta cuerpo y rigidez), ceñido en la parte central y con escote barco que descubría ligeramente los hombros. De la parte superior caía la tela dando como resultado una falda de silueta 'A' modificada, gracias a la cual se priorizaba la comodidad de la novia y se cedía el protagonismo al velo.

Después de su enlace, la royal lució varios diseños de Clare de Givenchy y recurrió a la marca para que la vistiera en muchos compromisos destacados, incluida su presencia en las carreras de Ascot en junio de 2018 junto a la reina Isabel II.

En diciembre de ese mismo año, Meghan dejó claro lo cercana que es su amistad con la diseñadora cuando hizo una aparición sorpresa en los British Fashion Awards, donde entregó a Clare el prestigioso premio British Womenswear Designer of the Year. Esta dejó Givenchy en 2020 y el año pasado creó una nueva línea asequible junto a la firma nipona Uniqlo.

La aparición sorpresa de Meghan en el restaurante recién inaugurado se produce mientras ayudaba a abrir una nueva ala de una organización benéfica para animales en Londres, con el anuncio de su visita virtual hecha a través de su nueva y un tanto controvertida página web Sussex.com.

En un post publicado en la web, la duquesa de Sussex homenajeó a su difunto amigo Oli Juste, un adiestrador y especialista en comportamiento canino que falleció en 2022. Mientras sus amigos y familiares se reunían para la inauguración de las instalaciones que llevan su nombre, Meghan se emocionó durante su discurso en vídeo al relatar lo devastada que estaba al enterarse de la muerte de su amigo hace dos años. Junto al vídeo compartió una bonita foto de sí misma con un elegante abrigo beis mientras se agachaba para acariciar a un un adorable jack russell terrier.