Alexia de Grecia: siempre al lado de la familia real, siempre fuera del foco

Dos mujeres de mediana edad hacen fotos a las carrozas que participan en el carnaval de Las Palmas. No hay que ser un gran conocedor de la actualidad para identificar rápidamente a una de ellas, porque es muy alta y lleva su pelo rubio recogido en un peinado informal que ya le hemos visto en otras ocasiones, cuando se relaja y muestra su faceta más natural. La infanta Cristina sonríe y se mezcla sin problemas con las más de 120.000 personas que ese día están en las calles. Se deja hacer fotos, la gente la jalea.

La hermana del Rey se encuentra en la calle Albareda con otros amigos, entre los que destaca otra princesa europea a la que están mucho más acostumbrados los canarios. Se trata de Alexia de Grecia, que reside en Lanzarote desde hace décadas con su marido, un arquitecto conejero, y los hijos que aún están en el nido. La señora lleva sangre azul por los cuatro costados al ser hija de Constantino de Grecia y de Ana María de Dinamarca. Nació en el palacio familiar de Mon Repos, en Corfú (Grecia), donde residió hasta que empezó el exilio familiar dos años más tarde. Se ha criado entre Roma, Dinamarca y Londres, y hoy exhibe un suave acento canario cuando habla su perfecto castellano.

Alexia y Carlos Morales se trasladaron a Lanzarote desde Barcelona cuando ya tenían dos hijas, el ambiente les parecía más sano y tenían más lazos familiares. Desde entonces viven fuera del foco y por eso sus escasísimas apariciones públicas generan cierta expectación. Hoy estarán previsiblemente en la misa en memoria de Constantino de Grecia que se celebrará en la capilla de San Jorge del castillo de Windsor, junto al resto de la familia real griega, la reina Camila, los reyes Felipe y Letizia, o el rey Juan Carlos y la reina Sofía. La familia de Pablo y Marie-Chantal de Grecia se encuentra en Londres desde hace días, desde donde han compartido imágenes viendo (perder) al Chelsea.

La última vez que vimos a los cuatro hijos de Alexia de Grecia fue tras fallecer su abuelo Constantino en Atenas, el año pasado. Aunque prefieran no llevar vidas tan públicas como las de sus primos, siempre han cultivado mucho los lazos familiares. Los Morales Grecia han sido habituales en Porto Heli tanto en verano como en la Pascua ortodoxa. En julio de 2022 participaron con el resto de su regia parentela en una reunión organizada por la reina Margarita de Dinamarca y sus hermanas, Ana María y Benedicta, en el palacio de Graasten.

Fue la Casa Real danesa quien desveló la singular reunión familiar, con unas fotografías del encuentro junto a un breve texto: "A lo largo de su vida, la reina Ingrid dejó una gran huella en el castillo de Graasten, y estos días las tres hijas y nietos de la exreina y sus cónyuges se reúnen en el castillo del sur de Jutlandia para una reunión de 'primos y primos'. La reunión está organizada por Su Majestad la Reina, Su Alteza Real la Princesa Benedicta y Su Majestad la Reina Ana María, por lo que casi todos los nietos de Federico IX y la Reina Ingrid están reunidos ahora mismo durante las vacaciones de verano".

Lo cierto es que la infancia de los hijos de Alexia de Grecia y su marido se ha asemejado mucho más a la de su padre que a la de su madre. Carlos Javier Morales Quintana creció en el seno de una familia numerosa de cinco hermanos, hijo de un funcionario y de una auxiliar administrativa. Se crio en uno de los barrios más populares de la isla, Puerto del Carmen. Hasta que se marchó a estudiar Arquitectura a la Universidad Politécnica de Barcelona, su vida transcurrió plácida en una casa frente al mar. Más o menos como ahora.

Su mujer, sin embargo, es hija del último rey de Grecia, Constantino II, que subió al trono a los 23 años tras la muerte de su padre, Pablo I, en 1964. Sin embargo, tras muy poco tiempo en el poder, se vio obligado a huir del país después de que una dictadura militar diera un golpe de Estado en 1967. Los cinco hijos de Constantino y Ana María –Alexia, Pablo, Nicolás, Teodora y Philippos– y sus nueve nietos siguen representando a la desaparecida familia real. Pero mientras unos disfrutan de un elevado nivel de fama internacional como Marie-Chantal de Grecia o su hija Olympia, elegida recientemente como la soltera más cotizada del mundo, parte de la familia ha optado por una existencia más discreta.

Los cuatro hijos de Alexia son estudiantes, deportistas y... poco más se sabe. Tras muchos años sin apenas imágenes de ellos, la familia apareció al completo en la boda de Philippos de Grecia con Nina Flohr en la catedral de la Anunciación de Santa María en Atenas. La imagen de la mayor de los hijos, Arrietta, del brazo de su hermano Carlos y vestida con un diseño verde agua con bordados florales de la firma española Alicia Rueda deslumbró a la prensa internacional.

Hasta ese momento, las reuniones 'familiares' a las que habían asistido con presencia de medios de comunicación no habían sido muchas. La última había sido en 2014, cuando la reina Margarita de Dinamarca celebró una Navidad 'diferente' en Fredensborg rodeada por sus hijos y nietos y los de sus hermanas, Ana María y Benedicta. En pandemia asomaron tímidamente en una videollamada para celebrar la Pascua ortodoxa. Fue entonces cuando pudimos atisbar el gran cambio experimentado en los niños, ya adolescentes, mientras hablaban con Constantino y Ana María de Grecia. “Les hago la comida y les acuesto, no como las princesas de los cuentos”, explicaba Alexia en una de las pocas entrevistas que ha dado en su vida, en 'Vanity Fair'. También dijo que sus hijos detestaban verse en las revistas.

En esa misma charla, Morales hablaba con humor del momento en que conoció a su familia política. "Creo que tuve que tomar una copa antes de conocer a los Reyes y a la familia de Alexia. Fue en Marivent y no debí meter mucho la pata porque me invitaron a volver al día siguiente”, contó Carlos, que ya anunciaba que pretendía criar a su familia en un "entorno tranquilo, no agresivo ni competitivo”.

No siempre fue así. Su segunda hija, Ana María (a ella le gusta que la llamen Anne Marie), nació en Barcelona pero fue bautizada, dos meses después, en el monasterio de Pantanasa, en el Peloponeso griego. La cita familiar significaba mucho más que celebrar el simple sacramento: era la primera vez que el depuesto rey Constantino podía reunir a su familia en su tierra, después de ganar el derecho a volver en los tribunales. En la cita estuvo hasta la reina Sofía, que hizo un paréntesis en sus vacaciones en Mallorca para asistir a la fiesta, en la que el príncipe Pablo de Grecia actuó de padrino de su nueva sobrina.

Carlos Morales y Alexia se casaron un 9 de julio de 1999, en la catedral londinense de Santa Sofía, lejos de la pequeña ciudad donde nació y creció el novio. La princesa llevaba un vestido de Inga Sprawson y una tiara de diamantes de su abuela, la reina Ingrid. Entre los invitados, una generosa representación de la realeza europea y un puñado de lanzaroteños como 'peces fuera del agua'. Aquel enlace bañado de oropel y su inevitable presencia en las citas familiares son las únicas pistas de que, tras 25 años de unión, la pareja y sus cuatro hijos son algo más que un matrimonio de clase acomodada de la isla.