La sorprendente cantidad de dinero que Margarita de Dinamarca gastó al día en 2023

Llega marzo y, con él, el recuento de los presupuestos anuales. En muchas empresas toca hacer balance de lo gastado en el año anterior, y también en algunas casas reales. Es el caso de la danesa, que ha hecho público el dinero que gastó en 2023 la reina Margarita II de Dinamarca, en el que fue su último año de reinado, pues el mismo día 31 de diciembre, en su discurso de año nuevo, anunció su intención de abdicar el 14 de enero, y así lo hizo, convirtiéndose su hijo Federico en el nuevo rey y su esposa, Mary, en la reina.

Según informa 'Seg or Hor', Margarita, quien sigue conservando su título de reina a pesar de la abdicación, gastó 22.793 euros al día en 2023. "Su consumo se disparó el año pasado a un nivel rara vez visto. Así lo demuestran los documentos a los que 'Se og Hor' ha tenido acceso sobre la devolución del IVA de la Casa Real. En 2023, la reina gastó un total de 62.019.412,70 coronas danesas en bienes y servicios sujetos al IVA. Por tanto, las cifras no cubren gastos por salarios u otras cosas que no incluyen el IVA", explica el citado magacín.

Esas 62.019.412,70 coronas danesas equivalen a unos 8,3 millones de euros, por lo que si se divide en los 365 días del año da un total de 22.793 euros diarios. Tal como explica 'Seg or Hor', "se trata de un aumento increíble en comparación con 2022, cuando también batió todos los récords al gastar poco más de 46,5 millones de coronas (6,2 millones de euros). En 2021, gastó 36,8 millones de coronas danesas (4,9 millones de euros).

Pero ¿a qué se debe este aumento en el consumo? El medio ha preguntado por ese incremento a la Casa Real danesa, que no ha tenido problema en responder. "El aumento de los gastos en 2023 se debe a las importantes obras de renovación que la reina Margarita está llevando a cabo en el castillo de Marselisborg en estos años", aseguró a 'Seg or Hor' el director financiero de la Corona danesa, Dan Folke Pedersen.

El Palacio Real de Marselisborg es la residencia oficial de la reina de Dinamarca en los meses de estío y en este lugar también suele pasar la familia real otras fiestas señaladas, como Pascua y Navidad. Recibido con frialdad por parte de la madre de Federico X, fue su marido, el príncipe Enrique, fallecido en 2018, quien no dudó de las posibilidades que esta residencia les ofrecía y, gracias a ello, apostaron por este palacio, reformándolo y modernizándolo hasta convertirlo en el lugar que es hoy día, uno de los más importantes de Aarhus.

La edificación original databa del año 1500 aproximadamente y anteriormente era conocida como Havreballegård. Durante mucho tiempo perteneció a la Corona, pero las luchas de poder del momento, así como las guerras que batallaron, hicieron que esta se endeudara más de lo que se podía permitir. De esta forma, en 1661 cambió de manos y pasó a ser propiedad del comerciante holandés Gabriel Marselis, uno de los mayores acreedores.

Fue su hijo Constantino quien heredó las tierras en 1673 y decidió cambiarle el nombre, optando por el que todavía hoy tiene, que se podría traducir como castillo de Marselis. El nombre es lo único que se conserva del edificio original, pues debido a los constantes cambios de propietario -Constantino murió sin descendencia-, así como a algunos incendios y al inexorable paso del tiempo, tuvo que ser reconstruido por completo.

El último propietario privado de la finca fue Hans Peter Ingerslev y tras su muerte en 1896 fue la ciudad la que se quedó con los terrenos y los edificios. En 1897 se anunció el compromiso matrimonial del entonces heredero al trono; el príncipe Christian planeaba jurarle amor eterno a la princesa Alexandrine. Se quiso agasajar a la pareja con una residencia de verano y el Ayuntamiento de Aarhus se ofreció a poner a disposición de forma gratuita parte del terreno de Marselisborg para este fin. De esta manera, volvía a manos de la Corona danesa.

Años más tarde, Federico IX, padre de la actual reina Margarita, se lo regalaría a su primogénita en 1967, quien por aquel entonces todavía era heredera del trono. Gracias a los fondos que los novios habían recibido como regalo por su enlace, celebrado ese mismo año, pudieron actualizar el palacio y adaptarlo a sus gustos y necesidades, convirtiéndolo así en una de sus residencias. Ahora, la reina ha decidido reformarlo de nuevo.