La princesa Leonor se enfrenta a una semana clave en su formación militar en Zaragoza

La princesa Leonor sigue con su formación militar en Zaragoza sin hacer mucho ruido. La heredera está completamente inmersa en su educación castrense, y de momento, en lo que llevamos de año, solo la hemos visto formando parte de la vida institucional en una ocasión: la Pascua Militar. Desde entonces permanece centrada en sus estudios, al igual que hace la infanta Sofía en el internado UWC Atlantic College, en Gales.

Sus padres, los Reyes, quieren que esa sea la tónica para sus hjas, la de instruirse y recibir la mejor de las formaciones posibles. Y, esta misma semana, la Princesa de Asturias se enfrenta a un reto que ya conoce bien: un nuevo periodo de instrucción.

Los alumnos de la Academia General Militar combinan las clases en las aulas con estos periodos de instrucción en los que tienen que poner todo de su parte, sobre todo físicamente, para superarlos. El último en el que participó Leonor fue del 2 al 9 de febrero, y ahora se enfrenta a uno de nuevo desde este lunes, 11 de marzo, hasta el próximo día 22.

Leonor de Borbón se somete desde este este lunes a actividades físicas de alto nivel de resistencia y cansancio, similares a las que enfrentó al llegar a la ciudad zaragozana en agosto del año pasado o a las de febrero. El último periodo de instrucción de Leonor en Zaragoza está previsto del 27 de mayo al 7 de junio.

La instrucción se lleva a cabo en el Campo de San Gregorio, un centro de formación militar del Ejército de Tierra de España situado en el Acuartelamiento General Quintana. Está pensado para la realización de maniobras de adiestramiento, sobre todo acorazadas y mecanizadas, facilitando instalaciones y medios de simulación virtual.

Durante esta semana, la Princesa de Asturias se acoge a unas normas diferentes. Por ejemplo, el uso del móvil, que en la academia es libre por las noches, está totalmente prohibido. Los superiores limitarán tanto su uso como el contacto con el exterior, asegurando así la plena atención en las actividades físicas organizadas en San Gregorio.

El día a día de Leonor se centra ahora en ejercicios tácticos, prácticas de manejo de armas, formaciones, entrenamiento físico, orientación en el terreno y simulacros de situaciones de combate. En cuanto a las noches, no vuelven a la academia para dormir en sus camas. Lo hacen en el campamento María Cristina, a unos cuarenta minutos a pie del campo de maniobras, para dormir y pasar la noche en tiendas de campaña.

También la comida es distina. Se alimentan con las conocidas raciones de combate: pequeñas cajas de comida envueltas en una bolsa opaca de color caqui, adornada con el distintivo de las Fuerzas Armadas y con un peso aproximado de 700 gramos. Estas raciones incluyen alimentos de larga duración y fácil preparación, mediante una simulación de hornillo, como raciones de carne, embutidos, galletas, enlatados, barras energéticas y bebidas isotónicas.