Una sesión de 40 minutos y retocada dos veces por Kate Middleton: la intrahistoria de la polémica foto del Día de la Madre

Viernes 8 de marzo de 2024. Adelaide Cottage, una pequeña casita en los terrenos de Windsor en la que desde hace más de un año residen los príncipes de Gales con sus tres hijos. Dentro de dos días se celebra el Día de la Madre en Reino Unido, y desde Kensington Palace han llegado al acuerdo de compartir con el mundo una imagen de Kate Middleton, la primera tras la intervención quirúrgica abdominal a la que se sometió en el mes de enero. Las teorías de conspiración sobre el estado de la princesa van 'in crescendo', así que consideran que una nueva imagen podrá calmar los ánimos.

Guillermo y Kate quieren ofrecer una imagen familiar de normalidad, y para ello no llaman a uno de los muchos fotógrafos profesionales en los que suelen confiar. Prefieren que sea una cosa discreta, por lo que es el príncipe de Gales el elegido para tomar la foto. A pesar de que no tiene mucha idea, ya que la que entiende de este tema es Kate, él se encarga de la sesión, que dura cerca de 40 minutos.

La princesa ya se ha encargado de la disposición, de las luces y de las posiciones de sus tres hijos. Ella aparecerá en el centro, sentada, en señal de convalecencia. Su baja médica no terminará hasta después de Semana Santa, por lo que no está recuperada al 100%. Alrededor de ella, George, Charlotte y Louis, muy sonrientes. La actitud de los pequeños es clave para transmitir al mundo que todo está bien y que no hay nada por lo que preocuparse. Que su madre se encuentra mejor y que pronto todo volverá a la normalidad.

Durante más de media hora, Guillermo toma diferentes retratos con una cámara Canon valorada en 2.900 libras. Cuando consideran que ya es suficiente, es Kate quien decide elegir una de esas fotos, la que ella considera que ha quedado mejor, y editarla. Lo hace hasta en dos ocasiones en un ordenador Mac, con el famoso programa Photoshop. Según asegura 'The Times', la edita para "que se viera lo mejor posible", "pensando en sus propios hijos al retocar la imagen".

La foto elegida, y editada hasta en dos ocasiones, se publica el domingo, Día de la Madre, en las cuentas de Twitter e Instagram de Kensington, y se comparte también con las agencias gráficas. "Gracias por sus amables deseos y continuo apoyo durante los últimos dos meses. Deseándoles a todos un Feliz Día de la Madre", escribe la princesa junto al retrato, que pronto se viraliza en redes sociales debido a los fallos de edición que encuentran los usuarios.

El tema sobre la manipulación de la foto llega tan lejos que incluso varias agencias importantes, como AP o Reuters, la eliminan de sus bases de datos, aludiendo a que la imagen tiene serios problemas de edición. Es tal el huracán que se monta alrededor de la foto que a Kensington, en contra de lo que siempre suele hacer que es guardar silencio, no le queda más remedio que justificarse.

Y es la propia Kate la que asume las culpas: "Como muchos fotógrafos aficionados, de vez en cuando experimento con la edición. Quería expresar mis disculpas por cualquier confusión que haya causado la fotografía familiar que compartimos ayer. Espero que todos los que celebran hayan tenido un muy feliz Día de la Madre". Unas disculpas que sirven de poco, pues en las redes se sigue hablando sobre el tema. Nadie entiende los pasos de comunicación de la familia.

Para intentar calmar un poco las aguas en medio de tantas teorías, algunos periodistas pidieron a Kensington que publicara la foto original, sin esos retoques hechos por Kate, algo a lo que se negaron en rotundo. Nunca una foto hecha con la intención de callar bocas había abierto tantas.