Buckingham confirma que Carlos III presidirá la misa de Pascua el domingo: ¿irá Kate Middleton?

Era un secreto a voces, pero por fin tenemos confirmación de Buckingham Palace. Como ya es tradición, el rey Carlos III presidirá la misa de Pascua en el castillo de Windsor, concretamente en la capilla de St. George, la misma en la que se casaron Harry y Meghan Markle y que guarda los restos de la reina Isabel y su esposo. A pesar de estar en pleno tratamiento contra el cáncer que se le diagnosticó el pasado mes de febrero, el monarca no quiere faltar a este servicio religioso que reúne a todo el clan Windsor año tras año.

"Sus Majestades el Rey y la Reina, acompañados por otros miembros de la familia real, asistirán al servicio religioso de Pascua, Castillo de Windsor el Domingo de Pascua", reza el escueto comunicado enviado por Buckingham. Había muchos rumores de que esta sería la ocasión elegida por Kate Middleton para su reaparición tras la operación abdominal a la que se sometió en enero. Y es que, desde hace años, Guillermo, su esposa y sus hijos no faltan a esta cita el Domingo de Resurreción.

Sin embargo, y tras conocerse el pasado viernes la gravedad de la dolencia que sufre Kate Middleton, quien confesó en un vídeo que tiene cáncer, se ha descartado la posibilidad de que acuda al servicio religioso. "No se espera que el príncipe y la princesa de Gales, y sus tres hijos, acudan", ha asegurado el periodista especializado en casas reales Cameron Walker.

Walker también ha afirmado que "debido al actual tratamiento contra el cáncer y a los consejos médicos del rey, se entiende que el servicio se reducirá para limitar el número de personas con las que Su Majestad está en contacto". Una medida de prevención para que Carlos III no se contagie con algún virus que pueda agravar su condición, de la que se desconoce mucha información.

Se sabe que al rey le descubrieron una "forma de cáncer" durante la intervención por un aumento benigno de próstata a la que se sometió en enero, justo pocos días después de que su nuera Kate también pasara por el quirófano. Los médicos vieron algo que no les gustó y tras unas pruebas se confirmó que el rey tenía una enfermedad oncológica, y aunque no se dio a conocer en qué parte del cuerpo, se dejó claro que no era en la próstata.

Desde entonces, Carlos III se ha trasladado a Sandringham, el palacio ubicado en el condado de Norfolk en el que descansa. Una vez a la semana, casi siempre los lunes, el monarca viaja a Londres para el tratamiento, y al día siguiente regresa en helicóptero hasta Sandringham. También se desplaza a la capital cuando tiene que cumplir con algún acto en el que tiene que ejercer como jefe de Estado, las únicas responsabilidades que no ha querido dejar de lado a pesar de su enfermedad.

Carlos III ha buscado consuelo en su fe tras enterarse del cáncer. De hecho, uno de los primeros a los que llamó tras conocer la noticia fue a Paul Williams, un sacerdote muy popular en Sandringham, que cada domingo oficia el servicio religioso en la iglesia de Santa María Magdalena.

Lo cierto es que la familia real británica está viviendo un auténtica pesadilla en cuestiones de salud, con las enfermedades de Carlos III y Kate Middleton. Un día antes de que la princesa de Gales hiciera público su cáncer, ambos estuvieron almorzando en el castillo de Windsor y compartiendo preocupaciones. El encuentro íntimo entre ambos, aseguran las fuentes consultadas, ha logrado fortalecer aún más si cabe el vínculo existente entre Kate y Carlos III, quien no dudó en alabar la “valentía” de aquella tras su comunicado sobre su grave estado de salud.

Una fuente ha añadido a 'The Sun' que tanto el rey como la princesa conversaron en profundidad sobre el tratamiento de quimioterapia que ambos están recibiendo: "El rey salió de su almuerzo muy emocionado. Están muy unidos y él considera a Kate como a una hija. No hay duda de que hay mucho que pueden compartir y pueden apoyarse mutuamente durante sus batallas profundamente personales contra el cáncer".