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Kate Middleton y el motivo de su cambio de estrategia con los medios ante su cáncer: la influencia de Carlos III y un guion propio
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UNA FAMILIA UNIDA

Kate Middleton y el motivo de su cambio de estrategia con los medios ante su cáncer: la influencia de Carlos III y un guion propio

La decisión se tomó hace dos semanas tras comprobar el éxito de la estrategia de comunicación del rey de Inglaterra frente al fracaso comunicacional de la de los Gales

Foto: La princesa de Gales, Kate Middleton, en el vídeo grabado el 20 de marzo en Windsor.
La princesa de Gales, Kate Middleton, en el vídeo grabado el 20 de marzo en Windsor.

Viernes 22 de marzo, siete de la tarde en España, Kate Middleton difunde un vídeo a través de las redes sociales en el que a lo largo de dos minutos y veinte segundos explica que padece cáncer y que se está sometiendo a un tratamiento de quimioterapia preventiva para tratarlo. Sentada en un clásico banco de jardín inglés, pálida, sola y en vaqueros, Middleton se presenta al mundo sin asomo de pompa, apelando a la empatía. Un ser humano explicando a otro el "enorme shock" que ha supuesto enterarse de que padece cáncer (cualquiera que lo haya vivido sabe lo que es) y cómo ha intentado gestionarlo por el bien "de su joven familia".

La princesa, que ha estado en el centro del huracán mediático, lleva dos semanas preparando ese vídeo que hará historia. Ha tomado la decisión de abrirse al mundo alentada por dos factores: uno, el éxito de la estrategia de comunicación del rey Carlos, que ha sido sincero en todo momento con la opinión pública y ha recibido muchos elogios por ello; y dos, las especulaciones sobre su salud y su matrimonio han llegado ya a oídos de sus hijos en la escuela.

El pasado 5 de febrero, el equipo de Carlos III desveló que estaba recibiendo tratamiento para algún tipo de cáncer, sin dar demasiados detalles pero sin ocultar el diagnóstico. Al comprobar la "calidez" con la que la opinión pública acogía la noticia, Kate Middleton se replanteó su decisión inicial de no revelar cuál era su patología real. Según fuentes de palacio en conversación con el 'Times', la princesa decidió emular a su suegro y explicar que tenía esta enfermedad, aunque sin ponerle apellido al cáncer que padece. La fórmula había funcionado con Carlos III y los príncipes de Gales llegaron a la conclusión de que había que seguir el mismo camino para atajar la crisis de imagen de la institución. El peso de la decisión recayó en Kate, que no recibió presiones según estas fuentes.

“Un factor importante en su decisión de hacerlo público fue el afecto recibido por el Rey tras su anuncio", revelan estas fuentes al prestigioso diario británico. "En cierto modo, proporcionó un modelo. Para el Rey, lo primordial era cómo actuar rápidamente para compartir la información con una audiencia de millones de personas, mientras que para la princesa la audiencia principal eran sus tres hijos pequeños y tenía la preocupación de que la noticia de su enfermedad debía llegarles con sensibilidad, en el momento adecuado, de forma apropiada y por supuesto antes que al público en general”.

Al comprobar el éxito de su suegro, la princesa se sintió alentada a dar el mismo paso: contar su enfermedad sin revelar el tipo de cáncer

También el rey Carlos tuvo miedo y dudó sobre si dar una información parcial sobre su salud no sería perjudicial a la postre y daría pie a más especulaciones. La BBC ha revelado estos días que los asesores de Carlos III temieron que Buckingham pudiera levantar críticas al anunciar que el rey tenía cáncer sin proporcionar información más específica sobre el tipo. Sin embargo, la reacción fue “abrumadoramente positiva” y él se mostró “contento de haber podido compartir su experiencia”. Al comprobar el éxito de la estrategia de comunicación de su suegro, la princesa se sintió alentada a dar exactamente el mismo paso: contar su enfermedad sin revelar el tipo de cáncer encontrado por su equipo médico.

placeholder La cobertura mediática en la prensa. (Getty)
La cobertura mediática en la prensa. (Getty)

El vídeo fue grabado por la BBC el miércoles 20 de marzo en Windsor. Desde el principio, Kate quiso que se hiciera así, en pantalla, dando la cara, porque la experiencia pasada con comunicados ambiguos y fotos lejanas no había sido precisamente un éxito. Escribió el texto del tirón y, según ha trascendido, apenas lo ensayó. Tenía claros los mensajes que quería enviar al mundo y solo quiso esperar a que llegaran las vacaciones de Semana Santa de sus tres hijos para soltar la bomba. Así podría protegerlos mejor de la potente cobertura mediática que se les vendría encima.

Un día después de grabar el mensaje en vídeo, Catherine se fue a almorzar con el rey, como desvelaron el 'Sun' y el 'Telegraph'. Carlos III le ofreció su apoyo y vaticinó que la reacción del público sería alentadora. El monarca viajó desde Londres al castillo de Windsor para poder mantener una larga conversación con su nuera en la que le transmitió que la decisión era la correcta, acordaron los tiempos y, al parecer, vivieron momentos muy emotivos. "El Rey salió de su almuerzo muy emocionado. Están muy unidos y él considera a Kate como a una hija. No hay duda de que hay mucho que pueden compartir y pueden apoyarse mutuamente durante sus batallas profundamente personales contra el cáncer".

Un día después de grabar el vídeo, Kate almorzó con el rey. Carlos III le ofreció su apoyo y vaticinó que la reacción del público sería buena

Pero, para explicar cómo una de las mujeres más famosas del mundo se había visto obligada a llegar hasta aquí, hay que remontarse más de dos meses. El miércoles 17 de enero, Kensington Palace reveló para sorpresa de todos que el motivo de que la princesa de Gales no hubiera retomado sus compromisos profesionales después de las vacaciones de Navidad se debía a que un día antes había sido intervenida quirúrgicamente.

placeholder Kate Middleton, con una cámara de vídeo. (Getty)
Kate Middleton, con una cámara de vídeo. (Getty)

"Su Alteza Real la Princesa de Gales ingresó ayer en el hospital para una cirugía abdominal planificada. La cirugía fue exitosa y se espera que permanezca en el hospital entre diez y catorce días, antes de regresar a casa para continuar con su recuperación. Según los consejos médicos actuales, es poco probable que regrese a sus funciones públicas hasta después de Semana Santa", decía el comunicado. "El príncipe de Gales ha cancelado numerosos compromisos oficiales mientras Kate está en el hospital para cuidar a la princesa y sus 3 hijos. También reducirá sus deberes públicos durante su recuperación".

La reacción inicial de la opinión pública fue de sorpresa y respeto, pero poco a poco esa consideración por la intimidad de la princesa fue dando paso a una auténtica vorágine de desinformación a la que contribuyeron (contribuimos) medios de todo el mundo. El 4 de marzo, el portal estadounidense 'TMZ' publicó la primera imagen de Kate Middleton a bordo de un coche que conducía su madre. La imagen era tan borrosa que comenzaron las especulaciones sobre si se trataba realmente de ella o era alguien que se le parecía mucho. El Día de la Madre en Reino Unido, el 10 de marzo, Kensington contraatacó con un posado de Kate y sus tres hijos que resultó estar manipulado digitalmente. El 18 de marzo, de nuevo 'TMZ' y el 'Sun' publicaron un vídeo de Kate y Guillermo yendo a comprar a una tienda en Windsor, una especie de 'prueba de vida'. Paralelamente, la Clínica de Londres revelaba que algún miembro de su personal había intentado tener acceso al expediente médico de Middleton.

"Cuando la prensa la acosaba, me decía: 'Paddy, no quiero molestarte, pero hay paparazzi afuera'. No armaba un escándalo, pedía ayuda"

Era la tormenta perfecta, pero la decisión estaba tomada desde el famoso patinazo del Photoshop. En realidad, Kate Middleton debió de tomar conciencia de que su vida había dejado de ser solo suya desde los albores de su relación con el futuro rey de Inglaterra. Estos días, Paddy Harverson, exsecretario de prensa del rey, contaba en la BBC una anécdota para ilustrarlo: "De vez en cuando, cuando la prensa la acosaba al principio de conocerse, me llamaba en medio de la noche y me decía: 'Paddy, no quiero molestarte, pero hay paparazzi afuera' o 'hay hombres en un coche persiguiéndome por Londres'. No armaba un escándalo, se lo tomaba con fortaleza y pedía ayuda, así que confío en ellos, superarán esto".

placeholder El vídeo de Kate en un móvil. (Gtres)
El vídeo de Kate en un móvil. (Gtres)

Además, no es la primera vez que Kate se enfrenta a los arañazos invasivos de los medios de comunicación y los trolls. Le pasó cuando estaba embarazada del príncipe George en diciembre de 2012 y fue hospitalizada por náuseas matutinas extremas. Mientras dormía en la habitación, una emisora ​​de radio de Australia llamó a la centralita del hospital haciéndose pasar por la reina. Transmitieron los comentarios de la enfermera sobre las “arcadas” de Kate. Una broma muy pesada.

Algunos dicen que el Palacio de Kensington “se lo buscó” por su estrategia de comunicación fallida. Lo cierto es que tanto la difunta reina Isabel como su marido, el duque de Edimburgo, se debilitaron poco a poco ante los ojos de la opinión pública sin que nadie diera demasiadas explicaciones de las patologías que padecían. Su padre, el rey Jorge VI, murió sin revelar que padecía cáncer de pulmón. Está claro que algo ha cambiado.

Viernes 22 de marzo, siete de la tarde en España, Kate Middleton difunde un vídeo a través de las redes sociales en el que a lo largo de dos minutos y veinte segundos explica que padece cáncer y que se está sometiendo a un tratamiento de quimioterapia preventiva para tratarlo. Sentada en un clásico banco de jardín inglés, pálida, sola y en vaqueros, Middleton se presenta al mundo sin asomo de pompa, apelando a la empatía. Un ser humano explicando a otro el "enorme shock" que ha supuesto enterarse de que padece cáncer (cualquiera que lo haya vivido sabe lo que es) y cómo ha intentado gestionarlo por el bien "de su joven familia".

Kate Middleton
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