El misterioso viaje de la infanta Cristina a Vitoria esta Semana Santa: "Se trata de algo íntimo"

En la primera Semana Santa que pasa oficialmente divorciada, la infanta Cristina ha querido estar cerca de su familia, y eso incluye, en este caso y de forma sorprendente, a Iñaki Urdangarin. El padre de sus hijos vive en Vitoria y hasta allí ha viajado la infanta Cristina esta semana. Un viaje misterioso y secreto.

La Infanta ha ido a la capital vasca para recoger a su hijo Miguel, que tiene una lesión en la rodilla a raíz de un accidente de esquí y no puede conducir. Pero es que no solo ha ido a Vitoria y ha vuelto en el mismo día, sino que ha ido y se ha quedado una noche en la ciudad. ¿A qué se debe este misterioso viaje?

Vanitatis ha preguntado a fuentes del entorno de la Infanta, personas que la conocen bien y suelen informar de sus movimientos y de su estado, y en este caso prefieren no dar más explicaciones. Se trata de “una cuestión íntima”, declaran, y recuerdan que Iñaki Urdangarin es el padre de sus cuatro hijos. Por este motivo, dan la callada como respuesta. Eso sí, señalan que ambos forman una expareja que no se lleva mal y que, sobre todo, tratan de llegar a ententes por esos cuatro hijos, lo más importante para los dos.

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La infanta Cristina llegó a España tras pasar unos días en Colombia en un viaje de cooperación como directora del Área Internacional de la Fundación La Caixa. Después estuvo en Barcelona un par de días, donde acompañó a su segundo hijo, Pablo, en uno de sus partidos con el Fraikin Granollers. Y aprovechó, además, para bendecir la palma en la iglesia de San Odón, en el barrio de Pedralbes. En estos momentos está en Madrid, y cuando preguntamos el día exacto del viaje a Vitoria tampoco lo indican. Lo que sí confirman todas las fuentes consultadas es que doña Cristina recogió a su hijo Miguel, que estaba pasando unos días con su padre.

Juntos en Madrid

En estos momentos, tanto Miguel como la infanta Cristina están en la capital, decíamos, donde pasarán la Semana Santa con la reina Sofía, quien ha decidido no volver a Palma después de estar en Málaga este miércoles. La Reina madre prefiere estar en Madrid con su hija y su nieto, a quienes ve muy poco.

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Una de las salidas que tienen planeadas estos días es acudir a la procesión del Cristo de los Alabarderos, este viernes por la tarde. La de los Alabarderos, procesión a la que solía acudir la infanta Elena, es una de las procesiones con más solera de la capital: son los miembros de la Guardia Real quienes sacan en procesión al Cristo en el centro de Madrid, cerca de la plaza Mayor. Y allí estará, si no hay imprevistos, la reina Sofía y, con toda probabilidad, su hija Cristina.

El domingo por la noche, la hija de los Reyes eméritos tiene planeado volver a Ginebra, donde se quedará unos días junto a Miguel, quien está pendiente todavía de saber si deben operarle por su lesión en la rodilla. El joven sufrió un accidente mientras esquiaba en los Alpes suizos, donde ha seguido un curso de monitor de esquí.

Ocupado

Miguel optó por trasladarse de Londres a Ginebra el pasado mes de octubre, justo cuando su hermana Irene decidió que se iría en enero de cooperante a Camboya. Así pues, en diciembre, el joven estaba viviendo en Ginebra y siguiendo el cursillo de monitor de esquí, uno de los motivos que le impidió asistir a la fiesta del 60º cumpleaños de la infanta Elena. Miguel Urdangarin fue una de las grandes ausencias en la fiesta familiar, porque allí se congregaron todos los miembros de la familia real y la familia del Rey, a excepción del citado Miguel, y de la princesa Leonor y la infanta Sofía.

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El encuentro sirvió para mostrar que la relaciones familiares se han normalizado, algo que complace profundamente a todos ellos porque les permite seguir con su vida sin conflictos. Y así, sin conflictos, es como la infanta Cristina ha vuelto a su casa, al palacio de la Zarzuela, lugar que dejó de visitar durante años por el ‘cordón sanitario’ impuesto a su entonces marido por el caso Nóos. Ahora pasa incluso parte de la Semana Santa después de haber viajado de manera íntima, privada y misteriosa a Vitoria.

¿Bidart?

Cabe recordar que, en el acuerdo de divorcio que firmó con Urdangarin, doña Cristina incluyó el piso que ambos compraron un Bidart, pero que no está a nombre de ninguno de ellos. No lo estaba al menos el pasado mes de enero, cuando Vanitatis tuvo acceso a los documentos del Registro de la Propiedad de Francia y pudimos comprobar que ninguno de los dos aparecía como propietario de inmueble alguno en territorio francés.

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¿Puede que este viaje haya servido para cerrar algunos flecos? O simplemente doña Cristina aprovechó que iba a buscar a su hijo y se encontró con algún amigo, ¿o algún miembro de la familia Urdangarin, como su exsuegra? Lo que sabemos es que nadie quiere hablar de la visita y la califican de “demasiado íntima” como para dar detalles.