La reina Sofía, baño de multitudes en Málaga: junto a Almeida y Antonio Banderas y rodeada de legionarios

Ni la lluvia ni el viento han impedido que la reina Sofía cumpliera con una de sus ilusiones de las últimas semanas: presenciar junto a varios miles de personas la ceremonia del traslado en Málaga este Jueves Santo del Cristo de la Buena Muerte.

Una tradición casi centenaria que doña Sofía no había visto nunca en persona. Aunque su hijo, el rey Felipe, fue testigo en 1996 cuando aún era Príncipe, lo cierto es que hasta hoy ningún miembro de la familia real había vuelto a acudir a este acto que cada año traslada y entrona al también conocido como Cristo de Mena a hombros de los legionarios hasta su trono procesional.

No será hasta las 19:45 horas, si la lluvia lo permite, cuando salga de su Casa Hermandad para procesionar junto a los legionarios por algunas de las principales arterias de Málaga.

Una mañana de emociones

Puntual y provista de una capa para protegerse del viento y un paraguas para intentar aplacar la lluvia, la Reina emérita ha llegado al Atracadero Dique de Levante (ADL) en compañía de su hermana, la princesa Irene. José Luis Martínez-Almeida, alcalde de Madrid, y su prometida, Teresa Urquijo, también estaban presentes. Quizá para rezarle al Cristo que todo salga a pedir de boca en su matrimonio. Se casarán el próximo 6 de abril.

Doña Sofía, visiblemente emocionada, ha escuchado cómo entonaban los legionarios el ‘Novio de la muerte’ antes de desembarcar del buque Contramaestre Casado de la Armada.

Más tarde también ha pasado revista a las tropas con orgullo. Una ceremonia que rara vez la vemos protagonizar por no participar en solitario en actos castrenses. Al ser la máxima autoridad civil o militar presente, ha recaído en ella el hacerlo en este día tan señalado para este cuerpo de las Fuerzas Armadas españolas.

“Para la Legión es un tremendo orgullo y un honor tener aquí a nuestra Reina”, ha declarado un legionario a pie de calle a Televisión Española.

Tras varios aplausos, vivas y buenas palabras, doña Sofía ha abandonado el puerto para poner rumbo en su coche oficial hasta la plaza de Fray Alonso de Santo Tomás, donde estaba previsto que continuaran los actos solemnes en la iglesia de Santo Domingo. Un lugar en el que cientos de personas aguardaban la llegada del Cristo entre los que destacaban rostros tan conocidos como los de Antonio Banderas y su hija, Stella del Carmen, y Los del Río, entre otros.

Una Semana Santa muy diferente a la de años anteriores para la Reina emérita. Acostumbrados a verla disfrutando de estos días en Palma, donde es relativamente habitual contemplarla deleitándose con alguna procesión por el casco antiguo de la ciudad, este año ha cambiado de planes para vivir nuevas experiencias y darse, ya de paso, un auténtico baño de multitudes.