El Domingo de Pascua de Carlos III y su familia: sonrisas, color verde esperanza y grandes ausencias

El Domingo de Pascua es una fecha que suele reunir a la familia real británica cada año para acudir al tradicional servicio religioso que en este 2024 ha sido marcado por circunstancias familiares muy complicadas.

El año pasado, el monarca encabezó la procesión familiar, caminando hasta la Capilla de San Jorge, en Windsor, donde se unieron a él los príncipes de Gales y sus tres hijos.

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Álvaro Rey

Este año, sin embargo, la puesta en escena ha cambiado mucho. Debido a su delicado estado de salud, pues el rey se encuentra en pleno proceso del tratamiento de quimioterapia que comenzó a principios del mes de febrero, Carlos III ha realizado una aparición que era muy esperada, ya que es la primera oficial que realiza desde que comenzó su tratamiento y supone una "señal de que las cosas van en la dirección correcta", según informó una fuente de Palacio a 'The Telegraph'.

La imagen pública del rey siempre resulta tranquilizadora para sus seguidores. Además, es la primera aparición de Carlos III desde que su nuera, Kate Middleton, anunciara al mundo que también padece cáncer. Ella, su esposo y sus hijos, George, Louis y Charlotte, han sido los grandes ausentes este año. En 2023, el servicio religioso supuso el debut del pequeño Louis, pero esta vez los fanáticos de los príncipes de Gales se quedaron con las ganas de ver a Kate y su familia reunida en esta fecha.

El monarca se ha mostrado tranquilo y feliz a su llegada a la iglesia. Algunos fanáticos congregados en el lugar le han felicitado las Pascuas, a lo que él ha respondido con una sonrisa en su rostro.

Este año, Carlos III no ha encabezado la procesión familiar caminando, como en ocasiones anteriores, y ha preferido llegar en su limusina Bentley de color marrón.

Una vez en el interior de la iglesia, el hijo de Isabel II se ha sentado junto a su esposa, la reina Camila, pero alejados ambos del resto de los miembros de la familia que les han acompañado debido al riesgo de cualquier posible infección.

La reina Camila ha lucido para la ocasión un vestido verde botella de Anna Valentine con falda plisada que ha combinado con una chaqueta tipo capa de color negro y botas altas del mismo color. Ha completado el look con guantes de cuero negro, bolso acolchado de Chanel y un sombrero verde de ala adornado con motivos curvos elaborados con terciopelo de Philip Treacey. Ha destacado en su estilismo un broche de esmeraldas y diamantes perteneciente a la Reina Isabel.

Los problemas de salud que golpean a la monarquía británica han obligado a la institución a dar visibilidad a uno de los miembros de la casa real más controvertidos. El príncipe Andrés ha encabezado este año la procesión del resto de familiares que han acudido a la iglesia. Lo ha hecho junto a su esposa, Sarah Ferguson. El protocolo real obliga a que así sea, a pesar de que el príncipe Eduardo fue señalado como la figura preferente durante el tratamiento de su hermano Carlos. Sin embargo, el príncipe Andrés tiene precedencia como octavo en la línea de sucesión al trono, según han explicado los expertos reales consultados por medios británicos.

Al príncipe Andrés y a Ferguson se han unido la princesa Ana y su marido, el almirante Sir Timothy Laurence, así como el duque y la duquesa de Edimburgo.

Tanto la hija de Isabel II como Sarah Ferguson han lucido atuendos muy conjuntados con el de la reina Camila, ya que ambas se han decantado también por el color verde.

Tras el servicio religioso, Carlos III y Camila no han asistido a una recepción ni han organizado un almuerzo familiar privado, según informa el 'Sunday Express', por prescripción médica.