Así vivió don Juan Carlos la boda de Almeida: del gentil gesto con el novio a un microbús rumbo a la fiesta

Uno de los platos fuertes de la boda de José Luis Martínez-Almeida y Teresa Urquijo ha sido, sin duda, la presencia de don Juan Carlos, que acudió como invitado junto a parte de su familia.

El enlace supuso el regreso a España del emérito y su reaparición en nuestro país. El padre de Felipe VI no quiso faltar a esta cita, ya que es primo de la abuela materna de la novia, Teresa Urquijo.

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P. Izquierdo

Don Juan Carlos se reunió en la iglesia de San Francisco de Borja con sus hijas, las infantas Elena y Cristina, sus nietos, Victoria Federica, Froilán y Juan Urdangarin, y posteriormente coincidió con la reina Sofía, que fue la gran ausente en la ceremonia, ya que acudió directamente al posterior convite celebrado en la finca El Canto de la Cruz.

El emérito llegó al templo por su cuenta, separado del resto de su familia. Lo hizo a bordo de un coche, acompañado de Vicente García-Mochales, teniente coronel de la Guardia Civil, jefe de seguridad de don Juan Carlos y su hombre de confianza.

La infanta Elena llegó en compañía de sus hijos en otro vehículo, al igual que la infanta Cristina, que se desplazó hasta el lugar en compañía de su hijo Juan.

Enfundado en un traje azul marino que combinó con una corbata fucsia, don Juan Carlos apareció media hora antes de que comenzara la ceremonia. En la puerta, un Almeida nervioso y emocionado, acompañado de familiares de la novia, Teresa Urquijo, le esperaba para recibirle.

A pesar de que existía una puerta trasera adaptada para personas con movilidad reducida, el padre de Felipe VI, que tiene visibles problemas para caminar, decidió entrar a la iglesia por la puerta principal, que cuenta con varios escalones que subió con dificultad, para saludar al novio y para que las cámaras pudieran grabar este momento tan reseñable en la vida de Almeida.

El emérito camina ayudado por un bastón, pero en el momento de posar para los fotógrafos quiso hacerlo sin este objeto del que ya no se separa nunca y por el cual protagonizó una de las anécdotas del día. Hubo un momento, durante el recibimiento del alcalde de Madrid al emérito, que el bastón se cayó al suelo. Almeida no tardó en agacharse rápidamente para recogerlo.

Una vez dentro de la iglesia, los novios habían reservado a don juan Carlos un asiento destacado. El padre de las infantas Elena y Cristina se sentó en primera fila para disfrutar de la ceremonia.

Una vez finalizada, el emérito protagonizó una de las fotos más destacadas de la jornada, reunido con sus hijas y sus nietos en la puerta de la iglesia.

Tras el posado familiar, todos los miembros de la famlia real presentes en el enlace de José Luis Martínez-Almeida y Teresa Urquijo se montaron juntos en un microbús que los trasladó hasta la finca donde tuvo lugar el banquete y la posterior fiesta que se alargó hasta la madrugada.