Del empático gesto de la reina Letizia a la intensidad del saludo con la infanta Cristina: el lenguaje corporal de la Familia Real en el funeral de Fernando Gómez-Acebo

La capital de nuestro país se ha convertido este fin de semana en el emplazamiento en el que la Familia Real se ha reencontrado en diferentes ocasiones. Sin embargo, los dos eventos o actos por los que se han reunido han sido muy diferentes entre sí. Primero, la boda de José Luis Martínez-Almeida y Teresa Urquijo. Una gran celebración en la que don Juan Carlos, las infantas Elena y Cristina y algunos de sus hijos arroparon al alcalde en la llegada a la iglesia. La reina Sofía acudió directamente a la finca de El Canto de la Cruz, propiedad de la abuela de la novia.

Sin embargo, el motivo que hoy ha hecho que estén todos juntos ha sido bien distinto. Hace poco más de un mes que se conocía la inesperada noticia de la muerte de Fernando Gómez-Acebo a los 49 años. Una dolorosa pérdida para la Familia Real y en la que ya vimos a los reyes Letizia y Felipe y a las infantas, entre otros, mostrando su cariño por la familia y en este caso, sus primos carnales. Un mes después, se ha celebrado en la Iglesia Catedral de las Fuerzas Armadas de Madrid una misa funeral en honor de Fernando.

Una misa a la que han acudido Felipe y Letizia, los eméritos, Juan Carlos y Sofía, con gran complicidad en el interior de la misa, las infantas Elena y Cristina y Felipe Froilán con su hermana, Victoria Federica. En ese sentido, para intentar arrojar luz sobre el vínculo y relación que une a los miembros de la Familia Real a través del lenguaje corporal de los protagonistas en el evento, desde Vanitatis hemos consultado a Cristian Salomoni, director del Instituto Internacional de Análisis de la Conducta y experto en comunicación no verbal, que ha analizado detenidamente los vídeos de las interacciones entre todos ellos.

Lo primero que pone de relieve el experto es que, a pesar del tipo de evento en el que este reencuentro se ha producido, "es un acto en el que se mezcla lo protocolario y el aspecto familiar", pues tal y como señala Salomoni, a pesar de ser la Casa Real, no dejan de estar en el funeral de un sobrino, primo... Por eso, pone el foco en la entrada del rey Felipe y doña Letizia a la iglesia, en donde los gestos de cariño entre familiares se combinan con el protocolo propio del rango de los presentes.

"Cuando entra el rey, claramente hay unos gestos, unos abrazos, muy típicos entre las familias que están, desgraciadamente, en un funeral de un ser querido. Abrazos, golpecitos en la espalda... Pero siempre hay ese protocolo, ese respeto, esa pertenencia a la Casa Real", subraya sobre esta mezcla entre lo familiar y lo real, y pone de ejemplo la reverencia de los hermanos de Fernando ante la llegada del emérito.

Otro de los gestos que el experto y las cámaras que cubrían el acto no han pasado por alto es el hecho de que la reina Letizia haya tenido un detalle muy cercano con el hijo de Fernando Gómez-Acebo. "Claramente, la reina Letizia, que es madre y puede imaginarse lo que está pasando esta familia, una de las primeras cosas que hace es agacharse y saludar al hijo. Es algo que ella sabe por qué es una fantástica madre y lo primero que hace es empatizar. Se pone a la misma altura para comunicarse con ese niño. Se ve una vez más la parte más empática y de madre de la reina. Es un acto comunicativo muy importante", explica desde su punto de vista.

Esto es lo que Salomoni explica como raporrt y que hace referencia al hecho de ponerse a la misma altura que la otra persona para buscar la sintonía, en este caso con los niños, en términos psicológicos. Asimismo, el experto también ha centrado su atención en el papel que doña Sofía ha tenido como apoyo de Juan Carlos y el resto de la familia en esta tarde. En ese sentido, la reina emérita llegaba en el mismo coche que don Juan Carlos, aunque iniciaba el recibimiento con los hermanos de Fernando por separado y un poco antes que su marido. En el interior de la iglesia, se situaba junto a sus hijas y don Juan Carlos para despedir a Fernando sentidamente.

Otra de las imágenes de la tarde es aquella en la que el cariño y atención de doña Sofía se ha puesto de relieve al preocuparse, en un momento dado, por la infanta Margarita. Un gesto que Cristian Salomoni interpreta de la siguiente forma: "Se ve como intenta manejar toda su familia e intenta ayudar en los pasos de los demás, como buena matriarca que es".

Diferentes saludos: intensidad y naturalidad

Además, Cristian Salomoni advierte las diferencias entre los saludos que profieren las infantas Elena y Cristina a sus primos, los hermanos de Fernando Gómez-Acebo. Así, según explica el experto, mientras que en el de la infanta Cristina se puede apreciar mucha intensidad, en el de la infanta Elena destaca la naturalidad y quizá menos formalidad de ese momento.

"La llegada de la infanta Cristina es muy bien recibida. El abrazo que hay es duradero por parte de Simoneta Gómez-Acebo. Se abrazan y dura muchísimo. Por eso podemos decir que esa demostración de afecto es muy fuerte", explica sobre el momento en que la infanta Cristina se saluda con sus primos a su llegada a la iglesia.

Por otra parte, con otro tipo de saludo diferente, la sintonía entre la infanta Elena y sus primos se hace totalmente patente a ojos de Salomoni. "Es mucho más sencillo, es más espontáneo, natural... Más alegre y más informal". En ese sentido, sobre el hecho de que muchas personas en los funerales mantengan conversaciones distendidas, o muestren su sonrisa, señala que se trata de un mecanismo de catarsis muy común a nivel psicológico en este tipo de actos.

"Gracias a esa reacción de sonreír, reírse, podemos aliviar esa tensión negativa que tenemos nosotros culturalmente asociados a los funerales", aduce sobre el saludo de la infanta Elena.