El cambio de estrategia de Kate Middleton y el príncipe Guillermo con respecto a las fotos de sus hijos: ¿miedo o castigo?

Este martes veíamos cómo los príncipes de Gales decían adiós a toda una tradición. Gracias a la imagen que publicaban de benjamín, el príncipe Louis se confirmaba el cambio de estrategia del príncipe Guillermo y Kate Middleton con respecto a las fotos de sus hijos. La pregunta es ahora a qué obedece esta decisión, que unos han interpretado como un castigo a los medios y otros como el miedo a ser escrutados de nuevo.

Para explicar esto tenemos que remontarnos hasta hace unos años, cuando, en lugar de dejar en manos de un fotógrafo experimentado los retratos de sus hijos, la propia Kate Middleton se puso tras la cámara para captarlos. Mataban así dos pájaros de un tiro: por un lado, la princesa de Gales ponía en práctica la afición de la que tanto disfruta; por otro, controlaban ellos mismos el contenido de la imagen y hacían que George, Chalotte y Louis estuvieran más cómodos.

Esta decisión no la aplicaron solo a los cumpleaños de los tres pequeños, ya que también celebraban así el Día del Padre, el Día de la Madre o incluso fue Kate la que se puso tras la cámara en los primeros retratos de una recién nacida Charlotte.

Pero en el caso de los cumpleaños, había una estrategia marcada. El día previo a la fecha en cuestión, publicaban la foto del protagonista del día a las 22:30 británicas, en deferencia a los medios impresos, que así tenían tiempo para llevar la imagen, habitualmente firmada por la propia Kate Middleton, en sus portadas en papel.

Por eso, este lunes esperábamos que a las 23:30 españolas pudiéramos ver la foto. Y no era solo un retrato deseado para comprobar el cambio de Louis, siempre protagonista de titulares, sino porque la imagen en cuestión era más que significativa. Era la primera que compartiría la princesa de Gales tras anunciar que padece cáncer, pero, aún más importante, la primera realizada por ella tras el escándalo del Photoshop que se originó por la foto que compartió para celebrar el Día de la Madre.

Quizá conviene, en este punto, recordar brevemente a que se debió ese escándalo. El 10 de marzo, a través de las redes sociales de Kensington Palace, se publicaba una fotografía de la propia Kate Middleton con sus tres hijos. Era la primera oficial desde que se apartara de la agenda pública por su operación abdominal y con ella se pretendía tranquilizar al público y rebajar los rumores de que algo muy grave pasaba a la princesa.

Pero no solo no lo consiguió, sino que generó una grave polémica. No tardaron en surgir los primeros indicios de un posible retoque, que se confirmaron primero por las grandes agencias, que no dudaron en retirar la imagen de su stock. Después, lo corroboró la mismísima Kate, alegando que le gustaba practicar con programas de edición gráfica y pidiendo disculpas por la posible confusión.

A pesar de las disculpas, el daño estaba hecho y la veracidad de la Corona muy tocada, ya que muchos se preguntaban qué más podrían ocultarnos si habían sido capaces de manipular una foto a priori tan inocente.

De ahí que la foto por el cumpleaños de Louis fuera tan esperada, aunque no se contaba con el cambio de estrategia impuesto por Guillermo y Kate. Porque, en lugar de publicar la imagen a última hora del lunes para que los periódicos en papel pudieran llevarla este martes en su portada, la distribuían a mediodía y con un mensaje que hacía ver que no era para la prensa, sino para el público: "Gracias por los buenos deseos".

Ahora bien, como decíamos, este cambio de rumbo ha sido interpretado de dos formas. Muchos han considerado que ha sido un castigo a los medios. Los mismos que se autoimpusieron la ley del silencio para respetar la privacidad de la princesa en un momento muy delicado de su salud fueron los que luego cargaron contra la pareja por utilizar 'Photoshop' en una imagen, con titulares de lo más demoledores.

Otros creen que el 'timing' de la publicación y la propia foto del príncipe Louis obedece más al miedo a volver a sufrir las críticas. Una teoría que se apoyaría en el contenido de la imagen. Porque a diferencia de otras ocasiones, en las que se comparten varios retratos y diferentes planos, en esta ocasión es solo uno y con un plano tan cerrado que no da lugar a interpretaciones ni a la posibilidad de que pueda haber sido retocada.

Cierto es que puede haber sido algo casual, pero no podemos negar que los antecedentes hacen pensar que la imagen, su horario y la forma de distribuirla han sido aspectos más que pensados por los príncipes de Gales. Tenemos que esperar al próximo día 2 de mayo, fecha del cumpleaños de la princesa Charlotte, para saber, por fin, a qué obedece este cambio de estrategia y el fin de esta tradición, a la que solo han faltado una vez para unirse a una protesta digital contra el racismo.