Máxima de Holanda y el arte de reciclar: la reina rescata por octava vez este total look rojo que cambia según sus accesorios

Día ajetreado en las agendas de la realeza europea. Si Mary y Federico escogían este 25 de abril para la publicación de sus primeras fotografías oficiales como reyes, sus homólogos no daban tregua a un sinfín de actos oficiales. Mientras Felipe VI se desplazaba hasta Santander para presidir la cuarta edición del Tour de Talento, Matilde de Bélgica acudía a un simposio en Bruselas, por otro lado, el príncipe Guillermo visitaba una escuela de primaria del Reino Unido y, a la par, Máxima de Holanda inauguraba un restaurante social en Ámsterdam.

En solitario, la reina de los Países Bajos acudía a esta nueva ubicación de la asociación ‘A Beautiful Mess’, cuya labor se centra en la participación e inclusión de las personas de origen refugiado. Así, el evento comenzaba con la celebración de una mesa redonda, donde se han discutido temas de relevancia como el papel de los programas de aprendizaje y los trabajos remunerados. Posteriormente, Su Majestad ha recorrido el edificio y ha hablado personalmente con los beneficiados por el proyecto.

Para la ocasión, Máxima ha rescatado uno de sus estilismos más alabados y también repetidos. Es más, tras esta aparición, la esposa de Guillermo Alejandro lo ha lucido en un total de ocho ocasiones desde que lo estrenase allá por 2015. Se trata de un total look rojo dos piezas firmado por una de sus marcas de cabecera, la capitaneada por el belga Edouard Vermeulen, Natan; que también lució hace semanas durante la visita de Estado de don Felipe y doña Letizia con una apuesta ‘fashion’ muy similar.

De nuevo, la simbiosis entre este vestido de corte midi con manga tres cuartos con una pequeña abertura, cuello redondo y una superposición asimétrica en el corpiño, que termina en un volante en la zona de la falda de silueta fluida, y un abrigo tipo capa oversize de remate acampanado a conjunto, han sido sinónimo de éxito.

No obstante, a pesar de su continua repetición, Su Majestad consigue dar al estilismo un toque diferencial en cada una de sus apariciones, debido a un inteligente uso de los accesorios. En esta ocasión, ha prescindido de sus guantes cortos de piel, su tocado tipo Jackie y sus salones de franjas semitransparentes para apostar por un modelo similar de ante de Giavinto Rossi, un clutch tipo sobre de efecto piel de serpiente, unos pendientes de pompones joya, combinación de pulseras y anillos de plata y oro y una pamela de fieltro de ala ancha.

Un complemento que, 24 horas más tarde, le ha vuelto a jugar una mala pasada. Ayer mismo, Máxima de Holanda era fotografiada con un sombrero similar de la diseñadora belga Fabienne Delvigne, el cual estuvo a punto de salir volando a consecuencia del mal tiempo en los Países Bajos que parece no dar tregua. Hoy, se ha repetido la jugada.

Aún así, con tal decisión la esposa de Guillermo Alejandro se ha consolidado como una de las grandes referentes en el arte de reciclar y el 'slow-fashion'. ¿El motivo? Es completamente habitual en ella que saque de su armario un abrigo de hace veinte años o un estilismo de invitada de 2003.