Paul Lambrino: quién es el príncipe europeo detenido por corrupción, soborno y blanqueo

Si hablamos de royals polémicos, el protagonista de esta historia puede estar en los primeros puestos del ranking. Porque este príncipe europeo ha sido detenido por corrupción, blanqueo de dinero, tráfico de influencias y soborno. Un currículum digno de cualquier guion de película, con el añadido de que él mismo reivindica pertenecer a la realeza, aunque en este último término no están de acuerdo sus familiares.

Estamos hablando de Paul Lambrino, nieto de Carol II de Rumanía, cuya vida de escándalos y desenfrenos le llevaron a renunciar al trono y dejarlo en manos de su único hijo legítimo, Miguel de Rumanía, primo a su vez de la reina Sofía. El otro hijo, fruto de su primer matrimonio con Zizi Lambrino, que nunca fue reconocido como legal, fue Carol Mircea Lambrino, que nació en 1919.

Ni él ni su hijo, Paul Philippe, fueron reconocidos por el rey Fernando, padre de Carol, II, como miembros de la Casa Real y por tanto, herederos de títulos, bienes o derechos sucesorios. Pero Paul Lambrino no se resignó y reclamó sus derechos reales en los tribunales, que finalmente le dieron la razón en 2012, cuando el Tribunal Superior de Rumanía lo reconoció oficialmente como heredero de Carol II.

Precisamente, esta situación es el mayor argumento de Paul Lambrino para defenderse ante el juez de las acusaciones de tráfico de influencias, sobrono y blanqueo de capitales. Según la justicia, pertenecía a un grupo criminal que buscaba restituir de forma ilegal las propiedades y bienes confiscados por el antiguo régimen comunista a la familia real.

Según la orden de detención, trabajó con esta banda ilegal entre 2006 y 2013 para recuperar grandes parcelas de terreno pertenecientes al Estado y otros bienes, todo valorado en 145 millones de euros. Unas actividades por las que fue condenado en 2020 a tres años de prisión. Pero cuál fue la sorpresa de los agentes al ir a detenerlo al encontrar que no estaba en su domicilio.

Se emitió entonces una orden de arresto europea gracias a la que se dio con él en Francia, donde estuvo en prisión preventiva antes de salir en libertad bajo fianza. Defectos en el procedimiento impidieron que fuera extraditado a Rumanía, además de la defensa de su abogado, que insiste en que su detención es una "venganza de la familia real" por ser el legítimo heredero.

Finalmente, Paul Lambrino fue detenido de nuevo este fin de semana en Malta, durante una reunión con la Orden de los Caballeros de Malta. Está por ver aún si, como pide la justicia rumana, será devuelto a su país o se le juzgará en Francia, donde el acusado afirma que reside actualmente. Más curiosa aún fue la respuesta ante la jueza sobre su trabajo, sobre lo que afirmó no tener ninguno "por ser realeza".

Un estatus que parece que no le va a evitar, tres años después de darse a la fuga, ser juzgado por apropiarse de bienes del Estado alegando ser su legítimo heredero.