Charlène, musa de Louis Vuitton: brilla en Mónaco con un imponente vestido rojo y a juego con su marido

Tres looks y una firma. Parece que estamos ante la nueva musa de Louis Vuitton. Hablamos de Charléne de Mónaco, que, tras llevar dos total looks de la marca, brilló el domingo por la noche con un imponente vestido rojo y a juego con su marido.

La primera aparición de la mano de la casa francesa tuvo lugar el jueves cuando, junto al príncipe Alberto, promocionó a través de las redes sociales de palacio el Gran Premio de Fórmula 1, que tenía lugar este domingo.

Y el domingo fue, precisamente, la segunda de las citas en las que vistió completamente de Vuitton, de cabeza a pies: mono, zapatos, gafas de sol y hasta pendientes. Absolutamente todo firmado por Nicolas Ghesquière, director creativo de la casa, para presidir y hacer entrega de los premios de la cita automovilística del Principado, para la que se reunió gran parte de la familia Grimaldi, con especial mención a Carlota Casiraghi y sus hijos.

Pero el gran momento tenía lugar unas horas después, cuando asistió, también con su marido, a la cena de gala con motivo del Gran Premio de Fórmula 1. Su look, con un imponente vestido rojo, dejó a todos boquiabiertos.

El espectacular diseño es también una creación de Louis Vuitton, poniendo así el broche de oro a este despligue de looks de la casa francesa que Charlène ha hecho en los últimos días. Tras dos monos para el día, llegaba el turno de la gala y la noche, en la que la sudafricana no decepcionó.

La princesa eligió este diseño de líneas depuradas, pero estructurado, con un especial detalle en la parte superior. El escote Bardot del vestido queda sin efecto por esa pieza de cristales que deja al descubierto sus hombros y con la que Charlène hacía una especie de alegoría de la bandera monegasca.

Pero si este vestido rojo fuera poco para confirmar que estamos ante la nueva musa de Louis Vuitton, el bolso nos daba otra pista de cuál se ha convertido en la firma fetiche de la esposa de Alberto de Mónaco, ya que eligió un clutch de carey y apliques dorados, con el logo LV bien visible en el exterior. Se trata de un modelo que ya no está a la venta y que tienen otras royals como Marie Chantal de Grecia.

No es la primera vez que Charlène de Mónaco se impone de gala, pero no podemos negar que este look quedará en la lista de inolvidables, no solo por el diseño en sí y ese detalle tan especial de la parte superior, sino también por ese 'match' con su marido, que llevaba la pajarita también en color rojo, dando un toque divertido (y romántico) a su esmoquin.

Con este vestido, queda claro que poco más le hacía falta a Charlène para brillar tanto como los cristales de su diseño. Aún así, le añadió aún más glow colocándose unos enorme chatones como pendientes. Un discreto maquillaje y el pelo peinado hacia un lado hicieron el resto.

Queda por ver si la relación de la sudafricana con Louis Vuitton y Nicolas Ghesquière, ya confirmada, es tan sólida como la que el director creativo tiene con la primera dama francesa, Brigitte Macron, con la que incluso posaba no hace mucho en una portada para reafirmar este noviazgo estilístico.