El criticado silencio de la familia real de Noruega tras el ataque a palacio con un cóctel molotov

Con la actualidad royal prácticamente parada, el lunes toda la atención se fue hasta Oslo, donde un hombre, ahora detenido, lanzó varios explosivos contra el palacio real, escenario de cenas de gala y demás actos institucionales. El incidente provocó un pequeño incendio, aunque no tuvo mayores consecuencias y no hubo que lamentar daños personales. Pero sí que ha habido consecuencias mediáticas, ya que la prensa del país está criticando el férreo silencio de la Casa Real de Noruega tras este ataque.

Era la una de la tarde cuando un individuo en silla de ruedas se dirigió al palacio, lanzando entonces dos artefactos explosivos que provocaron un pequeño incendio. Los servicios de seguridad no tardaron en actuar, sofocando las llamas y deteniendo al delincuente, del que más tarde se supo que estaba ya buscado en otros países y había sido expulsado de la UE, así como de Noruega, Islandia, Suiza y Liechtenstein.

El ritmo de palacio, con las visitas turísticas programadas a diario, se vio interrumpido durante un par de horas, pero se pudo retomar sin mayores problemas una vez se apagaron las llamas y el orden estuvo restablecido.

Sin embargo, hubo un detalle facilitado por la policía, que es el cuerpo que se encarga de la seguridad de palacio, que causó cierta alarma. En el momento del ataque, había un miembro de la familia real en sus instalaciones.

El enfado de la prensa ha venido después, cuando solo han conseguido que la Casa Real confirmara que no se trataba ni de los reyes Harald y Sonia ni de ningún miembro de la familia de los príncipes herederos. Unos y otros se encuentran ya, como otras familias reales, de vacaciones, ya que la celebración de los Juegos Olímpicos de París ha hecho que muchos de ellos alteren sus agendas de cara al verano.

El círculo se estrechaba entonces en torno a la princesa Marta Luisa, instalada en Noruega durante unos meses para preparar su próxima boda, y su tía, la princesa Astrid, hermana de Harald, con más papeletas aún, puesto que es el miembro de la familia real que pasa más tiempo en palacio.

Pero lo que no entiende la prensa es por qué, si ya se ha confirmado que ni los reyes ni los príncipes corrieron peligro, no se informa de qué miembro era el que se encontraba en palacio y su situación tras el incidente. Las críticas no se han hecho esperar, especialmente porque consideran que ha sido una noticia que ha interesado a nivel europeo, con muchos medios de diferentes países haciéndose eco del ataque con cócteles molotov.

De lo que sí se han dado detalles ha sido de la situación del atacante, de nacionalidad bielorrusia, que ha sido interrogado y puesto a disposición del juez, que no descarta la prisión provisional, dados los antecedentes.

No es la primera vez que la familia real noruega salta a los titulares por sucesos poco agradables. Solo hace unos meses, otro hombre fue detenido cuando aterrizaba en Oslo cargado de armas. Su objetivo, según él mismo confesó a la policía en el momento del arresto: casarse con la princesa Ingrid. Años antes, el autor de la matanza que acabó con la vida de 77 personas en dos atentados también había planeado atacar el Palacio Real, algo que finalmente no logró.