La princesa Charlotte y los dos emocionantes momentos que ha vivido en el tenis

La reaparición pública de Kate Middleton, la segunda que realiza desde que anunció que padece cáncer, ha supuesto una alegría para todos los fanáticos de la monarquía.

Fue el pasado sábado 13 de julio cuando Kensington Palace confirmó la asistencia de la princesa de Gales a la final masculina del torneo de Wimbledon y la expectación por ver qué aspecto y qué actitud mostraba la esposa del príncipe Guillermo era grande, teniendo en cuenta las complicadas circunstancias que vive.

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Patricia Casas

Kate Middleton apareció tan radiante como siempre, luciendo gran sonrisa y elegancia.

Además, para sorpresa de todos los fanáticos de la realeza, llegó al recinto donde se disputó el encuentro, acompañada de su hija, la princesa Charlotte.

Cualquier aparición pública de los hijos del príncipe Guillermo y de Kate Middleton es celebrada y encanta a los fanáticos de la realeza británica.

Mucho se ha hablado en estos meses de cómo podía estar afectando a los pequeños el problema de salud que vive su madre y desde la institución se han preocupado por no exponerlos demasiado y mantener su privacidad lo máximo posible.

Ver a la pequeña princesa disfrutando junto a su madre ha alegrado a todos los que se han preocupado por ella durante todo el tiempo que Middleton ha estado bajo tratamiento.

Han sido dos, los momentos más especiales y que más han emocionado a Charlotte durante la final de Wimbledon.

A su llegada al recinto, vestida con una prenda azul marina con lunares, compuesta por cuerpo con mangas cortas adornadas con volantes y falda por encima de la rodilla rematada también con volantes, ella y Middleton se reunieron con varios jugadores y jugadoras.

Entre ellos estaba la estrella del tenis Emma Raducano, de la que no cabe duda de que Charlotte es gran admiradora, a juzgar por las imágenes captadas. Cuando la pequeña estrechó la mano de la deportista, se dibujó una gran sonrisa en su rostro mientras la miraba fijamente. Sin duda, un momento que no olvidará.

Pero aún quedaba otro instante que Charlotte viviría con gran entusiasmo. Cuando ella y su madre tomaron asiento en el palco real, la princesa de Gales recibió una gran ovación por parte del público presente. Middleton saludó en pie a todo el graderío y la imagen de su hija, mirándola con orgullo a su lado, provocó una gran ternura en todos los espectadores.

La felicidad de la pequeña por ver el cariño que su madre recibe en estos momentos tan difíciles, donde su salud está débil, ha sido muy comentada y ha entusiasmado a todos los seguidores de la princesa.