La curiosa coincidencia de la princesa Leonor y el rey Juan Carlos I los próximos días en Pontevedra
El exrey llega esta semana a Sanxenxo, donde espera quedarse una semana. Su nieta Leonor tiene previsto estar en la Escuela Naval de Marín el próximo martes.
Esta semana se produce una casualidad curiosa. Una casualidad que a Juan Carlos I le hubiera gustado aprovechar. El exrey está en España, en concreto en Sanxenxo, donde se celebran las regatas de la categoría 6m en las que suele participar. El viaje de don Juan Carlos empezó, como siempre, desde Abu Dabi y tras parar en Vitoria o Ginebra, un extremo que por ahora nadie quiere detallar para no interferir en su tranquilidad-, viajó hasta Santiago de Compostela para dirigrse después a Sanxenxo, donde ha pasado unos días.
Y si hablábamos de casualidad es porque esta semana, el martes 16, se espera la visita de la princesa Leonor al cuartel de Marín, donde en breve empezará su formación militar naval. Tanto Sanxenxo como Marín están en Pontevedra.
Hay una distancia de 34 kilómetros entre ambos municipios, un trayecto que en coche que se realiza en poco más de media hora. Una oportunidad, decíamos, para incluir a don Juan Carlos en algún acto ya no oficial, pero sí familiar.
Una posibilidad
Es una casualidad, cierto, y eso ha hizo que don Juan Carlos se planteara la posibilidad, por pequeña que fuera, de asistir o de encontrarse al menos en algún momento con su nieta. Así nos lo hacen saber de su entorno, quienes admiten que no ha sido posible. Don Juan Carlos tenía previsto abandonar España este domingo si las condiciones metereológicas se lo permitían, despejando así el camino gallego a su nieta.
Días antes preguntamos a fuentes oficiales, de un lado y de otro, y ninguno quiso entrar en detalles por motivos obvios. Unos y otros, es decir, fuentes directas del exrey y fuentes de la Casa Real, remitían a Vanitatis a la agenda oficial que se manda, como cada viernes, con los actos oficiales de la familia. Y no, don Juan Carlos no aparecía.
Auténtica sorpresa
Hubiera sido una "auténtica sorpresa", señalan las citadas fuentes, porque desde que se marchó en 2020 el rey expatriado no ha aparecido jamás en la agenda de actos oficiales, puesto que su hijo el rey Felipe le retiró todas las atribuciones. Era algo muy difícil de concebir, aunque el tiempo, señalan las citadas fuentes, puede que temirne de solucionarlo. Por ahora, admiten las fuentes consultadas, no oficiales pero sí solventes, don Juan Carlos es consciente de la situación, de lo difícil que es que pueda asistir al acto oficial. Con todo, no se descarta en un futuro, así lo hacen saber desde su entorno, un encuentro privado, cariñoso, donde el exrey pudiera dar ánimos y consejos a su nieta, la futura reina de España, su heredera.
El nuevo viaje de don Juan Carlos se engloba en su actual ruta española, la que le trae a nuestro país una vez al mes aproximadamente. El próximo jueves 11 empiezan los actos relacionados con las regatas en las que ha participado. La competición terminaba el mismo domingo y esta vez, a diferencia de otras, el exrey tenía previsto marcharse tan pronto terminaran las regatas.
Alargar la estancia
El padre de Felipe VI suele alargar su estancia en España tanto antes como después de la competición para que el viaje no se convierta en un suplicio. Tiene una edad avanzada y aunque está muy en forma, prefiere no darle tanto ‘tute’ a su cuerpo. Así, suele llegar días antes de las regatas y se queda en Pontevedra hasta el siguiente martes, algo que esta vez, no ha sucedido y la cercanía, al menos geográfica, con su nieta, no se ha producido.
Este año 2024, el rey Juan Carlos I ha estado ya cinco veces en España, donde ha participado en las regatas de la citada categoría. Sus visitas, como él mismo tenía previsto, pasan cada vez más desapercibidas, algo en lo que ha trabajado para rebajar el perfil mediático y no causar molestias a la Corona. Es su principal objetivo, viajar de forma normal a nuestor país sin incomodar a la institución por la que trabajó tantos años. Por este motivo, si finalmente no pudiera ver a su nieta, entendería, señalan las mismas fuentes, los motivos.
La visita de doña Leonor a la academia militar de Marín, Pontevedra, está prevista para el martes. A finales de agosto la heredera empezará su formación en este centro, por lo que la visita se engloba dentro de su agenda oficial. En principio, irá acompañada por sus padres, los reyes Felipe y Letizia.
Escuela Naval
Esta será su primera toma de contacto con la Escuela Naval de Marín, siguiendo la pauta del año pasado, cuando acompañó a sus padres a Zaragoza. La Princesa de Asturias estará en la entrega de los despachos de la que será su nueva a casa a partir de finales del mes de agosto.
Será el 30 de agosto cuando Leonor ingrese en la Escuela Naval de Marín para cumplir allí con su segundo curso de formación militar. Y en enero se embarcará en el Juan Sebastián de Elcano para dar la vuelta al mundo. Sin duda, una agenda muy agitada para la heredera al trono, quien, poco a poco, va teniendo una mayor presencia en la institución.
No está de más recordar que el 10 de enero de 1958, un joven principe Juan Carlos se enroló en el Juan Sebastián Elcano como guardiamarina, formó parte de la tripulación hasta Norfolk, y desde Annápolis regresó a la Escuela Naval.
Esta semana se produce una casualidad curiosa. Una casualidad que a Juan Carlos I le hubiera gustado aprovechar. El exrey está en España, en concreto en Sanxenxo, donde se celebran las regatas de la categoría 6m en las que suele participar. El viaje de don Juan Carlos empezó, como siempre, desde Abu Dabi y tras parar en Vitoria o Ginebra, un extremo que por ahora nadie quiere detallar para no interferir en su tranquilidad-, viajó hasta Santiago de Compostela para dirigrse después a Sanxenxo, donde ha pasado unos días.
- La princesa Leonor ya tiene destino para su primer viaje oficial en solitario: la fecha y quién la acompaña Núria Tiburcio
- La princesa Leonor toma las riendas: primero los cuarteles, después Cataluña, más tarde el extranjero Núria Tiburcio
- El rey Juan Carlos, otra vez en Sanxenxo: las claves de este nuevo viaje P. Barrientos