Charlène de Mónaco da una lección de estilo en la Gala de la Cruz Roja con un vestido blanco off shoulder y diamantes
La princesa presidió junto a Alberto de Mónaco y Camile Gottlieb la 75ª edición de la gran cita benéfica del principado, que ha contado con la actuación de Jamiroquai
Con un espectacular outfit, la princesa Charlène de Mónaco no ha defraudado en la 75ª edición de la Gala de la Cruz Roja, una de las citas benéficas más señaladas en el calendario del Principado. La princesa y su marido suelen presidir cada verano este tradicional baile.
La princesa monegasca escogió un vestido blanco off shoulder (muy de su estilo) hecho para ella en los talleres de Louis Vuitton. Como único complemento, un cinturón dorado marcando su figura, un clutch que ya le habíamos visto de la misma firma y unos espectaculares pendientes de diamantes amarillos.
La gala comenzó en torno a las ocho de la tarde en el mítico Salón de las Estrellas del Sporting de Montecarlo. A partir de esa hora, los donantes comenzaron a llegar, siendo recibidos por el Alberto II y Charlène de Mónaco, presidente y vicepresidenta de la Cruz Roja de Mónaco. También estuvo presente su sobrina, Camile Gottlieb, responsable de la sección juvenil de Cruz Roja desde hace cuatro años. La hija de Estefanía lucía un diseño en color rojo que también dejaba sus hombros al descubierto.
La gala sigue cada año un protocolo que empieza con la llegada de los invitados. Posteriormente se celebra una tómbola benéfica, seguida de la cena de gala. El momento culminante es la apertura del baile en el que los protagonistas son Alberto y Charlène de Mónaco. Después tiene lugar un concierto y el fin de fiesta lo marcan los fuegos artificiales.
El año pasado, el salón vibró al son de los grandes éxitos de la estrella británica Robbie Williams, que ofició el habitual concierto durante la gala de la Cruz Roja de Mónaco. El cantante, en plena forma y emocionado, no escatimó esfuerzos ni decibelios para camelar al público del principado.
En la edición 2024 le ha tocado a otro imprescindible del pop británico, Jamiroquai. El conocido cantante, que siempre luce un original sombrero, ha sido el elegido para amenizar la parte musical de la velada benéfica, tan querida por Alberto II de Mónaco y su esposa Charlene.
La pareja ha vuelto a contar este año con la presencia de la hija pequeña de Estefanía de Mónaco, Camille Gottlieb. Los tres han querido apoyar con su presencia este encuentro anual organizado por Monte-Carlo Société des Bains de Mer como una forma de agradecer el trabajo diario de los empleados y voluntarios de la filial monegasca, sin olvidar agradecer a los donantes que la institución necesita para implementar sus acciones sobre el terreno.
Aunque el objetivo principal de esta velada benéfica es recaudar fondos, gracias a un tradicional sorteo que se celebra antes de cenar. Este año se ha encargado de conducir el evento la escultural Tatiana Silva, una presentadora de origen belga que ha contado en sus labores de anfitriona con el apoyo del patinador Taïg Khris, quien también se ha encargado recientemente de llevar la antorcha olímpica a París.
Durante esta velada, los invitados también han podido admirar determinadas obras de arte, como la escultura 'Ball Trach' (Dunant) creada por el artista belga Wim Delvoye. Quería rendir homenaje a Henry Dunant, fundador del movimiento de la Cruz Roja, reproduciendo su busto.
Con un espectacular outfit, la princesa Charlène de Mónaco no ha defraudado en la 75ª edición de la Gala de la Cruz Roja, una de las citas benéficas más señaladas en el calendario del Principado. La princesa y su marido suelen presidir cada verano este tradicional baile.