De la charla con Ana Peleteiro a su foto más tierna en París: la visita de la reina Letizia a la Villa Olímpica

La reina Letizia no ha dejado pasar la oportunidad de mostrar apoyo incondicional a los deportistas españoles y su compromiso con el deporte nacional. Durante su estancia en los Juegos Olímpicos, la mujer de Felipe VI ha visitado la Villa Olímpica en París, donde ha cargado su agenda de encuentros y momentos emotivos.

En un día lleno de actividades, Doña Letizia ha conseguido sacar tiempo para dar una vuelta por el centro neurálgico del Equipo Olímpico Español. La cuenta oficial de la Casa Real en X ha compartido algunas imágenes de la Reina saludando a voluntarios, trabajadores y deportistas.

Una visita que subraya su compromiso con los atletas españoles, quienes enfrentan la presión y los desafíos de competir en uno de los eventos deportivos más importantes del mundo. Uno de los momentos más destacados ha sido su charla con la atleta Ana Peleteiro.

La campeona de triple salto, que ha sido una inspiración para muchos jóvenes deportistas, compartió con la Reina sus experiencias y desafíos en su camino hacia el éxito. Tan solo unas horas más tarde, la gallega competirá en su disciplina, triple salto, en la que se postula como una de las favoritas.

Pero, sin duda, el acontecimiento más entrañable que ha vivido en la villa ha sido mecer hasta dormir a un bebé. Un hecho que han capturado más de una cámara.

En la Casa de España se respiraba un ambiente de alegría y orgullo. Los deportistas, junto a sus familias y aficionados, han compartido instantes con la royal. Incluso se la ha visto comiendo con algunos de los trabajadores que se están dejando la piel para que los atletas nacionales estén cómodos.

Todos ellos se han podido llevar una foto de recuerdo en uno de los puntos más icónicos del lugar: un podium tras el que se sitúan los anillos olímpicos. La imagen captura la ternura y el calor humano de Doña Letizia, quien, con una sonrisa radiante, mostró su cercanía y afecto por los deportistas.

La Casa de España, ubicada en el Colegio de España dentro de la Ciudad Universitaria de París, ha sido diseñada como un centro de celebración durante los Juegos Olímpicos. Este espacio no solo ofrece un lugar de descanso y recuperación para los deportistas, sino que también actúa como un punto de encuentro para familiares, amigos y aficionados.

En este entorno, cada medalla y logro se celebra con entusiasmo y Doña Letizia ha podido ser partícipe de ello. Durante su estancia, la experiodista no solo tuvo la oportunidad de conversar con Peleteiro, sino que animó personalmente a otros atletas y escuchó sus historias.

Un ambiente de apoyo y comprensión que se trasladó a la pista. La Reina fue considerada como un “amuleto” por los aficionados, dado que tras unas jornadas complicadas, bajo su presencia, los equipos españoles remontaron con cuatro medallas.

Competición a la que ha acudido, competición que ha ganado un español. Su primera aparición, tomando el relevo de sus hijas, fue en el partido de Waterpolo femenino de España contra Grecia. Encuentro en el que las chicas se hicieron con la victoria. Y no dejó de animar en la grada a la selección masculina que también ganó a Serbia bajo su atenta mirada.

De la misma manera ocurrió con María Pérez, que consiguió la primera plata para España de esta edición. Además de un mensaje en redes sociales, la Reina pudo felicitar personalmente a la atleta que, junto a Álvaro Martín que ganó el bronce, pusieron la nota española en marcha de 20 kilómetros.

No podía faltar el tenis, deporte al que la familia real acude asiduamente. La madre de la princesa Leonor disfrutó del juego de Alcaráz, cosa que no puedo en Wimbledon.

Doña Letizia tiene previsto estar en París hasta el próximo sábado, 3 de agosto. Será entonces cuando Felipe VI, tras la final de la Copa del Rey Mapfre de vela en Palma, acuda a varias jornadas en la capital francesa. Una última semana en la que España tiene opciones de luchar por medallas en varios deportes de equipo, además de en otras disciplinas como el atletismo.