Las tiernas imágenes de Alexandra de Hannover junto a su novio y Alberto de Mónaco en París

Alexandra de Hannover y su novio, el alemán Ben-Sylvester Strautmann, han vuelto a aparecer, acompañados de su tío, el príncipe Alberto de Mónaco, en el evento deportivo más destacado del año: los Juegos Olímpicos de París. Pero en esta ocasión, la pareja no ha frenado su actitud cariñosa y cercana, que no ha pasado desapercibida por las cámaras.

En las imágenes, Alexandra aparece apoyada en el hombro de su novio mientras ambos observan atentos la competición. Ella le acaricia el brazo en varias ocasiones, pero el momento más tierno se ha dado cuando el joven se ha inclinado para darle un beso en la frente. Un gesto que refleja el cariño y la estabilidad que caracteriza a su relación.

La historia entre la royal y Ben comenzó en marzo de 2017, cuando se descubrió que la princesa, hija de Carolina de Mónaco y Ernesto de Hannover, había encontrado el amor. Por aquel entonces, ella tenía 17 años, y aunque era su primer noviazgo oficial, la relación no tardó en consolidarse.

A lo largo de estos años, el joven ha acompañado a Alexandra en numerosas ocasiones, fortaleciendo su presencia en los eventos sociales del Principado. Una de las primeras grandes apariciones públicas de la pareja fue en la boda de Christian de Hannover, hermano mayor de Alexandra por parte de su padre.

Este evento, celebrado en Lima en marzo de 2018, marcó el debut de Ben en la escena familiar. Ocho días después, volvió a acompañar a su novia en el Baile de la Rosa, una de las fiestas más emblemáticas de Mónaco y la favorita de Carolina.

Desde entonces, aunque Ben no ha sido un asiduo en todas las citas sociales de los Grimaldi, su presencia es cada vez más habitual. Lo hace especialmente en eventos deportivos como son estos Juegos Olímpicos, pero también en anteriores competiciones de la Fórmula 1 o partidos de fútbol, aficiones compartidas con la familia principesca.

El joven, cuyo origen familiar es alemán, creció en una acomodada familia de Bad Laer, en Baja Sajonia, la misma región de donde proviene Ernesto de Hannover. Durante su infancia, su familia se trasladó a Mónaco, donde construyó su vida y amistades. Destacado por sus casi dos metros de altura, Ben fue un talentoso jugador de baloncesto y formó parte del equipo nacional sub-18.

Una familia unida

Alexandra, que cumplió hace menos de un mes 25 años, es la única princesa de los cuatro hijos de Carolina de Mónaco. Su título se lo debe a la rama paterna de los Hannover, una distinción que la mantuvo en la línea de sucesión al trono británico hasta que, hace unos años, renunció a sus derechos dinásticos por la fe católica.

A pesar de las circunstancias personales de sus padres —Carolina de Mónaco y Ernesto de Hannover llevan más de 15 años haciendo vida separada, pero sin divorciarse oficialmente— Alexandra ha mantenido una estrecha relación con su familia materna y se ha convertido en una figura destacada dentro del círculo monegasco.

Así lo demuestra su actitud con el príncipe Alberto durante la competición de este viernes. Su tío, que ha asistido junto a ellos, ha sido un apoyo constante para su sobrina. Las imágenes lo muestran concentrado y atento a lo que ocurre en el campo, pero también compartiendo momentos de cercanía con Alexandra. Las cámaras han captado risas y comentarios sobre las tácticas deportivas.

Estas apariciones públicas con la familia unida y en armonía son especialmente valoradas por los seguidores de la realeza. Exponen a Alexandra de Hannover como una joven princesa que, aunque discreta, mantiene un papel activo en los eventos del Principado. Y siempre acompañada por su novio, que ha sabido ganarse un lugar entre los Grimaldi.