El verano loco de Christian de Dinamarca: de festival en festival y sustituyendo a su padre, el rey Federico

El verano de 2024 ha sido inolvidable para el príncipe heredero Christian de Dinamarca, que ha vivido unas semanas de contrastes extremos. El joven, que este año ha cumplido 18 años, ha combinado sus primeras responsabilidades como regente con una intensa agenda de festivales y diversión. Unas vacaciones que terminaban este domingo, cuando lo vimos en París, en la final de balonmano masculino, en la que Dinamarca se jugaba la medalla de oro.

Mientras sus padres, los reyes Federico y Mary, disfrutaban de unas vacaciones privadas y asistían a los Juegos Olímpicos, Christian asumió temporalmente las riendas del país. Esto no le ha impedido disfrutar al máximo de su juventud y del verano: ha participado activamente en los festivales más populares de Dinamarca.

Las vacaciones del príncipe comenzaron con una nota alta. Tras graduarse el 24 de junio de en el Ordrup Gymnasium, se lanzó a las celebraciones tradicionales de fin de curso y acudió a fiestas estudiantiles. Tan solo un mes más tarde, comenzaba su gira por festivales. El primero fue Musik i Lejet, del 18 al 20 de julio. Un evento habitual en su calendario estival al que le acompañó su hermana, la princesa Isabella.

A medida que avanzaba la temporada, Christian continuó disfrutando de la música y el ambiente, convirtiéndose en un rostro usual en los principales festivales del país como el AiaSound en Amager Strand, Copenhague.

En este evento se le pudo ver el sábado 3 de agosto disfrutando desde la zona VIP, pero también desde el público, como si fuera uno más. En medio del bullicio del festival, Christian no perdió la oportunidad de mezclarse con la multitud. De hecho, se le vio hacer gestos con las manos, selfis y bailando al ritmo de la música, según han reflejado varios medios daneses y muchas fotografías que, aunque no podemos reproducir, no tardaron en correr como la pólvora por redes sociales.

El príncipe, que lució un moderno gorro de punto azul y blanco, estuvo rodeado de amigos y conocidos mientras disfrutaba de las actuaciones de grandes artistas daneses. Tenía libertad de movimiento, pero siempre vigilado de cerca por sus guardias de seguridad, quienes se aseguraban de que el heredero al trono estuviera a salvo en todo momento.

No obstante, su espíritu festivo no se limitó a AiaSound. Apenas unos días después, el príncipe Christian cambió las playas de Amager por los bosques de Skanderborg. Es en este paraje donde se celebra el Smukfest, otro de los festivales más emblemáticos de Dinamarca.

En esta ocasión, el príncipe heredero no solo se unió a la fiesta como un invitado más, sino que también se le vio en el backstage del escenario principal. Christian se animó especialmente en los conciertos de rap, entre los que estuvieron el grupo Suspekt, donde el joven aprovechó para dar abrazos y entonar las canciones entre amigos.

El príncipe, lejos de esconderse, demostró una vez más su amor por la música y la fiesta. De hecho, las cámaras le pillaron tomando chupitos y alguna que otra cerveza.

Pero el festival dura hasta este domingo, así que su presencia se ha dado más días. El viernes, durante el concierto de Gilli, los testigos afirman que se mostró muy animado y alegre. Se perdió los dos últimos días, puesto que acompañaba a su padre en la última jornada de los Juegos Olímpicos de París.

Pero la diversión no ha sido el único aspecto destacable del verano de Christian. Durante varios días, el joven heredero asumió la responsabilidad de ser regente del reino, mientras sus padres asistían a los Juegos Olímpicos en París y tomaban unas vacaciones privadas.

El royal tomó las riendas del país desde el sábado 20 de julio hasta el martes 23, y durante la visita real a París, según el calendario oficial de la Casa Real. Aunque es un rol que ya domina: lo sostuvo en enero y febrero de este año, cuando el rey Federico estuvo de viaje de negocios.

Esta dualidad entre sus deberes reales y su deseo de disfrutar de su juventud ha caracterizado su verano, pero ha sabido equilibrar ambas facetas con soltura. A pesar de sus obligaciones, el verano de 2024 quedará en su memoria como una temporada de diversión y libertad.

El heredero al trono de Dinamarca ha aprovechado cada oportunidad para disfrutar de su juventud antes de que las responsabilidades reales ocupen un lugar más destacado en su vida. Sin que aún se haya anunciado qué hará en septiembre, una cosa es segura: ha vivido unas últimas vacaciones estudiantiles llenas de emociones.