Juan Gómez-Acebo, el protector de la infanta Pilar y el primo más bohemio de Felipe VI

Juan Gómez-Acebo ha muerto este lunes en Mallorca. Pasaba el verano en casa de su hermana Simoneta, como hacía cada año desde que la matriarca la infanta Pilar falleció. En esos últimos momentos de su vida ha estado rodeado de su hijo, su exmujer, sus hermanos y amigos íntimos como él quiso, según nos cuentan.

Desde hace un tiempo, se sabía que su salud no era buena, pero mantenía su actividad laboral que se centraba en la pintura. Había estudiado Bellas Artes y en el mundo del arte su obra se cotizaba y estaba reconocida. Tenía previsto organizar una exposición con muchos de sus trabajos en fechas aún sin concretar. Quería que fuera en Navidad y que coincidiera con el Rastrillo de Nuevo Futuro. Su madre, la infanta Pilar, fue fundadora de este mercadillo solidario y en todas las ediciones acudía para apoyar las iniciativas tanto de la duquesa de Badajoz como de su hermana Simoneta.

Cuentan a Vanitatis que estaba muy ilusionado y que incluso esperaba que acudiera a la misma su tía doña Sofía con la que mantenía una relación excepcional. Juan, que recibió el nombre de su abuelo, el conde de Barcelona, en el bautismo era un año menor que el rey Felipe. Desde siempre compartieron fiestas familiares, cumpleaños infantiles y recibimiento a los Reyes Magos en el Ayuntamiento de Madrid.

Hay imágenes de los niños Borbón con los Gómez-Acebo y los Grecia, hijos de los reyes exiliados Constantino y Ana María, todos juntos. Con el paso del tiempo llegaron las bodas, los bautizos y tragedias como las muertes de sus padres. Primero, Luis Gómez-Acebo en 1991 a los 56 años y después, la madre doña Pilar, a los 83 años en enero de 2020. Y hace unos meses murió Fernando (Coco), el pequeño de la casa que padecía problemas respiratorios que se agudizaron con el COVID. En el funeral de su hermano, el pasado invierno, Juan apareció más desmejorado pero con buen estado de ánimo.

Ese día, respondía a los familiares y amigos que conocían que padecía un cáncer que acababa de pasar por sus sesiones en el hospital y que estaba muy animado. Ese día contó también que tenía previsto marcharse de viaje con su hijo Nicolás, de 11 años. No escondía que padecía un cáncer, pero tampoco lo pregonaba.

El protector de doña Pilar

De los hermanos, como varón primogénito (Simoneta es la mayor) era el gran protector de su madre. Cuando falleció Luis Gómez-Acebo, él tenía 22 años y desde ese momento tomó esa responsabilidad afectiva. El rey emérito, muy unido a su hermana, la infanta Pilar, también acogió a los Gómez-Acebo. Doña Sofía, que sigue en Mallorca, estará también apoyando a la familia cuando se celebre el funeral.

Juan pasaba parte del verano en la casa de Simoneta situada en la urbanización Sol de Mallorca. En ese lugar estuvo también el chalet familiar que se vendió unos años después de fallecer doña Pilar. La otra villa mucho más pequeña se la quedó Simoneta, que pagó la parte correspondiente de la herencia a sus hermanos. Y como todos los años Juan, divorciado de la norteamericana Winston Holmes, pasaba parte de agosto en el chalet de Simoneta. En esta fechas también compartían verano con sus sobrinos, los hijos que la primogénita Gómez Acebo tuvo con José Miguel Fernández Sastrón.

La reacción de los que le rodean

Hablamos con el compositor y escritor, que se encuentra de vacaciones en Marbella y no daba crédito a la noticia. “Me llamó mi hermana y no me lo podía creer”. En esos primeros momentos, intentó ponerse en contacto con su exmujer y sus hijos, pero le resultó imposible. “Comunicaba todo el rato”.

Como él mismo contaba en una entrevista en Vanitatis cuando publicó su novela fue el primer cuñado que llegó a la vida de los Gómez-Acebo. “He tenido siempre una relación fantástica con todo ellos, pero quizá con Juan tenía más afinidad por compartir nuestro mundo musical y artístico. Era el más artista de todos, muy bohemio. Tenía en su casa un estudio de grabación y hemos pasado buenísimos ratos juntos. Nos unía ese vínculo más que con el resto de hermanos. Al ser el mayor era muy protector de su madre. Pobrecita, lo que habría sufrido de estar viva con la tragedia de sus dos hijos, que han muerto tan jóvenes. No estaban en edad de morirse. Lo que puedo decir era que tenía un carácter estupendo y se llevaba bien con todo el mundo”

En este sentido, Sastrón coincide con Mayte Spínola, íntima amiga de doña Pilar en esa definición y que conoce a los Gómez-Acebo desde que nacieron. “Juan era un gran ser humano, con un corazón muy grande y un padre excelente que dejara huella en todos nosotros”. Spínola, fundadora del Grupo Proarte, compartía con Juan sus afinidades culturales. “Era un gran artista, músico, pintor y excelente dibujante con el que he tenido muchos ratos de conversación aquí en en Mallorca y en Madrid”

La mecenas y pintora compartía con la infanta Pilar, y luego con su hija Simoneta la misma urbanización Sol de Mallorca que creó hace años Graciliano Barreiros en esa zona de la costa balear.

El cuerpo de Juan Gómez Acebo se trasladó al tanatorio de Calviá, donde tendrá lugar la incineración. Con posterioridad las cenizas serán trasladadas al panteón familiar en Madrid.