El cumpleaños más difícil de Mette-Marit de Noruega: un escueto mensaje, celebración privada y pendiente de su hijo Marius

“¡Hoy es el cumpleaños de la princesa heredera Mette-Marit!”, publicaba el perfil oficial de la casa real noruega en Instagram. Un mensaje que, debido a la polémica situación en la que se encuentra, ha sido escueto y escasamente creativo. El pasado miércoles, Marius Borg, fruto de una relación anterior a la del príncipe Haakon, confesó haber cometido los abusos a una chica hace unas semanas y por el que estuvo arrestado durante 30 horas.

La publicación va acompañada de un retrato fotográfico de la princesa heredera que fue realizado por Dusan Reljin, un profesional noruego afincado en Nueva York y que ya ha trabajado con la Casa Real noruega en varias ocasiones. Una imagen donde aparece sonriente con un top de manga larga de lana. Además, se izó la bandera en los lugares emblemáticos de todo el país.

“Estoy segura de que su familia y amigos se están asegurando de darle calor hoy. Seguro que también tendrán una celebración privada, hoy o el fin de semana”, explica la experta en familia real del diario ‘Se og Høre’, Caroline Vagle. Por el momento, la princesa no se ha pronunciado sobre el asunto de su hijo, pero sí que visitó a la víctima para transmitirle su apoyo horas antes de que Marius confesara.

Aunque no se espera ningún tipo de evento público, los príncipes herederos hablaron sobre cómo suelen festejarlo previamente. Haakon suele despertar a su esposa con una tarta y un regalo, que en otras ocasiones ha sido de carácter deportivo. Más tarde, el matrimonio acude a un servicio religioso en la capilla del palacio acompañado por familiares y amigos. Tras ello, se trasladan a su casa de Skaugum. “Sin embargo, no sé cómo será este año”, explica Vagle.

“Quiero pedir disculpas a mi familia. Sé que mis acciones os han afectado mucho”, explicó Marius Borg en el comunicado emitido por la televisión pública noruega. La situación de tensión en la Casa Real durante las últimas semanas obligó a prescindir de la imagen de Mette-Marit en los actos públicos, como su sonada ausencia durante el cierre de los Juegos Olímpicos 2024 en París.