La princesa Leonor se estrena como guardiamarina en Galicia: paso firme, cambio de uniforme y muchas preguntas
Leonor de Borbón ingresó este jueves por la tarde en la Escuela Naval de Marín para seguir formándose. Ante los medios se mostró muy segura y curiosa, haciendo muchas preguntas
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Leonor de Borbón ya no es la misma que hace un año. Y bien lo demuestran las imágenes de este jueves en su ingreso en la Escuela Naval de Marín. Si las comparamos con las de su entrada en la Academia Militar de Zaragoza, hace justo doce meses, veremos las diferencias. Nada queda ya de aquella joven con gesto dubitativo que se abrazaba a sus padres y a su hermana, la infanta Sofía, antes de empezar su formación militar. Ahora es una heredera que va con paso firme, y no necesita de ningún miembro de su familia para iniciar su andadura como guardamarina en Galicia.
Por supuesto que los nervios por dar comienzo a una nueva aventura estaban allí. De hecho, siempre que se inicia un curso hay un poco de agitación por todo lo que se viene encima. Pero Leonor supo sobrellevarlo a la perfección. Eso sí, curiosa, no dudó en preguntar todas las dudas que tenía a Pedro Cardona, el comandante director de la Escuela, quien fue el encargado de darle la bienvenida.
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Eran cerca de las 19:00 horas cuando Leonor de Borbón llegaba al centro y era recibida por Cardona, que le presentó a los demás jefes de servicio, a los que la princesa saludó uno a uno. Tras las presentaciones, accedía por la puerta de Palmeras a la que será su casa durante los próximos meses, al menos hasta enero, cuando tiene previsto embarcarse en el Juan Sebastián Elcano para un crucero de instrucción.
La primogénita de don Felipe y doña Letizia lucía por primera vez el uniforme de la Armada, concretamente lucía el de especial relevancia, modalidad B. Según el BOE, está formado por un gorro femenino blanco, una chaqueta tipo marinera blanca con palas rígidas portadivisas. El resto del uniforme lo conforma una camisa blanca de manga larga y cuello blando, cinturón blanco de cajeta y, en el caso de las mujeres, pantalón o falda. En el caso de la Princesa de Asturias se decantó por la primera opción, el pantalón.
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La heredera llevaba las insignias que posee bordadas: la de la orden de Carlos III, la de Cristo de Portugal, y la del Mérito Militar, que le fue concedida el pasado junio, cuando terminó su andadura en la Academia General de Zaragoza, y le fue entregada por su padre, Felipe VI.
Ya en el interior del edificio, la Princesa firmó en el libro de honor y escribió: "Hoy me incorporo, con gran ilusión, a esta Escuela Naval Militar para continuar con mi formación castrense. Estoy segura de que aquí tendré la oportunidad de aprender mucho y compartir muchas experiencias importantes junto a mis compañeros de promoción. Con afecto, Leonor, Princesa de Asturias".
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La heredera cambió después el uniforme, por el de trabajo modalidad C. Este está formado por gorro femenino blanco, camisa blanca de manga corta con cuello vuelto semirrígido y hombreras portadivisas, pantalón azul marino con cinturón negro de cajeta y zapatos negros de cordones. Ya más cómoda, recorrió el complejo para conocer las instalaciones y visitar el Cuartel de Alumnos.
La llegada de Leonor a la Escuela Naval de Marín fue en solitario. No hemos tenido en esta ocasión aquellas imágenes de sus padres despidiéndola como ocurrió el año pasado en su ingreso en la Academia Militar General de Zaragoza. La heredera ya vuela sola, y para muestra estas imágenes.
Leonor de Borbón ya no es la misma que hace un año. Y bien lo demuestran las imágenes de este jueves en su ingreso en la Escuela Naval de Marín. Si las comparamos con las de su entrada en la Academia Militar de Zaragoza, hace justo doce meses, veremos las diferencias. Nada queda ya de aquella joven con gesto dubitativo que se abrazaba a sus padres y a su hermana, la infanta Sofía, antes de empezar su formación militar. Ahora es una heredera que va con paso firme, y no necesita de ningún miembro de su familia para iniciar su andadura como guardamarina en Galicia.