La reina Sofía y la infanta Elena, derroche de lujo silencioso en la boda de Victoria López-Quesada: de un Valentino Alta Costura a un vestido de Elie Saab de más de 3.000 €

La reina Sofía consiguió este sábado reunir a sus tres hijos en la boda de Victoria López-Quesada, la hija de la princesa Cristina de Borbón Dos Sicilias y Pedro López-Quesada. Atrás quedan ya aquellos tiempos en los que el rey Felipe evitaba ser fotografiado con su hermana Cristina. De hecho llegaron juntos en el coche, dejándonos con una imagen que está dando mucho que hablar. Fue la Casa Real española la encargada, por petición de los López-Quesada, de distribuir las fotografías del enlace, en las que pudimos ver las elecciones de estilo de las damas Borbón.

Y lo cierto es que llama la atención que la reina Sofía y la infanta Elena eligieran dos grandes y exclusivas firmas internacionales. Empecemos por la emérita, quien lució un vestido de Valentino Haute Couture que desfiló en las grandes pasarelas hace más de una década. Puede que el diseño lleve desde entonces en el armario de la madre de Felipe VI, pero esta ha sido la primera vez que ha aparecido públicamente con él, por lo que para nosotros se trata de una prenda 'nueva'.

Se trata de un vestido de la colección Alta Costura primavera-verano 2011 de Valentino. El diseño original, totalmente transparente, está realizado en gasa color marrón y está repleto de apliques de flores en color rosa, blanco y negro, y presenta con cinturón incorporado. Sin embargo, y como ha hecho siempre doña Sofía con las creaciones de esta firma, la modificó para adaptarla a su propio estilo, quitando, por supuesto, las transparencias, y dejando únicamente las flores blancas.

Esto de customizar los vestidos es algo que ya alababa Carmen Gallardo, autora del libro 'La última reina', en conversación con Vanitatis. "La reina Sofía siempre ha estado ahí, pero nunca se la 'comían' los vestidos, pasaban muy desapercibidos. Durante su reinado ha llevado trajes estupendos, por ejemplo de Valentino, ha llevado los grandes creadores de su época. Lo que pasa es que los modificaba: les añadía mangas, les cerraba el escote... Los transformaba. Los ha hecho 'de reina'. Les quitaba el acento de glamour, la sensualidad, el toque de pasarela para convertirlos en trajes de reina".

"La reina Sofía acudía al atelier que tenían en Madrid las hermanas Molinero, donde traían los bocetos de Valentino para coserse aquí. Las hermanas a veces podían ir a los desfiles y otras no; cuando no podían, venían a 'Telva' para ver las diapositivas de los desfiles y se llevaban copias de las que creían que podían gustar a sus clientas, entre ellas Paloma O'Shea o la reina Sofía. Pedían entonces los bocetos de lo que querían las clientas y los confeccionaban aquí", explicaba Gallardo.

Valentino es, por lo tanto, una de las firmas favoritas de doña Sofía, y, de hecho, la única vez que hemos visto a doña Letizia luciendo un diseño de la firma fue precisamente cuando rescató un vestido del armario de su suegra para la recepción al cuerpo diplomático de 2022, una creación formada por cuerpo de escote redondo y mangas transparentes ligeramente abullonadas, con un delicado bordado de flores en color rosa y con hojas verdes, del mismo tono de la falda, con pliegues en la parte superior.

Doña Letizia, a diferencia de su suegra, se abstiene de lucir diseños de firmas de lujo, a excepción de grandes ocasiones. Por ejemplo, el pasado mes de julio, durante los actos relacionados con la inauguración de los Juegos Olímpicos de París, la Reina quiso rendir un homenaje a la moda francesa, de ahí que eligiera un vestido de Dior Alta Costura, con zapatos y bolso de la propia firma, que quiso dejar claro que las piezas habían sido un préstamo a Su Majestad, una cesión por la que no pagó.

Una actitud muy diferente a la de la infanta Elena, quien desde siempre ha confiado en grandes diseñadores, desde Christian Lacroix a Chanel. Y ahora que ya sabemos todos que las hermanas heredarán una fortuna, ya que el patrimonio del rey Juan Carlos I es público y notorio, sus hijas ya no se esconden. Muestran su querencia por el lujo con total libertad y la duquesa de Lugo lo hizo de nuevo en la boda de Victoria López-Quesada con Enrique Moreno de la Cova.

Mientras su madre vestía del italiano Valentino, ella lo hacía del libanés Elie Saab. De hecho, su vestido está hecho en Líbano, lo que tanto este detalle como la elección de la firma nos hace pensar que puede ser un regalo de don Juan Carlos, quien reside en Abu Dabi, o puede haberlo adquirido ella en una de sus continuas visitas al emirato. Y es que la firma tiene una gran presencia en el país, con numerosas tiendas, no como en España.

Centrándonos en el diseño, se presentó por primera vez en la pasarela de Elie Saab Primavera-Verano 2024. Se trata de un vestido blanco con bordados de lunares en negro. Presenta manga cortas y cuadradas, escote en V, corte A y dobladillo midi. El modelo original lleva un fino cinturón con el logo de la firma, pero en busca de ese lujo silencioso la infanta Elena lo cambió por otro, también negro, pero mucho más ancho y con hebilla cuadrada.

El precio de este vestido es de 3.100 euros, y en la mayoría de webs multimarca tiene colgado el cartel de 'Sold Out'. Quizás para compensar el carísimo diseño que llevaba, la duquesa de Lugo lo combinó con zapatos low cost, unos slingback de Mango con tacón cómodo, y hebilla decorativa en la parte delantera. Están a la venta en la web de la firma española por solo 39,99 euros.

La infanta Cristina también estuvo en la boda y fue una de las más elegantes con una falda larga, con estampados en azul marino que combinó con una blusa blanca. Su diseño es hecho a medida, por lo que se desconoce a qué firma pertenece, aunque estamos seguros, viendo el lujo por el que apuestan su madre y su hermana, de que detrás se encuentra un gran diseñador.