Un broche prueba de la buena relación que existía entre Letizia y la infanta Cristina y un valioso collar de perlas: las joyas con historia del funeral de Juan Gómez-Acebo

Este domingo se celebró, en la iglesia catedral de las Fuerzas Armadas de Madrid, conocida como La Castrense, el funeral de Juan Gómez-Acebo, al que no faltó ningún familiar del difunto. Una cita en la que las damas de la familia quisieron recordar al fallecido con sus joyas, como es el caso de doña Letizia, quien eligió un collar de una antepasada común, o Simoneta Gómez-Acebo, que se decantó por un un broche muy querido por su madre.

Como ya hizo hace unos meses en el funeral de Fernando Gómez-Acebo, eligiendo un broche con una perla central, la Reina de España quiso despedir a Juan Gómez-Acebo con una joya familiar. Tal como nos cuenta Juan Rivero, experto en el joyero de las mujeres Borbón, la Reina se decantó por el collar de perlas rusas que perteneció a la reina María de las Mercedes, primera esposa de Alfonso XII. Un regalo que el rey le hizo a su mujer antes de su boda.

Cuando llegó a manos de Victoria Eugenia, por su calidad y significado, esta decidió incluirlo en el lote de joyas de pasar, esas que tan solo pueden lucir las reinas de España. También lo llevaron la condesa de Barcelona y la reina Sofía. No es esta la primera vez que doña Letizia lo lucía, pues se lo vimos también en un almuerzo en el Palacio Real en 2018, y en una visita a París en 2020.

La Reina estrenaba unos pendientes de perlas, a juego con el collar. Se desconoce la procedencia de esta joya, aunque se descarta que sea una herencia, pues para nuestro experto "tienen un diseño muy moderno".

Por su parte, la infanta Cristina lucía un broche que pertenece a su colección personal. Una pieza circular, con motivos florales y tres perlas que tiene una curiosa historia, tal como nos revela Juan Rivero, que demuestra la buena sintonía que existía en el pasado entre la infanta y su cuñada Letizia.

Y es que Cristina se lo prestó a la ahora Reina en su primera visita al Vaticano, recién casada con don Felipe. Doña Letizia acudió vestida de negro, con peineta y mantilla, decorada con este broche de la hermana de su marido.

Toca el turno ahora de hablar de Simoneta Gómez-Acebo, hermana del difunto, quien eligió para la ocasión un broche de brillantes en cuya cúspide reposan cinco zafiros. Perteneció a la condesa de Barcelona, María de las Mercedes de Borbón y Orleans, quien lo llevó varias veces, incluido un acto relacionado con la boda de don Juan Carlos y doña Sofía.

La condesa de Barcelona se lo regaló a la infanta Pilar con motivo de su boda, junto a una tiara de zafiros. La duquesa de Badajoz lo lució en múltiples ocasiones desde los años 70 y, tras su fallecimiento, lo heredó su única hija, Simoneta Gómez-Acebo, quien lo eligió para su último adiós a Juan.

Las otras damas de la familia, aunque también lucieron joyas, se decantaron por piezas menos significativas a nivel histórico, como es el caso de María Zurita. Para el experto, María "todavía no ha hurgado en el joyero de su madre", la infanta Margarita. La duquesa de Soria eligió un broche de brillantes y ónix de su propia colección, pero que suelen confundir con uno de la condesa de Barcelona.