Alexia de Holanda recupera un llamativo vestido de su madre de hace más de 20 años para el Día del príncipe

Segundo Prinsjesdag para la princesa Alexia de Holanda. Después de protagonizar su debut el pasado año, la segunda hija de los reyes Guillermo y Máxima ha hecho un parón en su carrera universitaria para acompañar a sus padres y a su hermana, la princesa Amalia y heredera al trono, a este Día del Príncipe 2024. El Prinsjesdag es una de las jornadas más importantes para los holandeses y tiene como principal atractivo, además de un desfile de personalidades de diferente índole y políticos a las puertas del palacio Noordeinde, a la familia real engalanada para la ocasión. Encabezado el cortejo por Guillermo y Máxima, es el tercer año que acude Amalia, y el segundo que lo hace Alexia.

Al igual que el año pasado, la hija mediana de los reyes de Holanda se ha subido a un carruaje real en compañía de sus tíos, Constantino y Laurentien, para, acto seguido, poner rumbo al mencionado palacio y ya allí, encontrarse con sus padres y su hermana mayor.

Si el año pasado apostó por un look de estreno con un vestido de color azalea de la firma Zhivago, en esta ocasión, la que fuera compañera de pupitre de la princesa Leonor en el UWC Atlantic College, ha preferido tirar del fondo de armario de su madre y reciclar un llamativo vestido de hace más de 20 años.

Se trata de un modelo de color rojo vibrante de Natan, la firma preferida de Máxima de Holanda, que llevó por primera vez en el año 2002 para otro Prinsjesdag. La segunda vez que la mujer del rey Guillermo lució este vestido fue el 27 de enero de 2003 para acudir a una cena de estado en honor al por entonces presidente de México, Vicente Fox, junto a la reina Beatriz y su hijo. Casualidades, hoy es su hija Alexia la encargada de rescatarlo y probar que las buenas prendas no tienen fecha de caducidad.

Llamativo por el tono, un rojo intenso, el vestido que ha elegido la hija mediana de los reyes de Holanda presenta un diseño minimalista: escote en pico pronunciado, manga larga, cintura ceñida con drapeado y de ahí, una falda vaporosa en línea A con acabado tableado que deja su bajo a ras de suelo. En cuanto a los materiales, además de la gasa para dar forma a la falda, se empleó un tejido efecto arrugado para los nudos bordados que se despliegan en el pecho.

Como hemos señalado, es un vestido del guardarropa de Máxima ideado por Edouard Vermeulen, el diseñador detrás de su marca de cabecera, Natan, a la que la madre de Alexia suele recurrir para las grandes ocasiones.

En cuanto a los accesorios y a diferencia del modo en el que la argentina llevó el vestido hace 20 años, acompañado por una tiara e imponentes joyas con diamantes y perlas, la joven princesa ha optado por la discreción en este terreno. Sin grandes piezas del joyero real, más allá de unos pendientes largos y una curiosa medalla con un emoticono sonriente, ha combinado el vestido con unos guantes de piel cortos, unas sandalias de tacón y un bolso de mano, todos en beige claro. Decorando su semirecogido cargado, un broche floral en tono dorado.

Sobre el traje rojo de Natan, Alexia de Holanda, al igual que su hermana mayor, ha incorporado la banda y el broche de la Gran Orden del León de los Países Bajos, dos símbolos esenciales en este Prinsjesdag.