La visita exprés de Froilán a España: cena el viernes, papeleo el sábado y regreso a Abu Dabi el domingo
El hijo de la infanta Elena no asistió a la gran boda de Teodora de Grecia el pasado fin de semana. ¿Por trabajo? No, estaba en Madrid
Se cruzaron en el aire. Mientras su madre, la infanta Elena, volaba a Grecia para asistir a la boda de su primera Teodora en Atenas, Felipe Froilán de Marichalar iba a bordo de un avión de Abu Dabi a Madrid.
Llegó el viernes por la tarde y tal como aterrizaba, su amiga íntima Belén Perea le recogía y se iban a dar una vuelta. Juntos cenaron en El Doble, un local de moda en Ponzano donde coincidieron con otros rostros conocidos. Allí había también fotógrafos que siguieron a la pareja hasta que plegaron velas, poco después de las tres de la mañana.
Felipe Froilán viajó a Madrid por cuestiones burocráticas y el sábado lo pasaba renovando documentación para su residencia emitarí. El domingo, después de comer, se subía de nuevo a un avión rumbo a Abu Dabi. Allí mantendrá su residencia durante tiempo indefinido , aunque algunas fuentes empiezan a señalar que el joven está cada vez más nostálgico, algo que consideran lógico después de tanto tiempo.
"Súper educado"
El viernes coincidió, decíamos, con caras conocidas como la del colaborador de Telecinco Kiko Jiménez y su pareja, Sofía Suescun, que estaban en el mismo local y compartieron una charla con el sobrino de Felipe VI. Lo contaba Jiménez a Vanitatis, quien recuerda además que se habían conocido en un avión hace casi un mes, cuando la pareja volvía de un viaje a Abu Dabi en el mismo vuelo que Froilán.
“Es un tipo majísimo y muy normal, súper educado y súpercorrecto”, señala Jiménez cuando se le pregunta por el joven. “Nos decía que está contento en Emiratos, que echa mucho de menos España pero que allí nadie le molesta y que eso está muy bien. Me sorprendió lo educado y formal que es en comparación con todo lo que han contado de él”, añade este concursante de ‘realities’.
La mezcla es curiosa, dos personajes pertenecientes a mundos muy alejados que se cruzan por casualidad y terminan charlando de sus vidas. Cuando Felipe Froilán se fue del citado bar, era consciente de que le seguían, ya que siempre lo hacen, y siguió con su noche sin problema. El sábado fue un día tranquilo, dedicado al papeleo y el domingo tocaba volver a casa. El mismo domingo por la mañana, su hermana, Victoria de Marichalar, paseaba por Aravaca y paraba a comprar unas chuches en un puesto de la calle.
Los Urdangarin, en Grecia
Ninguno de ambos ha podido, pues, asistir a la boda de Teodora de Grecia, su tía segunda, una celebración a la que sí fueron las infantas Elena y Cristina y tres de los cuatro hijos Urdangarin. En la fiesta lo dieron todo con sus primos, bailaron encantados y lo pasaron en grande. Ya de vuelta en sus puestos, Juan e Irene Urdangarin en Reino Unido y Miguel en Madrid, tocaba rutina.
Algo que no ha sido igual para sus madres. La infanta Cristina tenia este lunes un encuentro en La Coruña del Área Social de La Caixa y aunque fuentes de la familia y también de la entidad negaron con rotundidad que fuera a desviar su vuelta para visitar a su padre en Sanxenxo, así lo hizo. Cambió todos los planes para ir a ver a don Juan Carlos, que el lunes celebraba la victoria del Bribón en las regatas de la final europea de Sanxenxo. Habia dicho que no iría, pero quienes conocen a doña Cristina saben que puede cambiar de planes en cualquier momento y así fue.
El gran día de Sanxenxo, eso sí, es este viernes. Se espera que vayan grandes amigos del rey expatriado y también familiares, incluso podría volver doña Cristina con alguno de sus hijos. El padre de Felipe VI ha organizado una mariscada porque quería celebrar las regatas. La cita y las invitaciones se mandaron en verano, cuando nada hacía presagiar que el hijo de Bárbara Rey haría públicas unas imágenes comprometidas que harían que el nombre del padre de Rey estuviera de nuevo en boca de todos.
Cónclave familiar
Y aunque desde la familia del Rey tratan de rebajar la tensión y aseguran que nada de lo que sucede puede afectar a los planes del exmonarca, ya hemos visto como la primera en ir a ver a su padre ha sido la infanta Cristina. Y no será la única, lo veremos este viernes. Porque, según ha podido saber Vanitatis, el monarca está “profundamente dolido” con lo sucedido, como ya avanzamos aquí el mismo día de la publicación de las fotografías en Países Bajos. En estos momentos en los que reina la placidez en su vida, un escándalo de este tipo no sirve más que para empañar un presente que parecía libre de conflictos. “Si todo hubiera sucedido mientras él estaba en Abu Dabi, las cosas serían diferentes, pero aquí…”, indican las mismas fuentes.
El viernes, decíamos, está previsto un cónclave en Sanxenxo y, como podemos imaginar, quien faltará, de nuevo, es Felipe Froilán de Marichalar, que está en Emiratos desde el pasado domingo. Allí le dejan en paz, algo que además se ha grabado más a fuego desde que ha visto cómo su abuelo sufre en Galicia volviendo a estar en el foco mediático.
Se cruzaron en el aire. Mientras su madre, la infanta Elena, volaba a Grecia para asistir a la boda de su primera Teodora en Atenas, Felipe Froilán de Marichalar iba a bordo de un avión de Abu Dabi a Madrid.