Esta es la "gran familia" que ha apoyado en silencio a Juan Carlos I en Sanxenxo
El padre de Felipe VI ha visto empañada su visita por las fotos y audios de Bárbara Rey. Sus hijas y sobrinas, su biógrafa y la mujer de José Cusí, todos han estado a su lado
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Y a pesar de todo, las cosas han salido bien. Aunque nada ha sido, eso sí, como estaba planeado. Los audios y las fotografías del rey Juan Carlos con Bárbara Rey han afectado con cierto ruido a la visita del rey expatriado, que ha estado dos semanas en Galicia. Llegó a Sanxenxo, procedente de Portugal, el 24 de septiembre dispuesto a disfrutar de las regatas del Club Náutico del municipio.
Y al día siguiente, todo estalló por los aires: un periódico holandés publicaba unas imágenes de hace 30 años de don Juan Carlos con la vedette. Entonces se intentaron calmar las aguas, restar importancia al asunto. Siempre se pensó, desde el entorno inmediato del exrey, que era él el objetivo de la publicación.
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Cabe recordar, eso sí, que el viernes anterior, don Juan Carlos se reunió con su hijo, el rey Felipe VI, su mujer, la reina Letizia, en la Academia Naval de Marín junto a la princesa Leonor. Fuentes del entorno directo señalan a Vanitatis que en ese preciso momento “no se hubiera entendido que ese encuentro no sucediera, puesto que estaban todos a pocos kilómetros de distancia, y no verse habría sido dejarlo a los pies de los caballos”. Poco podían imaginar en aquel momento que el escándalo iba a ser cada vez mayor.
Se sintió atacado
Los primeros días, don Juan Carlos se sintió atacado. Y empezó a barruntar, señalan las mismas fuentes de absoluta solvencia, que la cosa iba a pasar a mayores. Fue entonces, tras verse con su hijo y sentirse arropado, cuando tuvo un enfado monumental, porque estaba “profundamente dolido”. De carácter fuerte y siempre rotundo, el rey Juan Carlos I se enfadó mucho, pero le duró poco y fue la visita de la infanta Cristina, en parte, la que ayudó a calmar las aguas.
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El exrey se había dado cuenta de que lo que parecía un episodio aislado, la publicación de unas fotografías en el extranjero, no se iba a quedar ahí, que iba a ir convirtiéndose en algo más y, sobre todo, que no iba a parar. La infanta Cristina, que estaba de viaje en Galicia por cuestiones laborales, hizo un alto en el camino el lunes 30 para visitar a su padre en Sanxenxo. “Un bálsamo”, siempre dicen lo mismo quienes conocen a don Juan Carlos I: eso es lo que son sus hijas en su vida.
Centrado en las regatas
Tras el citado enfado, decidió, por su propia experiencia, centrarse en lo suyo, es decir, en la regatas, en sus amigos y en su familia. Y así, el goteo de visitas ha sido incesante durante toda la semana.
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Primero fue la infanta Cristina, después fueron los Zurita, encabezados por la hermana de don Juan Carlos, la infanta Margarita, y su hija María. Ese mismo jueves llegaba la infanta Elena, y el viernes tocaba la visita de los grandes amigos. Entre ellos, llamaba la atención la presencia de su biógrafa, Laurence Debray, quien ha estado con él en los momentos más importantes de su vida en los últimos años. Ella es quien le ayudará a dar forma a las memorias que está escribiendo el propio monarca de su puño y letra.
Debray y Muiños
Junto a Debray estuvieron también algunos empresarios y una amiga de toda la vida: Inés Muiños, esposa de José Cusí, quien no ha podido viajar por cuestiones de salud.
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Liderando el grupo, como siempre, la infanta Elena, su fiel escudera, la hija con quien comparte aficiones y con quien salió a la mar estos días. Muchos de los visitantes abandonaron el mismo viernes Sanxenxo, mientras que otros se quedaron el fin de semana. El sábado llegaba también Simoneta Gómez-Acebo, quien disfrutó de la compañía de su tío, su prima y demás amigos. Ha habido estos días varias cenas: el jueves, el viernes y el sábado. Aunque el asunto Bárbara Rey no se ha tratado ni de pasada. Impera, señalan a Vanitatis, la ley del silencio, “por respeto y porque ahora toca hablar de deporte”.
"Una gran familia"
El rey Juan Carlos ha participado en la final europea de vela 6M con el Bribón junto a su anfitrión, Pedro Campos. Una regata que, por cierto, ganó, como ya es costumbre. En eso se han centrado ahora sus amigos y familia. Cuando se les pregunta, advierten que no es el momento. “Somos una gran familia y estamos siempre todos juntos aunque sea en la distancia”, insisten.
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Afirman además que el exrey “está disfrutando mucho de la vida”. Que, pese a su enfado inicial, no quieren que nada vaya a empañar los últimos años de don Juan Carlos. Tanto es así que aseguran que “del ‘capítulo Barbara Rey’, y nunca mejor dicho, no va a aparecer ni una línea en ningún capítulo de sus memorias porque es algo pasado, lejano y que no tiene ninguna importancia”. Así al menos lo ven ellos. Veremos si esta historia se puede apagar con el silencio o si ese silencio lo único que hace es darle más voz todavía a quienes hablan.
Y a pesar de todo, las cosas han salido bien. Aunque nada ha sido, eso sí, como estaba planeado. Los audios y las fotografías del rey Juan Carlos con Bárbara Rey han afectado con cierto ruido a la visita del rey expatriado, que ha estado dos semanas en Galicia. Llegó a Sanxenxo, procedente de Portugal, el 24 de septiembre dispuesto a disfrutar de las regatas del Club Náutico del municipio.