Así han cambiado Leonor y Sofía de su primer 12 de octubre (en 2014) al último Día de la Hispanidad

A lo largo de los últimos años, la princesa Leonor y la infanta Sofía han ido consolidando su papel institucional. Una tarea que comenzaron desde la infancia con el tradicional desfile de las Fuerzas Armas del 12 de octubre como una de sus citas ineludibles. Un día que ha servido para ser testigos de cómo han ido cambiando con el paso de los años. No solo físicamente, sino también en lo que respecta a su comportamiento y un papel cada vez más protagónico.

Este año será diferente, ya que la infanta Sofía no estará presente junto a su hermana, como ocurriera el año pasado por sus estudios de Bachillerato en Gales. Una ausencia justificada, como ocurriera en el caso de la propia princesa Leonor o del rey Felipe VI, en 2003, cuando un viaje a Nueva York de Estado le impidió llegar a tiempo. Ahora, tras diez años de presencia de la princesa Leonor y de la infanta Sofía, recordamos cómo han ido cambiando, desde sus simpáticas miradas de sorpresa infantiles ante el despliegue militar, a la propia heredera vestida con su uniforme del Ejército el año pasado.

Nos remontamos al año 2014, la princesa Leonor y la infanta Sofía hacían acto de presencia en el desfile de las Fuerzas Armadas por primera vez en su vida. Entonces, la Princesa tenía ocho años, y su hermana, siete. Además de obedientes, permanecían curiosas, atentas y muy sorprendidas ante el despliegue de efectivos terrestres y aéreos.

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Maravilladas, contemplaban el cielo de Madrid bajo la atenta mirada de sus padres, que ese año se estrenaban como Reyes. En cuanto a sus estilismos, sentaron las bases de lo que nos hemos acostumbrado a ver hasta la fecha: prendas coordinadas, pero en diferentes colores, manteniendo el estilo que marcó su infancia.

Mucho más cómodas y desenvueltas se mostraron un año después en el día de la Fiesta Nacional. Entonces, no tuvieron problema alguno en saludar a los cientos de personas allí congregadas y dedicarles una sonrisa a todos aquellos que habían acudido a verlas en exclusiva.

Fue en 2015 cuando los estilistas de la Casa Real trataron de subsanar el error cometido un año antes respecto a los looks de las pequeñas, pues se comentaba que fueron poco abrigadas para la época del año. Así, lucieron dos atuendos de carácter sobrio, de la firma Nanos, compuestos de leotardos y chaquetillas de lana a juego con sus vestidos. Mientras Leonor lucía un vestido azul marino, Sofía hacía lo propio en color gris.

El Día de la Hispanidad de 2016 estuvo pasado por agua. De esta manera, se hizo complicado que Leonor y Sofía pudieran interactuar mucho con los presentes, pero sí lo hicieron entre ellas, mostrándose más cómplices y risueñas que nunca. Entre las anécdotas que protagonizaron, en el imaginario colectivo figura cuando al paso de la bandera española, y mientras su madre bajaba la mirada y su padre hacía el tradicional saludo militar, ellas no pudieron evitar mirar curiosas.

Sus atuendos fueron acordes al tiempo y las bajas temperaturas, de tal manera que Leonor llevó un abrigo azul marino de Carolina Herrera, y Sofía, de color rojo, de Pili Carrera. Ambas caminaron sosteniendo dos paraguas transparentes y con el mismo peinado que un año antes, dos trenzas laterales.

Al año siguiente se produjo un notable cambio en la actitud de las hijas de los reyes Felipe y Letizia. Mucho más maduras, saludaban a los altos mandatarios con un apretón de manos que Sofía tuvo que hacer con la mano izquierda, pues apareció con la derecha lesionada y vendada.

En cuanto a sus outfits, repitieron las mismas firmas que el año anterior, pero quisieron diferenciarse la una de la otra destacando sus propios estilos. La heredera al trono llevó un vestido en color rojo de manga larga y con cinturón y su hermana prefirió un diseño en tweed en tonos azul marino, rojo y blanco.

El desfile del 12 de octubre de 2018 fue clave en muchos aspectos. Por primera vez, Leonor ejercía de Princesa, sentándose a la derecha de su padre. Hasta entonces las dos hermanas lo habían hecho juntas al lado de su madre. Además, Leonor llevó en su vestido el Toisón de Oro que le había otorgado Felipe VI en enero de ese mismo año.

Una vez más, sus looks pasaron por el rojo y el azul, marcando cierta diferencia, aunque en sintonía, mediante el estampado de cuadros. La heredera optó por un vestido de estampado tartán de cuadros en color rojo que combinó con bailarinas a tono. Por su parte, su hermana Sofía vistió un diseño de dos piezas con falda de tablas con cierto vuelo y chaqueta de manga francesa.

En 2019, con 13 y 12 años, la princesa Leonor y la infanta Sofía protagonizaron un natural cambio físico. Atrás dejaron ese aspecto aniñado que lucían con peinados de trenzas y pasaron a ser unas adolescentes que optaron por llevar la melena suelta y con ligeras ondas, lo que les daba un aire moderno, acorde a su edad.

No obstante, sus estilismos fueron bastante comentados porque los colores pastel de los mismos, unidos a las bailarinas con las que se calzaron, seguían esa línea más clásica que chocaba drásticamente con su juvenil. La infanta Sofía apostó entonces por un vestido azul baby en tweed con manga francesa y bolsillos en la falda, mientras su hermana mayor se decantaba por un diseño muy similar en color rosa empolvado. La anécdota de ese año la protagonizó un paracaidista que sufrió un pequeño accidente en su salto y al que la familia real quiso apoyar pasado el desfile.

El Día de la Hispanidad en 2020 fue el más diferente que se recuerda. Con la mascarilla como elemento protagonista y un número de invitados mucho más reducido, se llevaron a cabo los actos de celebración de la Fiesta Nacional a excepción de la posterior recepción en el Palacio Real. Fue el año en el que las hijas de los Reyes manifestaron sus respectivas personalidades a través de sus atuendos, con diseños originales y mucho más modernos.

Los dos estilos de Leonor y Sofía

La heredera optó por una falda de vuelo gris que combinó con un jersey de lana blanco de cuello cisne y manga francesa de la firma sueca & Other Stories que llevaba ligeramente remangado. A sus pies, unas bailarinas con tacón cuadrado de Pretty Ballerinas, el modelo Lindsay. Sofía se decantó por unos pantalones de vestir azul marino y una blusa blanca con un original lazo del que caían dos cintas hasta las rodillas. Unos mocasines punteros en azul marino de Pretty Ballerinas redondeaban el estilismo.

Hace dos años, y sin poder hacer mucho por evitarlo, la hija pequeña de los Reyes se convertía en la gran protagonista de las celebraciones del 12 de octubre, al ser la primera vez que acudía sin la princesa Leonor, que no pudo hacerlo para cumplir con sus clases en Gales. De esta manera, todas las miradas estuvieron puestas en la infanta Sofía, incluyendo las de sus padres, que no dejaron de arroparla en todo momento para que se encontrara lo más cómoda posible.

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Para la cita estrenó un vestido de estilo boho chic de Claudie Pierlot, un diseño fluido de manga larga, falda con volante fruncido y detalles de costuras y bordados en contraste. Lejos de combinarlo de una forma clásica, con unas bailarinas o unos mocasines, Sofía quiso darle un toque aún más juvenil a su estilismo con unos zapatos 'lace up' de ante negro firmados por Quiero unos Bobo's, concretamente el modelo Iggi Black.

En 2022, de nuevo, la infanta Sofía fue la protagonista del Día de la Hispanidad junto a sus padres, los Reyes, y ocupó el asiento que le hubiera correspondido a su hermana, a la derecha de don Felipe. La princesa Leonor se encontraba, como ocurriera en 2021, estudiando en Gales, por lo que no pudo asistir a la Fiesta Nacional. Para la ocasión, la Infanta lució un diseño customizado de Carolina Herrera, un vaporoso vestido azul con lunares blancos, escote cerrado, mangas abullonadas y ligeramente transparentes y cinturón con lazada. Lo combinó con unas bailarinas azul marino.

Respecto al 2023, la ausencia de la infanta Sofía marcó el día para la familia real. La joven, siguiendo los pasos de su hermana mayor, se ausentó por sus estudios en Gales, Mientras que la princesa Leonor retorno en un año muy especial para ella, marcado por la celebración de sus 18 años y su jura de la Constitución como futura Jefa del Estado. De hecho, también fue la primera vez que acudió, no solo al desfile, sino también a la recepción posterior en el Palacio Real.

En ambas situaciones pudimos ver como su estilismo apoyaba su imagen como heredera, apostando por el uniforme militar de gala del Ejército de Tierra. Una simbólica elección que quizás repita este año, en esta ocasión con el uniforme de gala de la Marina, dada su formación en la Academia Naval de Marín.