Leonor de Borbón se gradúa en los Premios Princesa de Asturias: un relevo, su discurso más adulto y una confesión deportiva
Esta edición de los Premios Princesa de Asturias estuvo marcada por varios cambios, además de la confesión de Carolina Marín sobre Leonor y el deporte
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Una edición inolvidable. Así podríamos resumir brevemente la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias de este 2024, un año marcado por la mayoría de edad de la princesa Leonor. Al tener ya 18 años -de hecho, cumplirá 19 la semana que viene- su cargo como presidenta de la fundación es ahora más relevante, y desde la Casa Real han querido darle un papel más protagonista a la heredera al trono, introduciendo dos cambios en la ceremonia, celebrada en el Teatro Campoamor de Oviedo.
La Princesa de Asturias pronunció el que es su discurso más largo y adulto hasta la fecha. Cogiendo el testigo de su padre, que en el pasado era el encargado de homenajear con sus palabras a los premiados, la heredera habló de cada uno de los galardonados, en un discurso cuyo hilo conductor fue la esperanza. "Un billete para el tren de la esperanza", dijo, parafraseando a Joan Manel Serrat, uno de los premiados de esta edición.
Don Felipe tomó la palabra después de su hija para contar lo orgulloso que le hacía sentir como padre y como Rey que a partir de ahora sea Leonor la que haga las semejanzas de los premiados. "A lo largo de estas más de cuatro décadas he tenido el honor y la responsabilidad de elogiar a los galardonados en esta ceremonia. Entenderán que les diga que veo con emoción que Leonor, como Presidenta de Honor que es de la Fundación, se encargue de hacerlo a partir de ahora, como acabamos de ver hace un instante".
Aunque este mensaje sonó para muchos a despedida, lo cierto es que los Reyes no tienen intención ninguna, al menos por el momento, de dejar de asistir a los Premios Princesa de Asturias. El Rey está totalmente involucrado con la fundación de la que su hija es presidenta de honor y la Reina está encantada de volver cada año a su tierra para estos galardones que varios años cubrió como periodista.
Leonor convoca los premios de 2025
No fueron los elogios el único cambio que vivimos en esta ceremonia, que estuvo marcada entre otros detalles por las lágrimas de Joan Manel Serrat cuando la Princesa pronunció algunos de sus versos, como "hoy puede ser un gran día y mañana, también". Hasta la fecha, al terminar la ceremonia, tras sonar el himno de Asturias, los premiados abandonaban el Campoamor, y era el Rey el que procedía a dar por concluida la ceremonia y convocaba la siguiente edición.
Sin embargo, en esta ocasión, y para sorpresa de todos, don Felipe cedió al testigo a su hija para hacerlo. "Finalizado el acto de entrega de los Premios 2024, quedan convocados los Premios Princesa de Asturias 2025", afirmó Leonor ante la orgullosa mirada de su padre, quien, ya a las puertas del Campoamor, no lo dudó y dio un abrazo cálido a su hija, mientras doña Letizia estuvo conversando con ella sobre algunos de los momentos de la ceremonia, todo ello antes de abandonar el teatro.
Sí a los pantalones
Ya junto a doña Sofía, quien bajó del palco, los cinco salieron a la calle bajo un cielo nublado aunque sin lluvia, el mismo que los había recibido una hora y media antes, a las 18:30 horas, antes de empezar la ceremonia. Aunque cayeron algunas gotas cuando estaban llegando los invitados, el tiempo dio tregua tanto a los premiados como a la familia real para su llegada al Campoamor, pudiendo desfilar sin problemas por la alfombra azul.
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Doña Letizia acaparó muchos flashes con un vestido de Carolina Herrera de escote asimétrico y un gran volante, pero fueron sobre todo Leonor y Sofía quienes se llevaron la atención al apostar ambas por pantalón. Y es que aunque la etiqueta de este acto marca vestido corto para las damas, el pantalón ya es una prenda que se utiliza para actos formales, por lo que no hay ningún problema en lucirlo, como ellas demostraron: la Princesa con un sastre negro y Sofía con pantalón negro y blazer dorada.
Mucho se criticó en 2010 a doña Letizia por lucir pantalón en la Fiesta Nacional al considerarse inadecuado para un acto solemne. Ahora sus hijas han vuelto a demostrar que no es necesario llevar vestido para este tipo de eventos, una manera, sin duda, de modernizar la institución.
No muy deportistas
Como mencionábamos, Leonor dedicó unas palabras a todos los galardonados, mostrándoles su admiración. De Serrat, por ejemplo, aseguró que es "mucho más que un referente artístico para varias generaciones a las que ha hecho felices. También ha mostrado su compromiso con la democracia y la tolerancia. He escuchado estos días muchas canciones suyas. Y he leído con atención sus letras. Serrat se declara partidario de vivir porque, de vez en cuando la vida, afina con el pincel; se nos eriza la piel y faltan palabras para nombrar lo que ofrece a los que saben usarla".
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Y de Carolina Marín explicó: "Lo ha ganado todo y en todo ha sido ejemplar. Lo más importante no es que sus años de esfuerzo, entrenamiento y gran desempeño le hayan llevado a lo más alto en un deporte, el bádminton, que era muy poco conocido en España". Precisamente, Vanitatis pudo hablar con Marín antes de los premios para darle la enhorabuena y preguntarle por aquellas clases de bádminton que doña Letizia le había pedido para sus hijas hace años, una historia que ella misma relató en 'El Hormiguero'.
Carolina confirmó que esas lecciones nunca llegaron a llevarse a cabo, y que al encontrarse en Oviedo con Leonor y Sofía estas le confesaron no ser demasiado deportistas, al contrario que su madre, la reina Letizia.
La sombra de Errejón
Un año más, la alfombra azul del Campoamor se llenó de rostros conocidos. Entre ellos el del líder de la oposición, Feijóo, quien se dio un auténtico baño de masas a su llegada al teatro. Entre gritos de "presidente, presidente", el gallego saludó al público congregado antes de posar para los medios, acompañado por Juanma Moreno, el presidente de Andalucía.
Los miembros del Gobierno de Pedro Sánchez, en cambio, fueron mucho más discretos a su llegada. Los ministros Diana Morant, Pilar Alegría y Ernest Urtasun accedieron al Campoamor sin hacer mucho ruido, conscientes de que el tema de conversación de todos los corrillos aquel día era Errejón y la denuncia de la que ha sido objeto. Un asunto que no empañó la gala de los Premios Princesa de Asturias, pero que sí estuvo muy presente entre los invitados.
Una edición inolvidable. Así podríamos resumir brevemente la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias de este 2024, un año marcado por la mayoría de edad de la princesa Leonor. Al tener ya 18 años -de hecho, cumplirá 19 la semana que viene- su cargo como presidenta de la fundación es ahora más relevante, y desde la Casa Real han querido darle un papel más protagonista a la heredera al trono, introduciendo dos cambios en la ceremonia, celebrada en el Teatro Campoamor de Oviedo.