La reina Sofía en Nueva York: dos piezas, caftán con estampado de flores y un mensaje a su hijo, el rey Felipe

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Con las cosas en nuestro país no precisamente tranquilas, doña Sofía tomaba un vuelo el pasado domingo para viajar a Estados Unidos, donde tenía previstos tres actos de agenda entre lunes y miércoles. Y aunque dos de ellos están en el aire por la tragedia de Valencia, sí pudo entregar el 'Premio Sophia a la excelencia' a Gustavo Dudamel. Un acto para el que la Reina escogió un significativo look, con un dos piezas, caftán con estampado de flores y un claro mensaje a su hijo, don Felipe.

Porque el color elegido no podía ser casualidad, principalmente tras lo sucedido el pasado domingo durante la visita de los Reyes a la localidad de Paiporta, donde fueron increpados y hasta atacados con piedras que pudieron esquivar gracias a su equipo de seguridad y una lluvia de barro que no pudieron evitar tanto.

No podemos obviar que el verde botella que lució este lunes la reina Sofía en Nueva York es uno de los colores tendencia de la temporada, pero resulta bastante llamativo que haya querido ponérselo para esta primera aparición tras los incidentes en Valencia. Y es que el verde es el color que se asocia a la monarquía española, ya que es la palabra que forman las siglas de la expresión 'Viva el Rey de España', por lo que no parece, desde luego, una elección fortuita.

No sería la primera vez, además, que lanza mensajes a través de su look. No hace muchos días, en plena tormenta mediática por las fotografías que se publicaron del rey Juan Carlos y Bárbara Rey, decidió rescatar el broche que Franco le regaló con motivo del nacimiento de don Felipe, dejando claro cuáles eran sus prioridades.

Tampoco podemos pasar por alto lo favorecida que estaba con su conjunto. Se trataba de un dos piezas muy fluido y relajado, al que doña Sofía añadió un cinturón en tejido rústico en un tono más oscuro para enmarcar su silueta y aportar un poco de contraste cromático.

Y, por si fuera poco verde, también quiso añadir un fular en el mismo color de su conjunto, aunque prescindió de él una vez finalizó el acto, presumiendo así del caftán que llevaba como abrigo, con un original estampado de flores que nos recordaba mucho a la estética más oriental. Confeccionado en terciopelo y de color gris, creaba un bonito contraste con el verde del dos piezas.

Por supuesto, no faltaba esa mezcla de joyas que es casi marca de la casa, aunque en esta ocasión no lució muchos collares. Por encima del suéter llevaba uno creado con piedras naturales que lucía con dos vueltas, mientras por debajo sí se podía ver que llevaba, al menos, otro colgante.

Pero si alguna de sus joyas llamó la atención, fue su anillo de compromiso. Es cierto que doña Sofía se lo pone y se lo quita de forma aleatoria y echa mano de él cuando le apetece, pero sigue resultando significativo que sea una de las piezas que luce en sus manos, aunque sea con varias sortijas más, de diferentes tipos, repartidas entre el anular y el meñique.

El anillo en cuestión está compuesto por un aro de oro y dos rubíes redondos unidos por un diamante talla baguette, haciendo que sea una de las piezas más originales que hemos podido ver en las últimas décadas en las casas reales europeas.

Un jovencísimo don Juan Carlos se lo entregó a la entonces princesa griega hace ya más de seis décadas y desde entonces ha sido uno de sus complementos recurrentes. Estuvo mucho tiempo guardado en su joyero, pero decidió rescatarlo para la misa de Pascua de 2019 y lucirlo a partir de ese día varias ocasiones, consiguiendo que también se convirtiera en protagonista de los titulares y muchos vieran en esta elección una doble intención y un mensaje oculto a su marido.