Las infantas Elena y Cristina, invitadas en la boda del hijo de Gemma Ruiz de Velasco: una novia con vestido vintage y la madrina más elegante

Gemma Ruiz de Velasco es una de las mejores amigas de las infantas Elena y Cristina, una compañera de pupitre, una de esas “de toda la vida”. Y este fin de semana, el sábado en concreto, se casaba su hijo Lucas en Segovia, así que allí estaban ambas hermanas del Rey acompañando a Gemma en un día tan importante.

Ruiz de Velasco y las hermanas Borbón se han apoyado a lo largo de toda la vida, incluso en los peores momentos. Cuando en 2017 falleció el marido de Gemma Ruiz de Velasco, José María Treviño, la infanta Cristina vivía en Suiza. Y quiso ir al funeral, pese a no tener buena relación con su hermano, Felipe VI por aquel entonces.

Así que se repartieron los horarios para no coincidir y poder ir todos a darle el pésame a Ruiz de Velasco: las infantas fueron a la misa de despedida y el Rey fue al tanatorio. Porque don Felipe era íntimo amigo de José María Treviño: coincidieron también en la misma clase, en este caso en el Santa María de Los Rosales. Y su pérdida marcó a todos los hijos de los Reyes Juan Carlos y Sofía.

Lucas y Cecilia, los novios

Lucas Treviño es gran aficionado a la fotografía y fundador de la star-up Optimaria, dedicada al software. Se graduó de Administración de Empresas y Relaciones Internacionales en la IE University, se formó también en la Universidad de Standford y ha realizado numerosos voluntariados por medio mundo. La novia es Cecilia Sada, concultora en IBM, que cuenta con un doble grado en Derecho y Administración de Empresas y estudió en Harvard.

Los padres del novio se casaron en 1990 en la iglesia de los Jerónimos de Madrid. José María Treviño Zunzunegui, empresario de origen catalán, fue consejero delegado de Aurinka Internacional. El matrimonio tuvo tres hijos varones: el recién casado Lucas, y José María y Jaime. El mayor, José María, se casó en mayo de 2023 con Paula Fernández Martínez.

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Aquel enlace fue en Toledo y destacó el look de la novia. Sin un vínculo personal con la familia real, es conocida por su trabajo: es una reputada artista y también una influencer que aglutina más de 52.000 seguidores en su perfil de Instagram bajo el nombre de Paula Baset. Por ello, se esperaba mucho de su look nupcial. Fiel a su personalidad de estilo desenfadada, Fernández fue una de las novias mejor vestidas del año pasado.

En aquella ocasión asistió la infanta Cristina en solitario puesto que su hermana tenía una competición hípica a la que no pudo faltar. La presencia de la exduquesa de Palma fue muy comentada, porque era una de sus primeras apariciones públicas tras anunciar su separación de Iñaki Urdangarin.

En Las Margas

La boda de este fin de semana fue a las 12:30 de la mañana. La ceremonia religiosa se celebró primero en el Santuario de Fuencisla, donde estuvieron las hermanas ‘reales’, y después hubo una celebración en una finca en la zona. Treviño, decíamos, se casó con Cecilia Sada, amiga además de su cuñada. La joven lució un vestido de formas lejadas, ancho y fluido, con camisa de seda y falda de encaje, un velo sujeto con una tiara de diamantes y unos largos pendientes. El ramo era de flores granates.

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Las dos infantas iban vestidas de forma discreta, con colores cálidos, sin llamar demasiado la atención. La infanta Elena llevaba un moño recogido al estilo Grace Kelly, con un traje de chaqueta y falda de color crema, y la infanta Cristina llevaba el pelo suelto, un vestido oscuro y un abrigo de pata de gallo.

Fue el periódico local ‘El Norte De Castilla’ el que pudo captar una imagen de las dos hermanas saludando al llegar al Santuario. Y Vanitatis ha podido saber después quiénes eran los protagonistas del enlace.

La celebración posterior a la ceremonia religiosa tuvo lugar en la Finca Las Margas, a unos 50 kilómetros de Madrid. Allí hubo conciertos al aire libre y un apertiivo y menú sencillo que constaba de un solo plato, de verdinas con centollo y bogavante, y de postre una tarta árabe con crema inglesa y almendras escarchadas. La bodega corrió a cargo de Marqués de Murrieta. Y el catering, como en todos los grandes acontecimientos de los últimos tiempos, de Ciboulette.

Amigos del cole

Ruiz de Velasco estudió con las infantas en el colegio Santa María del Camino, que era de la madre de Gemma. Por parte de padre, la amiga de las infantas es nieta del naviero gijonés Andrés Ruiz de Velasco y por la materna forma parte de la familia fundadora del Banco Coca (absorbido por Banesto en los años 80). En tiempos su familia materna era propietaria de numerosos inmuebles y empresas, incluido un palacete en la calle Orfila de Madrid.

Los padres de Gemma son Juan Ruiz de Velasco Oria y Josefina Coca Ávila, y tiene tres hermanos y dos hermanas. Una familia numerosa que ha compartido a menudo vivencias con los hijos del rey Juan Carlos y la reina Sofía.

El estilo de la novia y la madrina

Las bodas no dejan de sorprender, ya que las novias han cambiado mucho a lo largo de las últimas temporadas y en el armario nupcial se impone la originalidad.

No vamos a hablar de robar protagonismo, mejor nos gusta hablar de compartirlo. Es el caso de la boda de Cecilia y Lucas Treviño. Una boda en la que cantaron amigos, bailaron hasta el amanecer, celebrando, cómo no, el amor.

La boda se celebró en el campo, primero: ceremonia religiosa en una iglesia en un pueblo de Segovia, y después, la celebración en la finca en Madrona.

Como ya te hemos contado en los últimos tiempos, las madrinas están ganando protagonismo, han dado un paso al frente y ahora son más modernas y actuales. Ya no se llevan tanto las clásicas mantillas, el color rojo o el encaje. Ahora las 'madres de' quieren vestir a la moda y sobre todo, ser fieles a su personalidad. Como hemos visto este fin de semana en una boda muy especial.

Esta boda de invierno en Segovia ha sido mágica, inspirada en el encanto de la Toscana segoviana y su entorno natural. Los novios han optado por un lugar con vistas a un entorno rural acogedor, una casa rural con chimeneas. Decoraron con tonos cálidos como dorados, burdeos y verde bosque, combinados con luces cálidas y velas para un ambiente íntimo. Para la ceremonia, eligieron interiores con encanto: el primero una iglesia histórica y para la celebración un salón rústico decorado con flores de temporada como rosas y anémonas.

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Un enlace de Navidad con una perfecta novia de invierno ataviada con un vestido minimalista con un top desestructurado de seda y falda con encaje, una pieza antigua de la familia que dejó con la boca abierta a todos los asistentes. Con velo de tul de seda, muy liviano, caía desde la diadema de brillantes, imaginamos una joya familiar enmarcando el rostro de la novia con unos espectaculares pendientes. Tras el clasicismo del primer vestido, lo mejor, es que este se descomponía para luego convertirse en un modelo de tirantes que permitió a la novia un look más desenfadado durante la fiesta.

Otro de los looks que destacó fue el de la madre del novio, Gemma Ruiz de Velasco, que eligió un modelo de la diseñadora catalana Teresa Helbig. Una prenda de alta costura hecha a medida elegante y sofisticada, ideal para eventos formales. Está confeccionado en terciopelo negro, que aporta un aire de lujo y sobriedad. Presenta un diseño geométrico de líneas fluidas con mangas largas semitransparentes de gasa, añadiendo un toque etéreo y femenino.

El escote es alto y cubierto con un detalle de transparencias que genera un contraste atractivo entre opacidad y ligereza. La silueta del vestido es ajustada en la parte superior y se abre ligeramente en una línea A, hacia la parte inferior.

Un ejemplo de estilo, perfecto para una boda invernal.