El príncipe Zourab Tchkotoua, personaje indispensable en la vida amorosa de don Juan Carlos
La entrevista de Bárbara Rey en Telecinco ha resucitado a este personaje fascinante, exmarido de Marieta Salas, que falleció en 2019 llevándose a la tumba los secretos del rey
La entrevista que Bárbara Rey ha concedido a Santi Acosta en el especial 'De Viernes', con más de veinte horas de grabación, ha actualizado a un personaje indispensable en la vida de don Juan Carlos. Y no solo relacionado con temas económicos, sino también como peón en las relaciones sentimentales (o simplemente sexuales) del monarca jubilado. Este personaje, Zourab Tchkotoua, con un currículum lleno de claroscuros, fue quien recibió el encargo de recoger a la protagonista de esta historia en su casa y llevarla al pabellón de caza que se encontraba en El Pardo. La Angorrilla sería después escenario para los días de vino y rosas con Corinna Larsen.
Aún faltaba mucho para que apareciera la comisionista y el interés del monarca estaba centrado en la actriz y vedette Bárbara Rey. En aquel tiempo era un lugar poco acogedor, como ella misma ha explicado, con una “cama pequeña de hierro y níquel”. La reforma, que costó un millón de euros, llegaría muchos años después. El personaje georgiano se encargaría de otros temas también de índole afectivo del monarca. El asunto más importante fue organizar una fiesta en 1990 en Mallorca para presentar al amigo real a Marta Gayá. Durante años fue la “dama del rumor” y así apareció en la portada de la revista 'Época'. Ahora es la confidente y amiga leal.
Zourab Tchokotua era tratado como príncipe georgiano cuando en realidad no lo era. Su padre, Nicolas, huyó tras la revolución bolchevique y junto con su familia vivieron el exilio en varias ciudades como Roma o París. Zou era el mayor de seis hermanos y tuvo una educación privilegiada de internado en internado. En el colegio de Friburgo (Suiza) fue donde conoció a Juanito, el hijo de los Barcelona. Entre las casas reales y la aristocracia no se utilizaba el apellido socialmente sino el título. En el caso de don Juan Carlos, era el hijo de los condes de Barcelona.
Fueron compañeros de pupitre hasta que don Juan decidió que su hijo tenía que estudiar en España. Y así hubo esa primera separación que el paso del tiempo volvió a reunir para convertir al empresario y comisionista en uno de los miembros de la llamada corte de Mallorca. Un grupo singular que compartía la vida no institucional del Jefe del Estado y que discurría demasiadas veces por rutas sinuosas y poco éticas. El general Sabino Fernández Campo, jefe de la Casa, los bautizó como “las amistades peligrosas del monarca”. Ejercer de Pepito Grillo con don Juan Carlos le costó, años después, perder su puesto de trabajo.
Zourab se casó con Marieta Salas, miembro de una de las familias más potentes e influyentes de Mallorca. Estuvo involucrado en temas judiciales como otras amistades (Javier De la Rosa, Mario Conde...) del exjefe del Estado. En su caso fue una estafa inmobiliaria relacionada con viviendas de protección oficial. Tchokotua se divorció y una vez solucionados sus problemas legales, se instaló en Rabat bajo el manto protector de Hassan II. Siempre se le relacionó con las aventuras sexuales del monarca, pero no se sabía de ese rol de introductor de mujeres en la corte de Juan Carlos I.
La entrevista que Bárbara Rey ha concedido a Santi Acosta en el especial 'De Viernes', con más de veinte horas de grabación, ha actualizado a un personaje indispensable en la vida de don Juan Carlos. Y no solo relacionado con temas económicos, sino también como peón en las relaciones sentimentales (o simplemente sexuales) del monarca jubilado. Este personaje, Zourab Tchkotoua, con un currículum lleno de claroscuros, fue quien recibió el encargo de recoger a la protagonista de esta historia en su casa y llevarla al pabellón de caza que se encontraba en El Pardo. La Angorrilla sería después escenario para los días de vino y rosas con Corinna Larsen.