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El secreto de la pulsera customizada de Amalia de Holanda: una reliquia familiar y 1700 diamantes
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UNA JOYA HISTÓRICA

El secreto de la pulsera customizada de Amalia de Holanda: una reliquia familiar y 1700 diamantes

Este martes, la heredera al trono de Países Bajos se cubrió de brillos, de arriba abajo. Desde este vestido de Tadashi Shoji a la misma tiara

Foto: Amalia de Holanda, durante la cena de Estado con el presidente de Portugal. (Getty)
Amalia de Holanda, durante la cena de Estado con el presidente de Portugal. (Getty)

Este martes, la heredera al trono de Países Bajos se cubrió de brillos, de arriba abajo. Desde este vestido de Tadashi Shoji a la misma tiara que eligió la reina Máxima para su boda, cada elemento del look de Amalia de Holanda deslumbraba. Pero aún quedaban por conocerse algunos detalles, como el secreto de la pulsera customizada que lució, una reliquia familiar que tenía 1.700 diamantes. Nada más y nada menos.

Ha sido Josine Droogendijk, experta en el armario de las Orange, quien ha desvelado esta curiosa historia, con la ayuda del joyero Edwin Fellner, también experto en la histórica colección de joyas que Máxima y su hija mayor tienen a su disposición. Una historia que se remonta a hace nueve décadas y a la bisabuela de Amalia, la reina Juliana.

Fue el 8 de septiembre de 1936 cuando, aún siendo princesa heredera, Juliana de los Países Bajos se comprometió con el conde Bernardo de Lippe-Biesterfeld. Un anuncio que llegó al otro lado del mundo, concretamente a las Indias Orientales Holandesas, es decir, la zona de colonias administradas por los Países Bajos durante el siglo XIX y que ahora correspondería a Indonesia.

placeholder La princesa Amalia, con su pulsera de diamantes, en la cena de gala. (Getty)
La princesa Amalia, con su pulsera de diamantes, en la cena de gala. (Getty)

Recibir la noticia y que se creara un comité para contribuir a las festividades por el compromiso, fue todo uno. El resultado de las deliberaciones fue una pulsera de varios centímetros de ancho creada con más de 1.700 diamantes que se entregó a la futura novia tres meses después, concretamente el 30 de diciembre del mismo año, una semana antes del enlace.

Juliana la recibió en el palacio de Kneuterdijk, actual sede del Consejo de Estado. La pieza no era sino una representación de la riqueza y la opulencia de las familias reales que formaban parte del comité y que viajaron a Países Bajos para hacer la entrega. Era una joya absolutamente espectacular con diamantes sudafricanos de talla birllante y otros 34 de talla cuadrada de mayor tamaño.

Tal y como cuentan estos dos expertos holandeses, los motivos de la pulsera se dividían en tres zonas. Por un lado, una pieza central que representaba la corona holandesa con las alas del ave Garuda. Por otro, los lados izquierdo y derecho, que consistían en una versión completa de esta criatura mitad humana, mitad águila originaria de la mitología hindú. Además, presentaba dibujos arabescos, hojas y espirales.

Juliana la utilizó en muchísimas ocasiones a pesar de que no pesaba precisamente poco. Pero fue anunciar su abdicación y dejar el trono en manos de su hija mayor, la ahora princesa Beatriz, y que la pieza desapareciera por completo. Se había quedado guardada en el joyero real para no volver nunca, al menos con su apariencia original.

placeholder Máxima, luciendo uno de los anillos resultantes de la modificación de la pulsera. (Gtres)
Máxima, luciendo uno de los anillos resultantes de la modificación de la pulsera. (Gtres)

Porque seguro que se han dado cuenta de que hablamos de esta pulsera en pasado. Porque cuando Máxima entró en escena hace ya más de dos décadas, el brazalete volvió a aparecer igual de deslumbrante que siempre, pero con un aspecto muy distinto. El regalo de bodas que recibió Juliana había sido desmontado y completamente modificado para convertirlo en dos piezas más estrechas que la original.

Una de ellas está creada con los experiores y los dibujos arabescos de la primera pulsera, mientras que la otra tiene una apariencia más geométrica y se realizó con los diamantes más cuadrados del diseño. Es la primera la que llevaba Amalia este martes y también en el Prinsjesdag del año pasado, mientras que la segunda solo ha sido utilizada por la reina Máxima.

Pero nada del diseño original ha sido olvidado. Hemos hablado antes de 34 diamantes más grandes de talla cuadrada que formaban parte de este brazalete tan especial. Y es que, aunque ya no están en ninguno de los dos diseños resultantes de desmontarlo, sí han sido reutilizados. De hecho, la reina Máxima luce a menudo un anillo con un enorme solitario. Se trata de otra de las piezas que se encuentran en el histórico joyero de las Orange y que han sido creadas a partir de la pulsera que recibió para su boda la reina Juliana.

Este martes, la heredera al trono de Países Bajos se cubrió de brillos, de arriba abajo. Desde este vestido de Tadashi Shoji a la misma tiara que eligió la reina Máxima para su boda, cada elemento del look de Amalia de Holanda deslumbraba. Pero aún quedaban por conocerse algunos detalles, como el secreto de la pulsera customizada que lució, una reliquia familiar que tenía 1.700 diamantes. Nada más y nada menos.

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