"No sé si puedo hacer esto": las palabras de Charlène momentos antes de su boda con Alberto de Mónaco

Julian Lennon, el famoso fotógrafo, acaba de publicar un libro en el que comparte las que para él han sido las imágenes más impactantes de sus veinte años de carrera. Y para la portada ha elegido nada más y nada menos que un retrato de la princesa Charlène de Mónaco realizado momentos antes de su boda. Grandes amigos, la ahora esposa del príncipe Alberto llegó a confesarle a Lennon minutos antes de su enlace real: "Jules, no sé si puedo hacer esto".

Todo ocurrió el mismo día de las nupcias. La princesa había contratado a Julian Lennon para que le tomara unas fotografías durante su preparación. Sin embargo, Charléne estaba tan nerviosa que tuvo un pequeño momento de ansiedad. "Ella se quedó sentada, mirándose fijamente al espejo, como entumecida. Se volvió hacia mí y me dijo: "Jules, no sé si puedo hacer esto". Yo le dije: "¿De qué estás hablando?". Ella dijo: "No puedo hacerlo, no estoy segura de poder hacer las fotografías, hay demasiadas distracciones".

Así lo ha revelado el propio hijo del mítico miembro de los Beatles a la revista 'Forbes', asegurando que tras oír estas palabras no dudó en animar a Charlène a continuar con el reportaje fotográfico. "Este es un momento histórico; déjame ser solo una mosca en la pared”, le pidió a la princesa, y esta aceptó. Lennon dispuso de apenas diez minutos para realizar las fotografías. Tiempo más que suficiente, a la vista del resultado y, sobre todo, de que enamoraron completamente a Charlène.

De las cientos de fotografías que tomó, Julian quedó embelesado concretamente de una, que ahora ha sido la elegida para la portada de su libro 'Life's Fragile Moments'. En ella vemos a Charlène mirándose al espejo. “La recorté de una determinada manera y pensé: "Dios mío, ahí está. Es la princesa Grace, es la década de 1950". Así que convertí todas las fotografías en blanco y negro”.

Fiel a sus intereses y preocupaciones Charlène quiso que estas fotos sirvieran para algo y no tardaron en ser parte de contribuciones solidarias. La primera vez que estos retratos se utilizaron para ayudar a los demás fue convertidos en cajas, que se vendieron tanto a través de la Fundación Princesa Charlène como de la que creó el propio Julian Lennon, White Feather. Pero también han servido para realizar algunas exposiciones desde entonces, además de que se pueden ver en la página web del propio Lennon.

No es habitual, desde luego, que podamos ver a la princesa Charlène en un momento tan íntimo y tan importante. Además, la historia que cuenta Lennon no hace más que confirmar esos nervios que sentía la princesa y que quedaron patentes durante toda la ceremonia en la que le dio el 'sí, quiero' a Alberto II. De hecho, muchos aseguraron que sus lágrimas se debían a tristeza más que a felicidad.

Ella misma ha negado eso en numerosas ocasiones, y ella misma ha contado anécdotas del enlace en las que se evidencia su estado. Estaba tan absolutamente agotada que cuando nos pusimos los anillos, yo, que estaba tan nerviosa, vi que se lo estaba poniendo en la mano equivocada. Creo que Alberto me dijo algo como: 'Cariño, es esta mano". Y yo me quedé: "Oh Dios, me gustaría que hubieras dicho eso antes, ¡oh no! ¡Iba a por la mano equivocada! Desearía haberlo hecho mejor después de todo lo que he aprendido. Fue estresante, mucha presión".

La princesa ha hablado de los rumores que existieron sobre un presunto intento de fuga días antes de la boda. "Y luego comenzaron los rumores. Dijeron que estaba huyendo. ¿A dónde corría? ¿Al lado oscuro de la luna? Creo que es imposible, sin embargo, que alguien en el exterior entienda cuán horrible, cuánta presión había para los dos. Enorme. No lo creerías", explicó en una entrevista en 2019.