El inesperado romance de Manuel Filiberto de Saboya y Adriana Abascal: los gestos públicos de amor que los han delatado

La ciudad de Sevilla se ha convertido en el escenario de una sorprendente noticia del corazón. Durante el desfile de moda flamenca de la diseñadora Rocío Peralta, celebrado en la histórica Fábrica de Artillería, quedó al descubierto la relación entre el príncipe Manuel Filiberto de Saboya y Adriana Abascal. Así lo ha confirmado en exclusiva ‘La Otra Crónica (LOC)’. Una noticia que no ha dejado a nadie indiferente, presentando a esta pareja como la gran revelación sentimental royal del año.

El desfile comenzó a la una de la tarde, pero desde temprano ya se intuía que algo especial estaba por suceder. El heredero de la casa real italiana llegó al evento y se sentó en primera fila junto a nombres ilustres como Victoria López-Quesada, Cristina de Borbón Dos Sicilias y la princesa Ana de Orleans. A su lado, quedó una silla vacía que poco después ocuparía la modelo, que había estado en el backstage preparándose para abrir el desfile. Su entrada al lugar no pasó desapercibida, confirmando que el príncipe no había acudido solo por el interés en la moda flamenca, sino como su acompañante.

Durante la presentación, la química entre ambos fue evidente, pero fue en el cóctel posterior donde quedó claro que su relación es mucho más que una amistad, según cuenta el medio mencionado. Entre gestos de cariño y abrazos, pasearon juntos, conversaron apartados del resto de invitados y saludaron a conocidos en común. Aunque evitaron posar juntos en el photocall, su complicidad y las muestras públicas de afecto confirmaron lo que ya era un secreto a voces.

La pareja llegó a Sevilla el jueves, según pudo averiguar 'LOC', y esa misma noche disfrutaron de una cena con Peralta y su marido, Cayetano García Soriano. Al día siguiente, antes del desfile, se les vio entrar al hotel Gran Meliá Colón por separado, aunque es muy posible que compartan habitación. Durante el cóctel, algunos asistentes intentaron hacerse fotos, pero Manuel Filiberto se negó rotundamente, prefiriendo mantener cierta discreción ante las cámaras. Sin embargo, su actitud cercana y cariñosa con Adriana dejaba poco espacio para las dudas.

Adriana Abascal, nacida en México y conocida por su papel en el mundo de la moda y el arte, ha sido una figura destacada en los círculos sociales desde los años 80. Su historial sentimental incluye matrimonios con figuras como Emilio 'El Tigre' Azcárraga y Juan Villalonga, además de su última relación conocida con el galerista Maxime Falkenstein. Desde 2021, parecía volcada en su faceta artística, hasta que este romance con el príncipe italiano la ha devuelto al foco mediático.

Por su parte, Manuel Filiberto, casado desde 2003 con la actriz francesa Clotilde Courau y padre de dos hijas, no había dado señales públicas de separación. Sin embargo, como en toda relación moderna, su distanciamiento ha quedado patente en redes sociales, donde no comparte fotos con su esposa desde hace más de un año. La muerte de su padre, Amadeo de Saboya, el pasado febrero, marcó un punto de inflexión en su vida, anunciando entonces que cedía los derechos dinásticos a su hija mayor, Vittoria, aunque finalmente se detractó y sigue ejerciendo como jefe de la casa real italiana.

El romance entre el príncipe italiano y la modelo mexicana ha causado sensación en los círculos sociales y mediáticos. Su espontaneidad y naturalidad en público demuestran que no tienen intención de ocultar su relación, que promete ser una de las más comentadas del año. Por ahora, ambos permanecen en Sevilla disfrutando del ambiente andaluz, pero los focos ya están sobre ellos, atentos a los próximos pasos de esta sorprendente pareja.