Un telediario, el entretenimiento de Leonor y sus compañeros de travesía durante su tiempo de ocio en el Elcano
Los guardiamarinas tienen que hacer una vez cada siete días un informativo que se acompaña con sketches cómicos de alguna situación que haya pasado a bordo
La Princesa de Asturias ya ha comenzado su vida en el Elcano bajo el mando del capitán de navío, Luis Carreras-Presa. Este sábado el buque escuela zarpa del puerto de Cádiz para emprender la travesía que durará seis meses para la tripulación y cinco en el caso de la heredera. Como contamos en Vanitatis, la guardiamarina Borbón Ortiz no realizará la totalidad de la travesía al tener que cumplir con su especial plan de estudios.
Este programa consiste en realizar en ese último mes las prácticas y maniobras en barcos de la flota española que hacen los alumnos de quinto. Uno de ellos será el buque de proyección estratégica conocido como el portaviones Juan Carlos I. Se reenganchará con sus compañeros de Elcano para entrar en la base naval de Marín el 16 de julio, festividad de la Virgen del Carmen, patrona de los marineros.
No se sabe si en el periplo de navegación tendrá que cumplir con actos institucionales y en esos casos desembarcar y volver a retomar la agenda cotidiana. Como dato hay que señalar que en el barco conviven doscientas noventa personas entre marinería, oficiales, mandos, dos cocineros, anestesista, enfermería, un sacerdote y una pequeña banda de música. Son cuatro o cinco profesionales militares que dan un concierto una vez por semana. La música varía, desde la clásica a otros géneros como el pop, la salsa, incluso rock y country. Casi siempre temas muy conocidos que animan la noche.
Otro entrenamiento que es el más aplaudido y esperado por la tripulación es el Telelcano. Los guardiamarinas tienen que hacer una vez cada siete días un informativo que se acompaña con sketches cómicos de alguna situación que haya pasado a bordo. Inicialmente tenía sentido esa parte informativa porque no era tan fácil acceder a internet. Ahora el grupo que le toca ese día hace un resumen de prensa y se presenta en formato video a los compañeros.
Una vez informados llega la parte más divertida y cómica. Consiste en una comedia donde lo mismo hay una imitación a un profesor que aparece la imagen de un alumno que se ha dormido en clase o cualquier situación que provoque risa. Según cuentan alumnos que han pasado por Elcano “no se salva nadie, incluidos los mandos y en este periplo tampoco la Princesa de Asturias. Es una manera de divertirse sin hacer mofa de nadie ni de nada. Es muy divertido y se desarrolla el ingenio”.
Cuando se llega a puerto el ocio está centrado en temas culturales, recepciones a bordo donde se celebran juras de bandera y siempre los guardiamarinas visitan las embajadas de España. En ese acceso de civiles al buque se les asigna un alumno que explica las características del velero y las costumbres. Todas estas acciones también las tendrá que cumplir la heredera
Desde el miércoles pasado, la Princesa y el resto de sus setenta y seis compañeros se han ido aclimatando a lo que será su casa en unas condiciones más complicadas que lo que ha sido hasta ahora su vida en Marín y antes en Zaragoza. La disciplina es la base del ejército, pero en el caso de Elcano más aún por lo que supone la convivencia sin pisar tierra, a veces durante más de quince días mientras se navega y compartir espacios donde no hay lugar para aislarse.
La Princesa, como el resto de sus compañeros, solo tienen el sollado (camarote) de cuatro literas con un baño común. En el buque el espacio es oro y Leonor tiene que adecuar su plaza debajo de la cama para su ropa de diario que debe adaptarse a temperaturas muy variables. Cuentan a Vanitatis antiguos guardiamarinas que “hay que hacer tetris para que te quepa todo. Es un aprendizaje el saber organizarte”.
En este aspecto, el rey Felipe cuando embarcó igual que lo hace ahora su hija, tuvo dificultades para saber aprovechar el espacio, igual que con el tema de las guardias que deben cumplir todos los guardiamarinas. Se forman cinco grupos y los turnos de vigilancia se cumplen cada cuatro horas. Lo mismo a las tres de la tarde que a las cinco de la mañana.
Cuentan en las biografías de don Felipe que el sueño era lo que peor llevaba. En el caso de la Princesa de Asturias estas guardias no interrumpen el plan de estudios. La misión de la travesía es formar a los futuros mandos de la Armada y a la vez sirve como embajada itinerante de España en los países que visite.
La Princesa de Asturias ya ha comenzado su vida en el Elcano bajo el mando del capitán de navío, Luis Carreras-Presa. Este sábado el buque escuela zarpa del puerto de Cádiz para emprender la travesía que durará seis meses para la tripulación y cinco en el caso de la heredera. Como contamos en Vanitatis, la guardiamarina Borbón Ortiz no realizará la totalidad de la travesía al tener que cumplir con su especial plan de estudios.