La princesa Ahad de Omán protagoniza su primer gran acto en cinco años con una impresionante tiara de diamantes, esmeraldas y rubíes y un look deslumbrante

No es nada habitual que las esposas de emires y sultanes ocupen un papel protagonista en actos públicos. Por este motivo, la princesa Ahad bint Abdullah Al Busaidiyah, esposa del actual sultán Haitham bin Tarik, ha acaparado todos los focos al organizar la que ha sido su primera gran recepción.

El anterior sultán, Qabús bin Said Al Said, que reinó durante medio siglo, falleció en el mes de enero de 2020 a los 79 años. Lo hizo divorciado tras un breve matrimonio con su prima y sin descendencia. Los ciudadanos de Omán permanecieron durante décadas sin una primera dama hasta que el actual sultán, Haitham bin Tarik, subió al trono designado por su primo, Qabús bin Said Al Said, antes de fallecer.

El pasado 11 de enero se cumplieron cinco años de su reinado y, en un acto sin precedentes, su esposa, la princesa Ahad bint Abdullah Al Busaidiyah, organizó este pasado 17 de enero, por este motivo, una gran recepción en honor de su marido. En la misma se reunió con las mujeres más influyentes del país de diferentes ámbitos de la sociedad, en el palacio de Al Shumoukh, en Manah.

Consciente de la notoriedad que su figura iba a generar con este evento, la princesa quiso deslumbrar con llamativo look y lo consiguió. Lució un conjunto de su color favorito, el verde, compuesto por un vestido de seda confeccionado a medida, de la firma oriental Debaj, sobre el que colocó una abaya, una prenda tipo túnica muy utilizada por las mujeres musulmanas, de terciopelo de color verde más oscuro y con bordados. Completó el estilismo con un velo de seda verde, a juego con su vestido, que cubría su cabello. Pero sin duda, lo que más llamó la atención en su look fue la impresionante tiara que escogió para esta ocasión tan señalada. Era la primera que lucía desde que su marido subió al trono y se encargó de que la joya contara con un simbólico diseño. Elaborada con diamantes, esmeraldas y rubíes, las piedras preciosas lucían los tres colores de la bandera de su país: el blanco, el verde y el rojo.

A juego, destacaron unos pendientes largos también elaborados con diamantes, esmeraldas y rubíes.

La princesa recibió multitud de felicitaciones con motivo de los cinco años de reinado de su marido, charló con sus invitadas e incluso cortó una gran tarta decorada a modo de oasis, simulando la arena del desierto con agua, palmeras e incluso un camello.

Otra labor destacable de la princesa Ahad es la de su faceta solidaria. En 2021, creó una fundación que lleva su nombre, la cual apoya a mujeres vulnerables, discapacitados y jóvenes que atraviesan dificultades.