El rey Felipe y la reina Letizia recuerdan el exterminio del holocausto en el 80º aniversario de la liberación de Auschwitz

Faltaban pocos minutos para que diera comienzo la ceremonia, que empezaba puntual a las 16:00 horas, cuando don Felipe y doña Letizia han hecho su aparición en el campo de concentración de Auschwitz-Birkenau. Tras la llegada de supervivientes, trabajadores de asociaciones y otras autoridades y Jefes de Estado como el presidente de Ucrania, Zelensky, o el presidente de Francia, Emmanuel Macron, tocaba el turno para los miembros de la realeza de ocupar sus asientos, en la primera fila.

Vestidos de luto, como el resto de invitados, los Reyes de España han ocupado su sitio para seguir esta ceremonia celebrada con motivo del 80º de la liberación de Auschwitz-Birkenau. Doña Letizia se ha sentado junto al presidente de Italia, Sergio Mattarella, mientras Felipe VI tenía a su izquierda al rey Guillermo Alejandro de Holanda, quien llevaba una kipá, acompañado por su esposa, la reina Máxima.

Al lado de la reina de los Países Bajos se sentaban el presidente y la primera dama de Polonia, seguidos por Felipe y Matilde de los belgas, que ha estado conversando con Carlos III, quien ha acudido sin su esposa, la reina Camila. Terminaban esta fila de reyes y reinas Federico y Mary de Dinamarca.

Ya en la segunda fila, y con otros Jefes de Estado, se encontraban algunos herederos: Haakon de Noruega, Guillermo y Stéphanie de Luxemburgo, Victoria de Suecia y Amalia de Holanda. Esta última ha debutado por primera vez en un acto de este tipo, y se la ha visto hablando cómodamente con el resto de invitados.

La ceremonia ha tenido lugar en una carpa que se ha instalado en la entrada de la puerta principal del campo Auschwitz-Birkenau II. Contaba con detalles llenos de simbolismo, como el vagón solitario de transporte que estaba colocado a la entrada del campo. Se trata de uno de los vagones de carga originales en los que los oficiales nazis montaban a los judíos para trasladarlos en tren hasta el campo de exterminio.

El presidente polaco, Andrzej Duda, ha sido el primero en tomar la palabra, y luego le han seguido supervivientes del campo de concentración, quienes han contado su propia experiencia en ese lugar.