Mette-Marit retoma su agenda tras el escándalo de Marius Borg con un elegante vestido midi en un acto oficial

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La princesa Mette-Marit de Noruega ha vuelto a hacer gala de su característico estilo refinado en su última aparición pública. La esposa del príncipe Haakon ha presidido un almuerzo oficial en el palacio real, organizado para miembros del Tribunal Supremo. Un evento en el que, además de su compromiso institucional, ha llamado la atención su elección de vestuario: un vestido midi en tono oscuro que ya ha lucido en otras ocasiones, demostrando su predilección por las piezas atemporales y versátiles.

El diseño, de corte elegante y discreto, presenta un escote redondeado, manga tres cuartos con sutiles hombreras y una cintura elástica que realza la silueta. La combinación de estos elementos aporta una imagen sofisticada sin estridencias, perfecta para un acto de estas características y en el que no se quiere llamar especialmente la atención.

Para completar el estilismo, Mette-Marit ha apostado por unos clásicos salones en tono beige de la firma Aquazzura, modelo Purist Pump 85, confeccionados en cuero y con un diseño de punta afilada y tacón fino medio, cuyo precio ronda los 595 euros.

Más allá de su elección de vestuario, su presencia en este almuerzo oficial cobra especial relevancia, ya que confirma su regreso paulatino a la vida pública tras los meses complicados que ha atravesado la familia real noruega.

Desde la detención de su hijo mayor, Marius Borg, acusado de agresión y violación, Mette-Marit ha mantenido un perfil bajo, reduciendo al mínimo sus apariciones institucionales. Sin embargo, en las últimas semanas ha retomado sus compromisos oficiales, lo que indica que poco a poco está tratando de recuperar la normalidad en su agenda.

"Ha sido muy duro. No hay nada más que decir aparte de eso. Ha sido muy, muy duro para nosotros. Creo que para todos", aseguró la esposa de Haakon de Noruega el pasado mes de diciembre, que rompió su silencio y se sinceró en una entrevista concedida al programa NRK.

Como decíamos al principio, no es la primera vez que recurre a este vestido en eventos formales, una prueba más de su apuesta por prendas funcionales que resisten el paso del tiempo. Su reaparición en este almuerzo, con una imagen serena, sonriente y una actitud profesional, refuerza la idea de que está centrada en cumplir con sus obligaciones reales mientras afronta una de las situaciones más difíciles a nivel personal.