Ingrid Alexandra de Noruega, en el cumpleaños del rey Harald: vestido heredado y collar de diamantes escondido durante años

Ingrid Alexandra de Noruega brilló con luz propia en la celebración del 88 cumpleaños del rey Harald, su abuelo, en una velada que reunió a unos 150 invitados en el Palacio Real de Oslo. La joven heredera al trono deslumbró con un elegante vestido de Valentino y, por primera vez, con una de las joyas más especiales de su colección: un collar rivière de diamantes que recibió como regalo por su mayoría de edad.

Este impresionante collar, que antes perteneció a la princesa Ragnhild, hermana del monarca homenajeado, simboliza la continuidad de la tradición en la familia real noruega. Se trata de una pieza clásica y atemporal que realza la elegancia natural de la joven royal y que ha estado encerrada en un cajón durante años, o por lo menos escondida a las cámaras.

Esta pieza de alta joyería encarna la elegancia atemporal con su diseño clásico compuesto por una sucesión de diamantes engastados en un delicado montaje que permite que cada piedra brille con la máxima intensidad. La unión, probablemente en oro blanco o platino, potencia el brillo de las gemas sin interferencias visuales, dejando que la pureza de los diamantes hable por sí misma.

Este tipo de collar, conocido como rivière por su fluidez y apariencia de “río” de luz, se caracteriza por su disposición de diamantes en un degradado sutil o en tamaño uniforme, en este caso optando por la segunda opción, lo que le otorga una sofisticación equilibrada y versátil.

Para completar su look, Ingrid Alexandra eligió unos pendientes de diamantes y perlas que también formaron parte del legado de su tía abuela y que fueron también parte de sus presentes en su 18 cumpleañps. La elección de estas joyas demuestra el cariño y respeto de la joven princesa por la historia, además de consolidar su papel dentro de la casa real noruega.

El vestido que llevó también esconde un guiño familiar, ya que pertenece a su madre, la princesa Mette-Marit. Se trata de un diseño de la firma Valentino confeccionado en un tejido fluido y con un drapeado en la parte superior, que destaca por su sofisticación atemporal.

La esposa del príncipe Haakon lo lució en 2010 durante los actos previos a la boda de la princesa Victoria de Suecia, combinado con un broche en el hombro y un bolso de plumas a juego. Su hija, sin embargo, optó por un enfoque más minimalista, dejando que el protagonismo recayera en las joyas. Con esta elección, la joven demuestra su buen gusto y su preferencia por la moda sostenible al reutilizar prendas de alta costura con historia.

La celebración del cumpleaños del rey Harald fue un evento cargado de emoción. En la entrada del palacio, un corazón de antorchas iluminó Slottsplassen como homenaje al monarca, un regalo de la corte en su 88 aniversario. Con su presencia y elección estilística, Ingrid Alexandra dejó claro que está preparada para asumir un papel cada vez más destacado en la monarquía noruega, combinando elegancia, tradición y modernidad con maestría.