Lo que esconde el abrigo de Máxima de Holanda: un vestido gris modificado que ha combinado con pendientes españoles

Tras tres ajetreadas semanas en las que han cumplido con dos visitas de Estado, primero a Chipre y después a Kenia, Guillermo Alejandro y Máxima de Holanda han retomado las actividades en los Países Bajos. Este martes, la reina ha presidido dos actos oficiales relacionados con la economía para los que ha optado por un mismo look: un vestido gris de mangas asimétricas que ha modificado y pendientes de firma española.

Primero, en Ámsterdam, Máxima ha asistido a una reunión de SchuldenlabNL y del grupo de trabajo de cobro de deuda social de la Coalición Nacional para la Salud Financiera. Tras ello, ha puesto rumbo a la ciudad de Haarlem, situada a poco menos de 40 minutos de la capital, para presenciar las clases que se dan en escuelas e institutos en en el marco de la Semana del Dinero para enseñar habilidades financieras a niños y jóvenes.

La reina ha optado por un estilismo sobrio, en el que destacaba un abrigo marrón de silueta oversize, muy apropiado para las bajas temperaturas que marcaban los termómetros esta mañana en los Países Bajos. Realizado en lana, presenta mangas anchas, dos grandes bolsillos en la parte delantera, aberturas laterales y un cinturón que llevaba anudado. El abrigo impedía ver el look elegido por Máxima, hasta que ya en el interior se lo ha quitado y ha desvelado el secreto.

La esposa de Guillermo Alejandro ha rescatado de su armario un vestido gris que estrenó en 2013, por lo que tiene ya 12 años. Se trata de un diseño de la firma belga Natan, con manga corta asimétrica, de ahí la importancia de llevar un buen abrigo. Si nos fijamos bien, veremos que Máxima ha decidido descoser el dobladillo del bajo del vestido para hacerlo más largo, pues ahora ya no se lleva, al contrario de hace una década, esa medida corta, enseñando las rodillas. La tendencia en la actualidad es el midi.

Aunque el vestido ya de por sí es entallado y resalta la silueta, Máxima, quien en la reina de los complementos, le ha añadidio un interesante cinturón ancho, realizado con piel de cocodrilo y con una gran hebilla dorada. Por supuesto, los salones de ante de Gianvito Rossi y la cartera de mano eran también en marrón chocolate.

Toca ahora hablar de una de las partes favoritas de la reina: las joyas. En este caso, Máxima se ha decantado por unos vistosos pendientes de la firma española Dublos. Presentan una parte superior realizada con cristales de Swarovski de la que cuelga una perla gris. Son de bisutería y su precio es de 210 euros. No faltaba su pulsera de diamantes con tres A, las iniciales de sus hijas, Amalia, Alexia y Ariane ni su reloj.

De momento, los reyes de Holanda no tienen ningún gran evento cerca en su agenda, aunque todos los ciudadanos están esperando ya con muchas ganas la celebración del Día del Rey, que se celebra en el cumpleaños de Guillermo Alejandro. Tal como reveló la propia Máxima, este año su benjamina, la princesa Ariane, no podrá asistir a los festejos en Doetinchem por encontrarse en los exámenes finales del UWC Adriatic, la versión italiana del internado al que asiste la infanta Sofía.