El rey Carlos III reaparece sonriente tras su ingreso hospitalario por los efectos secundarios de su tratamiento contra el cáncer

“Tras el tratamiento médico programado y en curso para el cáncer esta mañana, el Rey experimentó efectos secundarios temporales que requirieron un breve período de observación en el hospital”, anunciaba este jueves, 27 de marzo, Buckingham Palace. De esta manera, se confirmaba que el monarca británico había sido ingresado, cancelando su asistencia a los actos programados en Birmingham para este viernes. Aunque el comunicado en ningún momento pronosticaba un agravamiento, las alarmas saltaron.

Poco más de 12 horas después del anuncio, Carlos III fue visto a la salida de Clarence House, lugar en el que reside junto a su esposa, la reina consorte Camila, y donde se refugió tras recibir el alta hospitalaria. Según los medios locales, el Rey fue visto con “buen humor” y saludó desde el coche a los ciudadanos congregados que querían transmitir sus ánimos.

El motivo de su traslado es que se dirigía hasta su finca de Highgrove en Gloucestershire. Se trata de una propiedad de algo más de tres kilómetros cuadrados en la que trabaja la agricultura orgánica desde 1985, obteniendo productos que se comercializan bajo la marca Duchy Organics, y que se venden en la cadena de supermercados Waitrose, Ocado y algunas tiendas de comestibles.

“Su Majestad desea enviar sus disculpas a todos aquellos que puedan sentirse incómodos o decepcionados como resultado de esto”, añadían en el comunicado. Quitándole hierro al asunto, fuentes cercanas a Buckingham Palace confirmaban al DailyMail que Carlos III “estaba de buena forma en su casa de Londres, donde estaba trabajando en documentos de estado y haciendo llamadas desde su estudio”.

En febrero de 2024, se anunció que el rey Carlos III había sido diagnosticado con cáncer. Sin embargo, gracias a un tratamiento exitoso, pudo reaparecer en público solo dos meses después, en abril. Desde entonces, el hijo de Isabel II ha incrementado gradualmente su carga de trabajo y ha hablado abiertamente sobre su enfermedad, incluyendo la pérdida del sentido del gusto como efecto secundario del tratamiento, durante una visita a Hampshire.