La maleta de Mary de Dinamarca para su viaje de Estado a Francia: de un dos piezas de Dior al protagonismo del joyero real

Federico y Mary de Dinamarca ya se encuentran de vuelta en el Palacio de Amalienborg tras un viaje de Estado a Francia de un total de tres días de duración. Según establecía su agenda oficial, publicada en la web de la institución, este llegaba a su fin el mediodía del pasado miércoles 2 de abril con la visita de Sus Majestades a la recién reconstruida catedral de Notre Dame. Desde la histórica ubicación, el matrimonio tomaba un coche directo hasta el aeropuerto de París Orly para embarcar en un vuelo privado hasta Copenhague.

De esta manera, concluían 72 horas de intenso trabajo en el país galo, cuyo único objetivo ha residido en fortalecer las estrechas relaciones históricas y bilaterales entre ambas naciones. Para ello han contado con la inestimable ayuda y colaboración de Emmanuel Macron y su esposa Brigitte, quienes les han acompañado en la mayoría de sus citas, centradas en las materias de defensa, energía y salud. Aun así, como suele ser habitual en este tipo de acontecimientos, los looks de la reina han adquirido un total protagonismo en cada jornada. No es para menos, Mary de Dinamarca ha aprovechado su visita a la ciudad del amor para estrenar nuevas piezas de la mano de joyas históricas y golpes de elegancia y sobriedad.

En primer lugar, a su llegada a París Su Majestad cumplió con una de las normas no escritas durante los viajes de Estado: lucir ropa del país que visitan. Así, Dior se coló en el armario de la nórdica con motivo de su ceremonia de bienvenida. Concretamente, hablamos de un conjunto blanco roto dos piezas, inspirado en la mítica colección 'New Look' de Christian Dior que revolucionó el mundo de la moda en el año 1947 al lograr a través de la sastrería realzar delicadamente la cintura femenina.

La clásica chaqueta 'Bar' de la maison francesa, a la par que su falda midi a conjunto, fue complementada por unos salones bicolor en blanco y negro de Gianvito Rossi, con un tacón de diez centímetros, y un bolso de la marca británica Mulberry. Nos referimos al modelo 'Islington', realizado en piel de becerro y con el icónico candado a modo de cierre.

Por supuesto, prestando aún más atención a los detalles, la esposa de Federico X incorporó a su vez una diadema negra de crepé plisado de Jane Taylor, una de las sombrereras favoritas de Kate Middleton, y también los pendientes de diamantes y perlas de la parure Pearl Poirée, una de las más importantes del joyero real de la Corona nórdica.

Tan solo unas horas después, Mary de Dinamarca volvía a estrenar prendas con motivo de su cena de gala en el Palacio de los Elíseos de París. Para dicha ocasión, la reina innovaba al sustituir la opción clásica del vestido largo por otro dos piezas con la falda como gran protagonista. Esta pieza, confeccionada en seda de fondo gris perla y estampación de flores en tonalidades pastel, destacaba por su corte de tablas y gran vloumen.

A esta, sumaba una blusa blanca de carácter romántico de la marca CLEA. Exactamante se trata de su diseño 'Larissa', de bordados a medida en escote, cuello alto con cierre de doble botón y mangas ligeramente abullonadas finalizadas en puños de doble capa.

En el terreno de los complementos, Su Majestad optaba por un un clutch marfil de perlas de Anya Hindmarch, unos salones dorados de Gianvito Rossi y unos pendientes de su joyerio personal, firmados por Ole Lynggaard y valorados de 15.400 euros. No es para menos, dichas alhajas, que representan una flor de loto, están realizadas en oro amarillo y rosa con piedras de cristal de roca, aguamarina y topacio. La tiara quedó excluída del eveto por normas de protocolo, instauradas por el propio Emmanuel Macron.

Durante el segundo día de su viaje de Estado a Francia, Mary de Dinamarca hizo honor a su título de 'reina del reciclaje' y rescató varias piezas de su fondo de armario. Por si fuera poco, con una intrahistoria de lo más interesante. Fue el que llevó al día siguiente de que se publicaran las fotografías de su marido Federico X con Genoveva Casanova paseando por Madrid en la revista 'Lecturas'. Además, en un acto compartido con don Felipe y doña Letizia.

Así, para su visita a la histórica fábrica de tapices Manufacture des Gobelins lució este traje de chaqueta gris de la firma australiana Scanlan Theodore, con blazer clásica de hombrera marcada y corte 'working girl' y pantalón ancho de pernera recta. Al modelo se sumaba una blusa rosa empolvado de cuello vuelto, el bolso 'Whitney' de Max Mara y unos tacones 'animal print' de Gianvito Rossi.

La noche del 1 de abril, Su Majestad volvía a dar una elección de elegancia y estilo en Le Grand Hôtel, donde, junto al monarca de Dinamarca, presidió el conocido como acto 'devolución’ o ‘reciprocidad’ ante un total de 350 invitados de los ámbitos diplomático, cultural, político y económico de sendos países. Para ello, rescató un vestido midi negro tipo 'trench' con detalles florales dorados bordados en la falda y mangas semitransparentes de la firma Taller Marmo.

La prenda, estrenada en el año 2022 durante el jubileo de la reina Margarita en el Tivoli, fue finalizada por unos tacones de encaje de Christian Louboutin, unos pendeintes en plata de ley bañada en oro de la marca portuguesa Alma E. Coração y también una de las piezas más cotizadas del joyero real de la Corona nórdica. Hablamos de la pulsera de oro con eslabones planos y redondos de 175 años de antigüedad, que fue un regalo de compromiso de Carlos XV de Suecia a su esposa, la reina Luisa, en 1850.

Por último, para su último día en París Mary de Dinamarca decidía enseñar cómo una reina puede incorporar las bermudas -largas y de pinzas- en su armario. Lo hacía a través de un dos piezas gris jaspeado de la boutique danesa Oscar Skagen con blazer sin solapa y cuello mao a conjunto. ¿El resultado? Un look mosquetero, reforzado por unas botas altas de ante borgoña firmadas por Aquazzura y el mítico '2.55' de Chanel a juego.