El luto de Magdalena y los reyes de Suecia en el funeral del príncipe Andrés, padrino de la princesa y primo de Carlos Gustavo

A principios de abril conocíamos el fallecimiento del príncipe Andrés de Sajonia-Coburgo-Gotha, jeje de la casa principesca del mismo nombre en Alemania y que tiene diferentes ramas. Y tres semanas después se celebraba su último adiós en la ciudad de Coburgo, que contó con presencia real. Tanto Magdalena como los reyes Carlos Gustavo y Silvia de Suecia asistieron de riguroso luto al funeral del príncipe Andrés, ya que era el padrino de la princesa, además de primo hermano del monarca.

Junto al marido de Magdalena, Chris O´Neill, los tres llegaron a la iglesia de Saint Moritz para acompañar a los hijos del fallecido. Entre ellos el primogénito, Humberto Miguel, quien ahora hereda el título y las propiedades, entre las que se encontraban el castillo de Callenberg en Coburgo y los de Greinburg y Walterskirchen en Austria, además de granjas y fincas.

Llamó la atención al ver a los reyes suecos el hecho de que Silvia llevara una muleta para caminar, pero la misma Casa Real aclaró rápidamente a algunos medios del país que no había motivo para la preocupación. Se debía, únicamente, a una reciente operación de los popularmente conocidos como 'juanetes'. Pero la recuperación ha ido muy bien y, de hecho, su agenda en los próximos días está bastante repleta, incluyendo el funeral del papa Francisco este mismo sábado.

La reina, que volvía así a su país de origen, lució un dos piezas de pantalón y chaqueta con cinturón, por supuesto ambos en negro. El protocolo en este tipo de citas dicta que la cabeza tiene que ir tocada, por lo que Silvia eligió un sombrero tipo casquete. La nota de color la ponía un collar de perlas con varias vueltas. A su lado, el rey Carlos Gustavo, con chaqué y semblante muy serio.

El mismo patrón estilístico se repetía en Magdalena de Suecia, aunque la princesa escogía falda y chaqueta, además de una diadema ancha para el cabello. Sí vimos que la hija pequeña de los reyes rompía el completo luto con un detalle de encaje que asomaba en su cuello. Su presencia era prácticamente obligada, ya que el fallecido, el príncipe Andrés de Sajonia-Coburgo-Gotha fue su padrino de bautismo.

La relación de las dos familias siempre fue estrecha, dado que la princesa Sibila, la madre de Carlos Gustavo, era hermana del príncipe Andrés. De hecho, también asistió al funeral la princesa Cristina, hermana del monarca. Tampoco faltaron otros royals, como el príncipe Laurent de Bélgica, Ernesto de Hannover jr, aparentemente ajeno al reciente ingreso de su padre, o Kalina de Bulgaria y Kitín Muñoz.

La gran ausencia royal de la cita, la de Victoria de Suecia, quien a su vez es la madrina de Katharina, una de las nietas del príncipe Andrés. No fue por devoción, sino por obligación, ya que se encontraba de viaje oficial en Finlandia. Sí quiso enviar una corona de flores en nombre de su marido y en el suyo propio, con el monograma de la pareja bien visible.

Andrés de Sajonia-Coburgo-Gotha se quedó viudo hace poco más de un año, cuando falleció su esposa, la princesa Carin, después de convivir durante muchos años con la esclerosis múltiple. El propio príncipe Andrés sufrió la enfermedad de Parkinson durante los últimos años de su vida y enfocó muchos de sus esfuerzos para recaudar fondos para la investigación.